21.- Suegris buena onda y los culiaos calientes.

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— ¿C-conmigo?

— Si pue Gabi, ¿con quien más?

Me reí nerviosa — Verdad — contesté.

— Mira, ya se que estás con mi hijo — me dijo mientras cerraba las persianas y la puerta. Tragué saliva, conchetumare la profecía es cierta, yo dije que me iba a descuartizar y me iba a meter en una bolsa de basura weon.

— ¿En serio?

— Gabriela, no soy tonta y mi hijo se pone aweonao cuando se enamora — contestó — Por eso quería hacer algo — dijo acercándose a mi.

Mierda, adiós mundo, bai vida. Fue un gusto.

Cerré los ojos con fuerza esperando el golpe en la nuca pa quedar inconsciente, pero a cambio de eso sentí sus brazos rodeándome.

Abrí los ojos y me estaba abrazando.

QUÉ CHUUUCHA.

— ¡Que lindo que estés con mi hijo!

EXPLÍQUENME QUE NO ENTIENDOOOO.

— ¿Sabes? — me soltó tomándome por los hombros y mirándome a la cara y estoy segura que tenía una cara de impakta3 — Tienes absolutamente todo mi apoyo hija, desde que me enteré que te gustaba mi hijo me encantaste — dijo emocionada.

— Ah, gracias inspectora — dije aún como pa entro.

— ¡Ay Gabi! Dime tía Vero — me sonrió.

[...]

— ¡Gabriela corre! — me gritó el Fabian riéndose. Miré para atrás y la Arlett venía terrible enoja asi que apreté cachete y salí echa un peo por el pasillo hasta entrar al único baño cerca: el de los niños.

— ¡Arle no! — le pedí riéndome — Yapo, no seai mala ondi, si era una bromita noma. Estábamos en artes y le había pedido permiso a la profe para ir a lavar el pincel para poder arrancar de la Arle.

— Bonita tu wea de broma conchetumare ¡Por tu culpa voy a parecer payaso todo el día weon!

— Ay si un poco de pintura no le hace mal a nadie.

— ¿¡Un poquito!? ¡Weona me pintaste la trenza entera! Me dejaste la zorra en el pelo, así que ahora no te salvai — primero me tiró agua por el lavamanos y quedamos las dos entera mojas, mas encima andábamos con uniforme. Después me pescó del brazo, me tiró al piso y caí de espalda. Ella se sentó encima mio.

— Uy, viólame beibi — le dije riéndome.

— Ya quisierai weona, pero ahora no. En mi casa mas rato si querís — me guiñó el ojo riéndose.

— Se me paró weon — sentimos que alguien habló.

— ¿A vo también? — le preguntó una segunda voz. Miré a la Arle y se encogió de hombros.

Dos minas con falda, mojas enteras y una encima de la otra, definitivamente era como un video porno po weon.

— ¿Vamos a hacer lo mismo del otro día wacha? — me preguntó y me guiñó el ojo de nuevo, esta vez en señal de que le siguiera el juego.

— Obvio po, fue tan rico antes de ayer weona, me dejaste caliente — le contesté y me tapé la boca para no reírme fuerte.

— Conchetumare me duele la wea.

— Cagaste, vai a tener que ahorcar el ganso.

Y ese comentario fue la gota que rebalsó el vaso.

— ¡CONCHETUMARE! —exclamé escandalosamente riéndome junto con la Arle.

— Es que weon no podi po — dijo la Arle con voz aguda producto de la risa.

Weona yeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora