Día 16. - Sospechoso 1

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Ana estaba angustiada por el examen de física. No había repasado, y se encontraba estresada por ello.
Se pasó las manos con frustración en su rostro y suspiró.
Ella se encontraba sentada en silla con total concentración.

- ¿Por qué es tan complicado? - Susurró mirando a su libreta.

- No lo es tanto... -Se escuchó una voz.

Ana levantó la mirada y sonrió.

- No dejes que tu mente vuele como una mariposa. Concéntrate en los signos, y en los números que tienen.

- Es fácil para tí decirlo, Omar. Eres un genio.

El chico sonrió.

-También rompo mi cabeza con ello, no creas que no.

Ana bufó. - Entonces... - dijo mirando su libreta. Alzó sus manos para escribir pero algo le faltaba. Su lápiz.

Ana revisó su cabello amarrado, y nada. Levantó su cuaderno, y nada. Chequeó sus manos (por que sí, a veces ahí estaba) y de igual forma, nada.

- Genial. -Dice ella.

-Ten. -Omar le extiende un lápiz y ella arquea las cejas.

-¿Se acerca el fin del mundo?

El chico une sus cejas con confusión.

- ¿Por qué?

- Has traído un lápiz. Siempre te los olvidas.

El chico sonrió.

-El lápiz especial sólo es para ocasiones y personas especiales.

Dijo y le guiñó un ojo. Ana sonrió y el chico se despidió.

Podía ser él.

¡Hola, Ana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora