Capítulo 2: No soy un "calzonazos"

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Vanesa y María se fueron a clase mientras que yo decidí ir primero a la sala del director. Necesito darle los papeles de la matricula que mis padres pasaron por alto. Entre tanto trabajo no tienen casi tiempo para mí.

Miro los carteles de las puertas. Todo menos dirección. Me acerco a un profesor que merodea por allí para pedirle indicaciones. ¿Cómo puede ser este maldito instituto tan grande?

—¿La nueva no?— sonríe. Asiento tímidamente. Decide guiarme antes de empezar su jornada laboral. Intento memorizar el camino para poder llegar lo mas pronto posible a mi primera clase después de hablar con el director.—Es aquí, la segunda a la derecha—me indica un pasillo de la primera planta. Le doy las gracias y me marcho.

Cuando llego, toco la puerta con los nudillos y tras oír un débil "adelante" entro. El director parece un hombre mayor, yo le calculo sesenta y dos  años. Tiene el pelo blanco y casi toda la dentadura. 

—Tu debes de ser Rebeca Philm— levanta la cabeza para mirarme. 

—Si, soy yo—me acerco a su escritorio y me siento en las sillas que hay enfrente — he venido a entregarle los papeles de matriculación firmados y también la hoja donde sale todo lo que he cursado en...— la puerta se abre de golpe.

—Señor director, he venido a traerle al rebelde— dice el profesor mientras mete a un joven a la sala tirándole de la chaqueta. Intento no reírme. ¡El profesor tiene el pelo verde! El director los observa de pies a cabeza y por fin habla.

—Bonito cambio de look— le dice al profesor. El joven se ríe y la victima no parece muy contenta.

—Esa no es la cuestión—dice el profesor indignado.

— Blair...— el director niega con la cabeza mientras sonríe levemente. — Es el primer día de clases y ya estás causando problemas.— El profesor lo arrastra hacia la silla de mi derecha.—¿Qué ha hecho esta vez?

Yo también lo examino y veo que debe ser de los populares. Tiene ojos castaños verdosos, pelo castaño y con mechones naturales rubios. Tiene buen cuerpo y creo que está en el equipo de fútbol del instituto, ya que lleva una chaqueta del club. Creo que lo he observado demasiado pero es que es muy guapo.

—No, no— dice el profesor interrumpiendo mi observación—¿Qué no ha hecho?— añade— díselo tú— anima el profesor con malicia. Estará en un problema muy gordo.

El chico suspira.

—Solamente he reventado una ventana del instituto con un balón de fútbol— el director no se sorprende así que debe de estar acostumbrado a oír esas noticias.—También sin querer he pintado al profesor el pelo de spray verde.

Evito reírme pero al parecer se me escapa una carcajada. Todos se me quedan mirando. ¿Sabéis cuando en momentos tensos no podéis parar de reír? Pues eso me pasa a mí. 

—Lo siento— sonrío tímidamente ante la mirada del chico una vez que consigo callarme. El director asiente.

—¿Solo es eso?— pregunta el director desganado. ¿Sólo eso? A mi ya me habrían expulsado.

Blair asiente desganado

—¡¿Solo?!— grita el profesor —¡¡Me ha pintado el pelo de verde!!— hace señales exageradas dirigidas a su cabeza. Sonrío ante su acción. Esto parece el club de la comedia.

—¿Qué te parece tan gracioso niñata?— el profesor me mira fijamente y con mala cara — ¿Tus padres no te enseñaron modales?

Oh no, dime que no acaba de decir eso. Clavo mis ojos en él y levanto una ceja.

𝓝𝓸 𝓽𝓮 𝓮𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓪𝓹𝓾𝓮𝓼𝓽𝓪   [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora