El comienzo de lo nuevo

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Nuevo capitulo para los lectores, me emociono mucho al saber que leen esta historia y también el que les haya gustado.

Tsuna: Espero que no me hagan nada

Zera: Si, sigue pensando eso 7u7

Tsuna: N-no me asustes por favor

Zera: Mejor empecemos con el capitulo si? :D

Tsuna: S-si (¿Que estará planeando ya esta fujoshi? Hiiiiiiee tengo miedo)

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En una mansión ubicada a las a fueras de Namimori, en una habitación de aquel edificio se encuentran dos niños profundamente dormidos por el cansancio del día anterior, un castaño apoyado en el borde de la cama arropado con una manta anaranjada y un azabache acostado en la cama con vendas alrededor de sus brazos al igual que en su cara. El prefecto de Namimori fue abriendo sus parpados por los rayos del sol que caían sobre su rostro, después se incorporo en la cama para inspeccionar el lugar en donde este se encontraba.

-¿En donde estoy? - pregunto el azabache -Ah... es cierto, vine hacia la mansión -

-ng....mmm- 

Hibari al escuchar unos sonidos raros miro a su lado izquierdo para encontrarse con el castaño dormido al lado de el, al intentar estirar el brazo se dio cuenta de las vendas que llevaba puestas en ambos brazos y en su rostro, Hibari volvió a mirar hacia donde se encontraba Tsuna. Fue hay cuando lo supo que el castaño fue quien le atendió sus heridas, con tal pensamiento se alegro y se le escapo una sonrisa que encarno en su cara. 

- Gracias, Tsunayoshi - dijo el prefecto mientras acariciaba los rebeldes cabellos del castaño y depositaba un beso en la frente de este.

Hibari aunque no lo parezca siente un gran afecto hacia Tsuna, no el que se siente hacia los amigos y familia, sino que es algo mas grande, el ama toda la esencia del castaño tanto por dentro como por fuera. El azabache siempre esta vigilando al pequeño para así asegurarse de que ningún niño u adulto le lastime o secuestre, según su punto de vista.

El prefecto conoce la situación de Tsuna, un día mientras patrullaba por las calles de Namimori se encontró con el castaño por primera vez y presencio una escena que se quedo marcado en su cabeza, el castaño estaba caminando con su madre hacia su hogar pero se tropezó haciendo que cayera directo hacia el piso, Hibari pensó que su madre le ayudaría a pararse pero en  vez de eso empezó a pegarle al pequeño y a gritarle un montón de cosas desagradables.

-¡Mira que eres inútil! !¿Como es posible que te hayas tropezado si no hay nada?¡- 

-L lo siento, mamá-

-¡No vuelvas a hacer esto, si es que puedes, después de todo eres un inútil! ¡Hubiera preferido que Hiroshi me ayudara! -

- Lo siento -

-Escucha yo iré primero a casa, no me sigas espera unos 20 minutos y vuelves, no quiero que me vean contigo-

La madre del pequeño se fue de ahí dejándolo con unos moretones en el cuerpo, el azabache que vio la escena se sorprendió al ver que el pequeño no derramaba ni una sola lagrima, cualquier herbívoro (según Hibari) lloraría por eso pero el castaño no solo se quedo en su lugar para luego sacar unas vendas para tratar sus heridas, fue en ese momento que Hibari cambio de opinión, pensó que era un omnivoro pero nunca lo diría por culpa de su orgullo. Se dirigió hacia donde se encontraba Tsuna para ayudarle con sus heridas.

Fue así como se conocieron, Tsuna le había contado que sus padres siempre le han tratado así y que a su hermano le consienten mas que a el mismo tanto que ni siquiera se acuerdan de cuando es su cumpleaños, desde ese día el azabache juró que el protegería a Tsuna a cualquier costo y que siempre estaría para el cuando se sintiera solo.

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