Jugando a las escondidas

Pequeños Recuerdos

Hulaaaa.. ¿Como están? hoy vamos a un pequeño arco en el tiempo. sin mas preámbulos, a leer

El sol golpeo con fuerza la ventana a la vez que sonaba aquel despertador, una mano salió de las sabanas y tiro el despertador lejos sin éxito alguno de que apagara. Se estiro y se incorporó en la cama, su largo cabello escarlata estaba hecho un total desastre y debajo de sus ojos gris-violetas había unas enormes ojeras. Salió de la cama y antes de dirigirse al baño pateo el despertador, logrando que se rompiera. Se dio un corto baño y al salir se puso un falda de rayas color morado, camisa blanca de botones y un lazo morado en el cuello, al dirigirse a la cocina consiguió su desayuno hecho y una nota que decía "Sera mejor que te comas el desayuno, nos tocó irnos antes así que no podremos desayunar juntos".

Mientras mordía el Sándwich se fue colocando un saco negro con bordes morado, agarro su bolso color caoba y se lo guindo en la espalda, hecho jugo en un vaso de plástico, se puso unos zapatos negros y salió de casa tarareando. Tomo un auto bus y a los pocos minutos se bajo en una parada cerca de una panadería. Camino unos minutos y llego a una preparatoria, subió hasta el tercer piso del lado norte y entro en el último salón, mientras se dirigía a su asiento observo a una chica blanca, de cabellos y ojos azabache que le dirigía una dulce mirada.

–¡Buenos días Kushina. Hoy llegaste temprano!

–No vayas a regañarme por esto Mikoto

–¡No, no. Al contrario, me alegra!

–Por una vez le hice caso al despertador

Una vez que se sentó entro el profesor e iniciaron las clases, después de unas cuantas clases llego la hora del comedor y la pelirroja se fue con su amiga a comprar en la cafetería unos panes de melón y jugo de manzana. Pasaron por el gimnasio y se dirigieron del otro lado del plantel donde había una cancha y muchas chicas gritaban a todo pudor. Consiguieron una banca y se sentaron a observar a los equipos que jugaban fútbol.

–Algún día se quedaran roncas. ¿Porque gritan tanto? Solo son niños jugando

–¡Debe ser por los dos chicos nuevos!

–¿Llegaron dos chicos nuevos? –Pregunto lo obvio–. No lo sabía

–¡No creo que estés muy pendiente de ello, además son alumnos del lado sur!

–¿Gritan a todo pudor a niños de 7 años? ¿Porque?

–Dicen que son lindos... digamos que son populares tanto en el lado norte como en el sur

–No me importa, son solo unos...–Pero no pudo siquiera terminar, observo como una pelota venia a ellas a toda velocidad, abrazo a su amiga con fuerza y pronto sintió como un pequeño liquido rojo se escurría desde su frente hasta la mejilla, esparciendo gotas de sangre

–¡Por dios Kushina! –llamo alarmada su amiga que la tomo por los hombros–, debemos llevarte a la enfermería

–¿Están bien? –las dos amigas giraron y pudieron observar a un niño de 7 años, blanco de cabellos dorados y ojos de un azul claro tan intenso como el cielo. No se podría decir que era pequeño, pues su estatura y su contextura lo hacían ver de más edad. Cuando el rubio fijo su vista en Kushina se quedó mirándola por unos momentos hasta que salió del trance–, lamento mucho lo sucedido, te acompaño a la enfermería

–¡No es necesario! –Dijo la pelirroja a la vez que se levantaba con ayuda de su amiga

–Insisto –el rubio dio un paso pero Kushina lo empujo