— Corre weon, antes que la Gabi nos vea — le dije pescándolo de la mochila.
— Apúrate apúrate — me empujó.
— ¿Pa onde van arrancando? — nos preguntó la Arlett. Chucha — Si van a pegarles a los de tercero, yo los apaño con gusto. Tengo unas ganas de sacarles la chucha — dijo acertando de lleno.
Caminamos por el pasillo cuando todos estaban listos para irse a sus casas un día Viernes a las una.
— Mira, esos dos flaites son — me señaló la Arle.
— ¿Fuiste vo' el culiao que se pajeó mirando a mi polola weon? — le pregunté apenas lo tuve cerca.
— ¡Este pajero culiao me dijo que lo hiciera! — se defendió el que se veía más pollo.
— ¿Y quién chucha te creí vo' pendejo culiao? ¡Si lo hice lo hice nomas po! ¿Que tanta wea? ¡Las maracas estaban ricas!
— ¡No vengai a hablar así de mis mejores amigas aweonao culiao! — le dijo el Fabian muy enojado agarrándolo de la camisa, pero el loco lo empujó y salió a la chucha más uno.
Oh, siento un aura bien brígida a mi lado. Ah, es la Arle.
Ella avanzó más enojada que la chucha y le voló el hocico de una sola cachetá.
— ¿A quién le veni a decir maraca vo pajero culiao? — le preguntó la Arle hirviendo de pura rabia. Se había formado un circulo de puros sapos y todos se habían quedao callaos. Ella era la mina más brigida, bélica y chora que conocía, después de la Gabi.
— Mira weon, estaré rica y todo. Pero no necesito de un weon que ni siquiera tiene respeto por si mismo para que me lo recuerde. Es bien feo que se pajeen delante de una ¡Por que si cabros, entérense! Este asqueroso se estaba pajeando mientras me miraba — dijo dirigiéndose a los que estaban expectantes — Y respétame culiao, que tu mamita también es mujer — con lo último que dijo le dio dos golpecitos en la mejilla, se dio media vuelta y se fue como toda una badass.
[...]
Narra la Gabi.
— ¡MÁMAAAAA!
— ¿QUE WEA QUERI?
— ¿HAY VISTO MI TOALLA AZUL?
— ¡BÚSCALA EN EL PATIO! — con lo último que me gritó corrí al patio. Se suponía que en quince minutos más iban a llegar todos a buscarme pero como siempre dejo todo para última hora y ahora no se dónde tengo las weas.
— Hola Gabi — me saludaron.
— Hola — contesté y corrí de vuelta a mi pieza, abrí el bolso eché toda la ropa desordenada, no había tiempo para andar doblando las weas.
MIERDA.
Puta que soy aweona, vamos a un campamnto de "estudios" y no llevo ni una caga de libros.
— ¡MAMÁ! ¿HAS VISTO MI MOCHILA DEL COLEGIO? — grité mientras bajaba las escaleras.
— Aquí está mona, apúrate — alguien me pasó la mochila y subí de nuevo las escaleras corriendo, a este paso las piernas me iban a quedar duras weon.
CALMACIÓN... ¿MONA?
Giré la cabeza tal cuál exorcista y ahí estaban los tres culiaos sentados esperándome.
— Gabi culia — se reía la Arlett.
— Siempre andai dejando las weas por cualquier lao. Mejor apúrate que la Génesis nos va a pasa a dejar.
[...]
— ¡VAMO DE PASEO! — canté cuando ya llevábamos un rato de viaje hasta la cabaña.
— PI-PI-PI
— EN UN AUTO FEO
— ¿Cómo que auto feo? Fea vo perra culia — me retó la Génesis.
— PI-PI-PI
— ¡PERO NO ME IMPORTA!
— PI-PI-PI
— ¡PORQUE LLEVO TORTA!
— PI-PI-PI-PI
— Ya "porque llevo torta" — me habló la mamá de la Génesis — Ya llegamos. Se portan bien, mañana los voy a venir a ver en la mañana ¿Ok? Y porfa Gene, que estos monitos no me quemen la casa — dijo tirando la talla y después se fue. Hacía un calor del terror, el sol pegaba asquerosamente fuerte y las gallinas de la Génesis corrían de acá para allá.
— ¿Tienen hambre? Primero entremos y comamos algo y después estudiamos ¿Ya? — nos propuso la Génesis. Me saqué el chaleco porque me estaba cagando de calor y miré a mi alrededor. La parcela había cambiado caleta desde la última vez que vine que había sido el mes pasado.
De repente me llega un pape en toda la cabeza.
— ¡Oye que wea! — me di la vuelta y ahí estaba la Arlett sonriéndome.
— Estabai muy seria, tenía que sacudirte.
— ¿Qué comemos? Por acá hay cosas para preparar pizza.
— ¡DALE! Me muero de hambre — grité.
[...]
Al final hicimos la pizza y el día se nos fue haciendo puras weas menos estudiando, y era obvio ¿Que wea pensaban que nosotros veníamos a estudiar? Esas eran nuestras intenciones pero a quien vamos a engañar, nosotros solos en una parcela, con un sol que mataba, piscina, comida y peliculas ¿Qué íbamos a estudiar? ¡Nada!
NIÑOZ ZIN KNTROL xdxdxdxd
Ah ya, cálmate.
La cosa es que no hicimos ni una wea y ahora son como las ocho de la noche y estamos viendo una película de terror más encima.
— ¿Te imaginai aparezca un asesino serial así de la nada y nosotros solos acá? — me preguntó el Fabian.
— Ay, aweonao no habli weas queri — le respondí. El culiao me asusta po.
— Ay si a la nena le da miedo — empezó a molestarme — ¡BUUU!
— No importa, yo te protejo mi amor — me dijo el Ignacio y pasó su brazo por encima de mi hombro.
— Ugh los culiaos empalagosos, me dan diabetes — comentó la Génesis.
— Yo voy a proteger a la Gabi hasta el final.
De repente golpearon la puerta entero fuerte y se cortó la luz.
— ¡CONCHETUMARE! — gritó una mina y no había sido yo.
— Cálmense weon — susurré — Ni que nos fueran a matar.
La Génesis prendió la linterna de su celu y cuando me alumbró el Ignacio estaba aferrado a mi brazo.
— ¡Casi me rompis el timpano con tu grito aweonao! — le reclamó el Fabian y le pegó en la cabeza.
— ¿FUISTE VO EL AWEONAO QUE GRITÓ? — dije a punto de ponerme a llorar de risa, oh weon, ahí quedó el que me iba a proteger siempre ASDFGHJKL.
Pero nah, igual lo amo al miedoso culiao.
Además, miedoso o no, sé que siempre me protegerá.
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No les diré nada cabras, se que estan enojadas, LLEVO UN PUTO MES SIN ACTUALIZAR, MEREZCO LA MUERTE.
Igual, gracias por esperar, espero que les haya gustado.
-Javivi
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Weona yeta.
Ficção AdolescenteGabriela de cierta manera atrae la mala suerte donde quiera que vaya, en buenas palabras era YETA y todo en su vida empeora cuando decide ir a por Ignacio, su amor desde siempre. ¿Creen que en este caso, su "yetecidad extrema", le causará problemas...