Capítulo 21

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Al día siguiente, Bastian volvió a llegar tarde, se apoyó en el escritorio de Leonora y le anunció que se iría temprano porque tenía que asistir a una fiesta.

-Pero.. dijo ella y él le hizo señas de que lo siguiera al interior de su oficina.

-Sospecharán si de repente nos la pasamos trabajando hasta tarde, Leoncito.

-¿Entonces esto de retirarse en una treta?

-Sí, seguiré trabajando desde casa. En un par de horas también te retirarás.

-No pienso ir a su casa.

-No te invité, Leoncito. ¿Existen las cámaras web, sabías? Podemos seguir trabajando desde nuestras casas y comunicarnos on line. Ese es el plan del día.

La otra opción es seguir trabajando hasta tarde todas las noches y hacerles creer que estamos teniendo noches apasionadas aquí dentro...¿qué opción prefieres?

-Usted en su casa, yo en la mía – dijo ella levemente sonrojada y se retiró.

Un par de horas después, estaban comunicados por medio de cámaras web.

-Un, dos, tres, probando – dijo Bastian mientras le sonreía desde la pantalla - ¿Sabes Leoncito? Esto me da algunas ideas...

-No quiero saberlas, sólo vaya diciéndome las cifras así puedo armar el cuadro.-dijo ella seriamente.

-No eres divertida.

-Ni pretendo serlo.

-De acuerdo, a trabajar – dijo él y así lo hicieron durante varias horas hasta que él decretó que era hora de descansar.

-Pero aún falta mucho.- se quejó.

-Ve a despejarte un rato Leonora, ambos lo necesitamos, mañana seguiremos.

-De acuerdo, pero no se quede trabajando solo. -¿Quieres venir?
-No me refería a eso, sólo que deje de jugar a Batman y descanse también y cene comida decente.

-¿Te estás preocupando por mí Leoncito?

-Sólo digo que coma bien , no tiene sentido que se enferme y desperdiciar todo el esfuerzo y que tanto teatro no sirva para nada...

-Tienes razón, tenemos que logarlo, tenemos que hacer que valga la pena, más si el precio es que me odies.

-No lo odio.

-Leoncito...

-Vaya a despejarse o lo que sea, voy a apagar esta cosa...- dijo ella.

-Nos vemos luego, en carne y hueso...- dijo él sonriendo y Leonora apagó la computadora.

Los días siguientes no variaron mucho de aquella rutina, trabajaban preparando los documentos, las pruebas de la corrupción en la empresa y la nueva propuesta de Bastian para sacarla adelante, al tiempo que mantenían su relación de tire y afloje.

Él intentaba acortar las distancias y ella hacía lo posible por mantenerlas, aún así, mantenían una especie de tregua. Ambos sabían que tendrían que tomar decisiones luego de la reunión de la junta, pero hasta entonces podían estar juntos, aunque más no fuera como jefe y secretaria.

Finalmente llegó la víspera del gran día, la última noche de trabajo, Bastian insistió en llevarla y Leo aceptó.

-¿Está nervioso?

- Sólo un poco, probablemente me expulsen definitivamente de la familia, algún directivo ofendido me inicie acciones legales o alguien se me lance a la yugular...

Pequeña LeonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora