Jugando a las escondidas

5° Aniversario

Cuatro días habían pasado desde entonces y las cosas en la empresa estaban muy agitadas. Los encargados de decorar el gran salón iban de un lado a otro moviendo sillas o mesas, llevando cajas con bebidas o encargándose de los adornos.

10 Horas antes del 5° aniversario. 10: 15am

En una oficina en particular se encontraba una castaña en compañía de un azabache de cabello corto. Se encontraban sentados en un sofá de la mejor calidad, bebiendo un café exquisito y comiendo galletas de nuez y chocolate.

–¡Me alegra que haya podido venir, Obito! –añadió la mujer después de un sorbo de su café

–¿Cómo puede ser? Usted a pesar de no conocerme me ha tratado tan bien. Cuando mi esposo consiguió trabajo aquí hace unos años fue una suerte, tiempo después encontramos a la señorita Hinata y se ofreció a ayudar a mi hijo y a su amigo a conseguir una puesto aquí en la empresa. Realmente no sé cómo pagar este gran favor

–¿Cómo que pagar? Aquí quien tiene que pagar y no sabe cómo, soy yo. Hinata nos contó la verdad acerca de su secuestro. Nos dijo que cuando escapo, casualmente se había encontrado con usted y la llevaron a un lugar seguro. Si algo le hubiera pasado a Hinata hubiera sido terrible

–No hay de que, si algo le hubiera pasado a mis hijos yo... no sabría que hacer

–Aunque me sorprendió que me mintieras de tu verdadera identidad

–No quisiera ofenderla, señorita Komori. La verdad es que prefiero no dar datos a desconocidos, aun si sean personas importantes. Usted se ha portado tan bien con nosotros ¿Cómo no contarle la verdad? Además, en la posición que se encuentra mi esposo ahora, el mantener un bajo perfil no será necesario. La prensa esta tras personas con buenos cargos

–Bueno, solo he visto a su esposo de lejos y me parece un hombre maravilloso pero... ¿Cómo es que Naruto se ve tan diferente de ustedes?

–Es por mi tátara abuela, ella era justo como él. Los genes de mi esposo son muy fuertes por lo cual casi toda la familia es como él. Naruto nació con la suerte de parecerse a mi tátara abuela

–Es como la oveja negra de la familia –añadió ella con esa sonrisa encantadora que solo funcionaba con otros

"Mis niños no son ninguna oveja negra ¿Quién se cree?"–. Digamos que fue la olla de oro al final del Arcoiris

–Bueno por ahora no tiene nada de qué preocuparse, su hijo mayor y su amigo se instalaron aquí cómodamente por guía de mi hija. Mi esposo debe regresar de Alemania dentro de unas horas para terminar los preparativos. La verdad es que me gustaría que su hijo formara parte de esto y diera un discurso durante el aniversario...

–¿Natsu? –"¡Oh, no. Considerando que hoy termina su entrenamiento, no creo que él guante estar mucho tiempo de pie!"

–Sí. –añadió con esa emoción que pensó no tener nunca–. Además, sería bueno cuando conozca a los otros empresarios, puede ayudarlo con su futuro

–Es que mi hijo está un poco enfermo –menciono rápidamente–. No sé si podrá hacerlo

–¿Por qué no le da mi tarjeta? –comento pasándole una tarjeta blanca–. Dígale que me llame y nos pondremos de acuerdo

–Está bien –Obito se levantó rápidamente, aguantando el enojo. "Ya veo que consiguió otra presa... esta maldita mujer"–. ¡Muchas gracias, Komori! Debo irme ya. Mi hijo me espera

–Saludos de mi parte

–Con gusto