Nunca Me Olvides [PAUSADA]

Capitulo 3.

Aquí está, otro capítulo.
Este está especialmente dedicado a
@ Rumbiela, que me suplico de rodillas para que lo hiciera 😘😘😜😜
Nah... lo hago con gusto.
Espero que les guste el capítulo.
Voten o comenten, como ustedes quieran.

Besote!!!!

Ema.

Alex frenó la moto frente a una casa, algo pequeña pero linda, después de varios minutos. Condujo por tanto tiempo que creo que estoy en Sarandí. No debí dejarme influenciar por las chicas para ir a esa pelea, más por Camila que por Abril, espero que estén a salvo al fin y al cabo. Ay, Camila sufrirá un infarto por soltarme la mano en medio del caos, aunque no fue su culpa, todo el mundo estaba en pánico y se empujaban los unos a los otros, era inevitable que no nos separamos. Tendré que avisarle por mensaje de texto y que estoy bien con la persona menos pensada.

-Deja que te ayude-pone el pie de la moto para que se sostenga.
-No, yo puedo-a regañadientes, alejo mis manos de su estómago bien formado. Ser llevaba por un chico atractivo y con un cuerpo envidiable, y encima poder tocarlo, es el sueño de toda chica. Pero no es momento de pensar en eso. Me bajo de la moto, apoyandome con el pie del tobillo sano y luego con mucho cuidado, apoyo apenas el que está lastimado.

Alex no dice nada, sólo le limita bajar de la moto.

-Dame la mochila-ordena frío. Me quito la mochila y se lo entrego.

Alex abre el cierre de unos los bolsillos de la mochila y saca un juego de llaves. Introduce la llave en la cerradura y abre. Pensé que iba a meter primero su moto, sin embargo me sorpendo cuando viene a mi y me alza en sus brazos.

-¿Oye, que haces? ¡Te dije que puedo sola!-vocifero, algo histérica para mi gusto.

El muy idiota no me hace caso. Entramos a su casa, caminamos por un pasillito para llegar a un comedor pequeño, pegado al comedor está la cocina, chiquita también. Alex sólo tiene que dar cinco pasos para meterme en su habitación, que es más grande que las demás habitaciones, me deja en su cama sin tender.

-Quédate aquí y no te muevas. Ya vengo-me ordena otra vez, como si fuera una niña. Creo que lo soy porque refunfuño como una ante su actitud autoritaria.

Alex sale del la habitación para cruzar el comedor y luego girar a la izquierda para meterse en una habitación más pequeña todavía, debe ser el baño. Me tiro de espalda en la cama. No entiendo como las cosas tuvieron que terminar así. Acabar en la casa del estirado de Alex era lo último que crei que pasaría. Sabía que no era buena idea ir a esa dichosa pelea. Espero que mis papás no se enteren, ellos me matarían, creen que estoy en una pijamada en la casa de Camila junto con Abril. Tuvimos suerte de que justo hoy la mamá de Camila estuviera fuera hasta muy tarde, esta supervisando la una fiesta que organizó, ella es una organizadora de eventos, y por lo tanto tiene que asegurase que la velada vaya a la perfección. Mis papás me dieron permiso porque les dije que Camila no quería quedarse sola y que con Abril decimos hacerle compañía. Sin moros en la costa, parecía que todo iba en viento en popa. Las tres juntamos el dinero de nuestra mesada, con eso íbamos a pagar el taxi ida y vuelta, se suponía que era sólo ir un rato, ver pelear a Alex y listo. Sin embargo, la policía tuvo que llegar, ocasionado que la gente se vuelva loca y que un imbécil me empujara haciéndome que me caiga y una maldita piba casi me clavara la punta de su tacón, que bueno que sólo me rozó causando sólo una raspadura, una muy fea y dolorosa raspadura.

Pasos se escuchan y elevó mi cabeza para ver Alex llegando con al parecer un botiquín verde.

-A ver el daño que te hiciste-dice, sentándose en la cama.
-Deja, puedo hacerlo yo-vuelve a ignorarme y con cuidado levanta mi pierna por detrás de la rodilla, sin tratar de hacer mucha fuerza, me quita la zapatilla y la media.