La Fuerza del Cielo

Inesperado

Después de aquel suceso en el tiempo libre, los tres estudiantes se encontraban en el pasillo caminando hacia el salón para la siguiente clase, la cual era lengua, se encontraban platicando de ir a la tienda del padre de Yamamoto a comer unos sushis para darle la bienvenida a Gokudera. El castaño iba tan pendiente de su conversación que no se dio cuenta de que había una persona delante de el,a lo que termino chocando con esta y cayendo al suelo.

-Lo siento- musitó el castaño, elevó su vista encontrándose con quién menos se esperaba

-Vaya, vaya -fueron las palabras de aquel joven- Miren a quién tenemos aquí- el tono con el que pronunció aquello era muy arrogante lo que enfureció tanto al moreno como al peli plateado- Si no es nada más ni nada menos que Dame Tsuna-

-H-Hiroshi-

-¡Oh! Parece que aún te acuerdas de mí nombre que gran logró - los amigos del jóven se rieron provocando que Tsuna bajará la cabeza

- Imbécil - susurró muy bajo el moreno fulminando con la mirada al castaño oscuro

-¿No va a responder? Tal vez ni siquiera recuerda cómo hablar- dijo uno de los amigos de Hiroshi

-Estamos hablando de Dame Tsuna- concretó otro de ellos- Todo lo inútil tiene relación con él, por algo no sabe hacer nada- el grupo de Hiroshi empezó a reírse ante ese comentario, lo que no causo nada de gracia en los dos amigos de Tsuna

-¡Oye!- exclamó el peli plateado furioso- No tienes ningún derecho de tratar así a ....- pauso un poco para pensar lo que iba decir- ...la gente- no puede revelar el hecho de que conoce la relación familiar de Tsunayoshi y Hiroshi. 

Llevaba muy poco tiempo de conocer al moreno y al castaño, pero por alguna razón sentía el deber de defender a Tsunayoshi porque aún si era una misión encubierta pudo sentir una calidez que provenía del castaño, lo que llegó a tocarle un poco el corazón aún así debía de ser precavido, pero al ver como era tratado por su propio hermano, inconscientemente, terminó explotando.

-¿Y tu quién te crees que eres para andar defendiendo a esta basura de persona?- dijo el castaño oscuro hasta que le reconoció- Ah, pero si eres el nuevo parece que no sabes quién es él, bueno yo te lo diré...- se formó un sonrisa macabra en su rostro

-¿A qué te refieres?- preguntó Gokudera

Solo basto esa pregunta para que Hiroshi le respondiera con descaro e burla apuntando hacia Tsuna...

- Él no es mas que un inútil que no sabe hacer nada, y nadie le quiere por lo inservible que es, por algo sus padres nunca se preocuparon o se percataron de que ya no estaba en casa- aquellas palabras hicieron que el corazon de Tsunayoshi se rompiera en mil pedazos y las lágrimas se acumularan rapidamente en sus ojos.

-Tsunayoshi Vongola es alguien que nunca debio de haber nacido-

El castaño con la cabeza abajo estaba devastado por lo que le dijo su hermano.

Lo que no sabía es que no era el único observando aquella escena, detrás de Tsuna se podia ver a cierto prefecto con su ceño muy fruncido y apretando sus tonfas tan fuerte que se le marcaban las venas sus manos y estaban pálidas por  poner demasiado fuerza. Por otro lado, en un salón pequeño por medio de unos transmisores se encontraba un bebé con un camaleón en su hombro tomando una taza de café mientras observaba aquel trato que hacia el Sawada menor a su hermano, eso el si que no se lo esperaba.

Hibari no aguantó ni un minuto más cuando vió que de aquellos ojos que le cautivaron caían unas pequeñas lagrimas, a paso rápido se acerco a Hiroshi y le agarró por la camisa levantándolo, el castaño oscuro iba a protestar pero se mantuvo callado ante la mirada que le propinaba el azabache como si le quisiera matar a varios golpes, no varios sino miles de golpes al punto de dejarle en coma o mejor dicho dejarlo muerto.