Capítulo Diecisiete

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El tiempo comenzó a pasar, pronto volvería el verano y Nick disfrutaba de la presencia de Isabella en su hogar, verla tan llena de vida lo mantenía feliz. Esa tarde recibió un llamado luego de tres meses de investigación

-Encontré el donante de médula ¿Podemos vernos?

-Si claro.

Llegó y sin más Marcus le entregó los papeles que había logrado rescatar del software de la clínica -es complicado porque tiene muchos artilugios- comentó en manera de disculpa

-Te tardaste

-reconozco datos no análisis de sangre – dijo excusándose

-Gracias Marcus, tus honorarios- extendiéndole un cheque

-De nada.

Rápidamente se juntó con Reylee Prescot, su médica de cabecera

-Nick, tú y tus ocurrencias... a ver- tomando los análisis

-Son de un tal M. T. Brickman, al parecer una compatibilidad bastante elevada, un noventa y tres por ciento. Este es el donante. A ver estos otros...- mirando detenidamente los laboratorios levantó la ceja y miró a Nick- Bien al parecer esta persona es compatible con N.G. Carter, L.I. Carter y C. Brickman... son compatibilidades muy buenas, por lo menos sabes que si tienes un problema de médula sería tu donante...

-Solo esos datos...

-Si, ahora... ¿por qué hay un laboratorio de ADN aquí? Nick...- mirándolo absorta- M.T.Brickman y tu son compatibles de ADN en un noventa y nueve por ciento...

-¿Qué quieres decir?

-Es hija o hijo tuyo...- dijo sin más

 Nick la miraba incrédulo. Empalideció, sintió que estaba en caída libre sin arnés que lo sujetase, quería procesar todo lo que Reylee le decía.- Eso quiere decir que tengo un hijo o hija allí afuera

-Pero no es cualquier hijo o hija, es quién le donó la médula a Isabella, quien atendió a tu hija sabe quién es el donante

-Charis... Por Dios Matt- todo comenzaba a tener sentido, el nerviosismo en la playa, el parecido que le encontró su madre, la amistad  tan reciproca que tuvo con Isabella, la conversación con Emanuel, todo coincidía, Matt era hijo suyo... Salió consternado, llegó hasta el edificio que se encontraba cercano al suyo. Escudriñó la puerta de entrada y esperó pacientemente, pero esa noche no apareció. Se dirigió hasta la clínica, sin pedir permiso ingresó al consultorio donde habitualmente Charis lo atendía, pero ella no estaba allí, en su lugar un joven médico estaba organizando varios papeles

-Disculpe ¿y la doctora Galarza?- preguntó atónito

-La doctora Galarza ya no trabaja aquí- respondió

-No puede ser, no entiendo ¿Qué sucedió?

-¿Usted es?

-Soy el padre de Isabella Carter

-Ah, si aquí esta...- mostrándole la pizarra de notas- Usted debería dirigirse por cualquier inconveniente con el Doctor Albert Ronics, es el director de la clínica, su despacho esta en...

-Lo sé, gracias- salió rápidamente y llegó hasta la dirección

-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlo?- interrogó la secretaria al verlo

-El doctor Ronics

-¿Tiene cita?-

-¡no demonios no!- comenzaba a impacientarse

-Disculpe el doctor Ronics no atiende sin cita previa- esbozando una gran sonrisa

-Soy Nicholas Carter, por favor o me anuncia o me anunciaré yo mismo- su rostro se había tensado y sus ojos  estaban cargados de ira

Alguien como Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora