Día 19. - (PENÚLTIMO)

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Ana se encontraba caminando al lado de su amiga Camila. Ambas estaban sumergidas en su plática mientras caminaban en el pasillo para dirigirse al casillero de Ana en donde guardaban unos papeles importantes para la exposición de Literatura.

Ambas reían y se mantenían felices pero en el rostro de Ana, eso desapareció.

Ella observó con detenimiento la escena que estaba ante sus ojos, y no podía creer que aquello estuviera pasando.

Gabriel, estaba colocando una nota en el casillero de Ana. Le estaba costando un poco de trabajo mantenerlo en su sitio.

Ella quedó pálida. Miró a su amiga y ella estaba del mismo modo. Ana recorrió decididamente los últimos pasos que quedaban para estar cerca de Gabriel.

–Tú... –Susurró ella. Gabriel se sobresaltó al escuchar la voz de Ana. No la había visto venir.

–Tú eres el chico misterioso. –Susurró incrédula.

Gabriel negó. –No, no soy yo.

Ana unió sus cejas. –Traes la evidencia en tus manos. –Le dijo mirando la nota.

–No, pues.. Sí, pero no.

– ¿Qué?

–No soy yo el de las notas, Ana.

Ana hizo una mueca.

–Si no eres tú, ¿quién es?

–Pues...

–¿Lo ves? ¡Eres tú! ¿Por qué te molestas en ocultarlo?

–Ana... –Gabriel negó. –El chico misterioso es...

–Yo. –Respondió una voz a sus espaldas. Ana se giró levemente y la emoción se subió hacia sus mejillas. –Soy yo el de las notas. Siempre fui cuidadoso, pero no hay nada de malo en equivocarse algunas veces. – Dijo el chico guiñándole un ojo.

–No puedo creerlo... –Susurró Ana. –¿Pero... ?

El chico rió.

–Eres mala siendo detective, y yo muy bueno despistándote.

– ¿Así que yo te gusto?

– Creo que gustarme es poco.

– Todo apuntaba a Gabriel... – Ana volvió a susurrar. – Incluso por un momento creí que Rodrigo...

El chico asintió.

– Él estaba interesado en tí, pero no lo suficiente como para que seas su novia.

– Oh.

La mejillas de Ana se calentaron.

– Me gustas, Ana.

Ella sonrió.

¡Hola, Ana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora