Capitulo Siete

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El calor arrasador de Florida no le había impedido salir esa mañana de muy buen humor, besó a quien se encontraba a su lado y luego de un suculento desayuno llegaron hasta  el Centro de Ciencia Marina (Marine Science Center) ubicado muy cerca de las playas de Daytona, eran sus vacaciones y había decidido que dejaría de lado todas las responsabilidades inherentes a su trabajo y disfrutaría de pasar un tiempo de tranquilidad. Pasearon por el acuario conociendo las distintas especies que se encontraban, hasta le dieron la posibilidad de tocar las rayas que se encontraban en un gran estanque.

-Me gusta, la verdad es que ha sido una mañana bastante productiva- comentó en tanto esbozaba una gran sonrisa -¿Qué hacemos ahora?

-¡A la playa!- se escuchó en tanto salían de aquel lugar.

 Nick había llegado hasta allí pero con otro propósito, junto a un par de voluntarios traían una tortuga marina que habían hallado cerca de Palm Beach, para rehabilitarla y poder devolverla al mar lo más pronto posible. Luego de dejar todo en orden salió de allí, en tanto insistentemente sonaba su teléfono celular, miraba la pantalla y el nombre de Lauren titilaba en ella. Un timbrazo más y tuvo que responder. Perdido en la discusión que mantenía tropezó con Charis-¡Disculpe!- se escuchó sin siquiera prestar atención

-No es nada- respondió sin mirar y continúo su camino

-Bien Lauren hablaremos cuando llegue, ahora no tengo tiempo- respondió a la vez que colgaba la llamada. Sintió un aroma particular, un perfume que le traía miles de recuerdos y su corazón comenzó a latir de manera desenfrenada. Tenía la esperanza de que fuera Charis. Apresuró su paso, pero no logró hallarla.- ¡Maldición! Tengo que dejar de pensar en ella- se recriminó. Miro el océano y decidió que era momento de dar un pequeño paseo, no tenía ánimos de manejar nuevamente. Se dirigió hasta la camioneta y luego de tomar una gorra y dejar su calzado en ella caminó por la cálida arena.

 Charis había dejado que el sol acariciara su piel, se sentó a observar el paisaje y la paz que le transmitía aquel lugar, se dejó invadir por la brisa marina, se sentía feliz.  La playa estaba despoblada ya que la mayoría de los turistas preferían playas más exclusivas.

 No había pasado más de diez minutos que Nick la divisó a lo lejos, sintió como un cúmulo de sentimientos lo invadían y como en el estómago afloraban los sentimientos que tiempo atrás habían quedado estancados. Era ella, su cuerpo exquisitamente tallado y la inconfundible marca de nacimiento le daban la pauta. Se acercó lentamente, por un segundo dudó al ver que su cabello era rubio y no castaño como a él le gustaba, pero confió en sus instintos – Hermoso lugar... y mucho más porque te encuentro después de tanto tiempo...- habló agachándose cerca de ella sin quitar la vista del océano.

Cerró sus ojos y rogó que la persona que le había hablado no fuese Nick, los abrió muy lentamente y dirigió su mirada hacia donde se encontraba éste. Indefectiblemente era él, estaba distinto, se había dejado crecer la barba, su cabello era largo dejando ver un par de canas, pero su sonrisa estaba intacta. Se le corto la respiración, una mezcla de pánico y desesperación se apoderaron de su mente poniéndose de pie en un salto- ¡Nick!-

-Sabía que eras tú, el perfume que dejas en el aire me trajo hasta ti, pero me resulta muy alocado el lugar donde nos volvemos a encontrar- respondió sin poder quitar la cara de felicidad que lo iluminaba

-Nunca contemplé la posibilidad de volverte a ver- pronunció nerviosamente apretando el sombrero blanco que llevaba entre sus manos

-Pasaron años, unos cuantos años desde que me dejaste... Volví a buscarte, pero me dijeron que regresaste a Argentina- hizo una pausa- desde entonces cada vez que viajaba allí te buscaba entre la gente, sin perder la esperanza de que te dignases a aparecer en uno de mis conciertos... Pero nunca te pude hallar... Lo más loco ¿sabes qué es?

Alguien como Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora