Ema.
-Entonces viene el Príncipe para derrotar al terrible dragon con su espada. ¡Cuish!-dice el niño derribando al muñeco dragon con el muñeco Príncipe.
-Entonces la princesa viene y dice: "Gracias por salvarme noble caballero"-digo, sosteniendo mi muñeca de princesa.
-"No se agradece, es mi deber"-el niño trata de hacer una voz grave.Seguimos jugando un rato más. En ese cuarto donde la oscuridad reina.
-Ah...-bosteza el niño.
-¿Sabes? Si quieres puedes irte, ya haz venido a jugar conmigo. Estas cansado y debes domir-digo, todavía jugando con la muñeca.
-No, te prometí que jugariamos.
-Hemos jugado. Pero ya es tarde, tienes que dormir. De todas formas, en la mañana podré salir y seguiremos jugando.
-Esta bien-dice no muy convencido.El niño se levanta del suelo y camina hacia la puerta, se da vuelta.
-Prometo sacarte de aquí.
-Lo se.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.Se va. En ese momento mi cuerpito ya no resiste del dolor y caigo en el suelo. Me mantuve fuerte. No quería que él supiera que me sentía mal. No quería arruinar nuestro momento de diversión.
Todo se vuelve negro.
Mis párpados pesan mientras los abro y los cierro. Todo esta borrozo. Bostezo y me estiró.
-Uh... Cami... ¿que hora es?-digo, bostezando otra vez, me acomodo mejor en la cama.
No me responde.
-Cami... Abril... cualquiera de las dos-vuelo a llamar.
Sigo sin respuesta. Vaya, si que tienen el sueño más pesado que yo. Con ojos cerrados, estiró la mano para despertar a la que este más cerca. Mi mano va de un lado al otro, nada, no hay nada, o mejor dicho no hay nadie. Abro apenas los ojos, porque siempre me incomoda la luz del día que entra al cuarto porque Camilia siempre deja su ventana abierta, a petición mía. Lo primero que me sorprende es que no haya luz, todo está casi a oscura y después me sorprendo más cuando no veo a ninguna de las chicas.
-¿Qué? ¿Qué pasa?
Me incorporo en la cama. Estas no es la frasada con estrellas de Camila, la hago a un lado. Mi vista va de un lado al otro observando todo lo desconocido. Este sin dudas no es el cuarto de Camila. Estoy comenzando a sentir un apretón en mi pecho, mi respiración se vuelve agitada, me quedo sin aire. Caigo en la cuenta de que todo está oscuro, no me gusta la oscuridad. La única ventana de este cuarto esta cerrada con persiana. Y silencio. Hay silencio el silencio junto con la oscuridad me hacen dar ganas de llorar. Sólo falta... Al segundo mi vista se fija en la puerta, cerrada.
No. No. No. ¡No!
Estoy encerrada. Estoy encerrada y sola.
-N-No... puedo-llevo la mano a mi pecho. Me quedo sin oxígeno.
La oscuridad se va apoderando de mi. Se vuelve apoderar de mi. No hay escapatoria. Toda mis vista se nubla. Me desmayare. Mis ojos a van cerrando, pero antes se que se cierren por completo la luz entra. Reaccionó de inmediato. El alivio me inunda pero también la ira me puede al reconocer a la persona que entrará, agarro una de las almoadas y la lanzó contra él sin pensarlo.
-¡¿Se puede saber que mierda te pasa?!-me grita después de haber recibido la almoada en su cara.
Que pregunta más estúpida. Tal vez él no lo sepa pero estuve ahí de que me diera un ataque cardíaco y todo porqué me dejo aquí, sola y en medio de la oscuridad. Todavía puedo sentir como mi corazón no se calma para nada.
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Nunca Me Olvides [PAUSADA]
Roman pour AdolescentsUn pasado trágico, dos presentes diferentes y un futuro incierto. Ema y Alex no saben que sus vidas están tan relacionadas como destruidas. Un suceso inesperado los obligó a separarse para tomar rumbos diferentes. Dejando atrás todo lo una vez los...