Las pisadas eran aún más fuertes, las ramas empezaban a agitarse producto del mismo movimiento. Claramente pude observar algo de gran tamaño aproximarse, no tenía la menor duda de que se trate de aquel engendro deforme, al parecer algo le había guiado hasta aquí. Unas enormes garras empezaron a asomarse por los arbustos, abriéndose paso entre el follaje, dejándose mostrar la horripilante criatura reconociéndola en el acto.
—Pero que carajos es eso —dijo alarmado el Sargento mientras veía aquel engendro acercarse lentamente.
Su cuerpo estaba lleno de quemaduras y llagas producto del último enfrentamiento que tuvimos, a pesar de ello lucía más amenazante. Su horrenda mirada se fijó en nosotros para después soltar un gruñido aterrador, haciéndonos estremecer.
El Sargento al ver a Rider inquieto, golpeó fuertemente la cabeza de éste con el mango de su arma, dejándole inconsciente.
— ¡Metan a este inútil dentro del vehículo! ¡Nosotros nos haremos cargo de esa cosa! —Ordenó el sargento al mismo tiempo que lo colocaban dentro del transporte impidiendo que se escape y dando inicio al enfrentamiento.
— ¡Almeida ve por la izquierda, Abbi ve a la derecha, Topo y yo iremos por el frente! ¡Preparen sus armas y estén alertas! Devolveremos a esa cosa de vuelta al culo del diablo... —exclamó airado el sargento.
— ¡GRRROOOOWWW!
La criatura dio un gruñido estremecedor y empezó a correr hacia donde estaban mientras que los mercenarios se desplegaban por todo el terreno sin perder de vista al monstruo. Los punteros laser apuntaban directo al cuerpo deforme del engendro esperando la orden del sargento para disparar. Un movimiento brusco de parte del monstruo empezó el enfrentamiento, las balas impactaban de lleno a la vez que éste atacaba dando zarpazos, al mismo tiempo que los mercenarios lo esquivaban con facilidad ante la mirada atenta de nosotros.
Aquellos sujetos estaban muy bien entrenados, sus movimientos eran agiles y perpetuaban muy bien el ataque, se notaba mucha experiencia en ellos, sin embargo el monstruo parecía estar aún más furioso de lo habitual. De cerca vi aquella mujer que respondía al nombre de Abbi al igual que el otro sujeto llamado Almeida rodeando al engendro, lanzándole disparos y moviéndose ágilmente a todos lados a modo de distracción, mientras que el tal Topo y El Sargento hacían lo suyo. Sin duda era una excelente estrategia.
Noté que el monstruo empezaba a debilitarse ya que sus ataques eran menos intensos, llegando al punto de detenerse y quedar inmóvil, seguidamente que los mercenarios empezaron a encerrarlo aún más.
— ¡Sargento lo neutralizamos! —dijo el tal Topo
La criatura se detuvo por completo, quedando de rodillas ante el ataque mortífero. No lo podía creer, no salía de mi asombro ver a esos sujetos reducir aquel monstruo.
—Esto es imposible... lo lograron... —dije sorprendido
Emily había quedado extasiada al ver toda la acción. Los mercenarios empezaron a rodear al monstruo mientras podía ver a aquella criatura indefensa por el ataque.
—Esto fue pan comido... —alardeaba El Sargento acercándose más al monstruo y apuntándole con su arma queriéndole dar el tiro de gracia.
El engendro había notado su presencia, el cual, en un movimiento rápido, golpeó al Sargento, lanzándolo por los aires y cayendo a la grama, ante la mirada atónita de sus encauses.
— ¡SARGENTO! —gritó desesperado uno de sus subordinados, disparando a la criatura desesperadamente mientras los demás parecían haber perdido la cordura.
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RESIDENT EVIL: Pesadillas del Pasado
HorrorDespués de los acontecimientos ocurridos el 28 de Setiembre en Raccoon City, Lucas Morillo, uno de los supervivientes, pensó que toda esa pesadilla por fin había terminado y decide regresar a Brasil para intentar olvidar aquella traumática experienc...