ßelieve it [Harry Styles]

Capítulo 3

Narras tú:

Vero y yo nos sentamos en una mesa al lado de los chicos populares. No era una buena elección pero era la única mesa que quedaba libre.

-Tú solo ignórales -me susurró.

Asentí disimuladamente y tomé asiento en una de las sillas, lo más alejado posible de ellos, aunque debido a las cercanías de las mesas no era mucha la distancia que me separaba del moreno. Zayn creo.

-Entonces, ¿has oído lo de la fiesta de Alex? -dijo bajando mucho la voz, lo que había falta era que estos se enterasen.

-Sí -dije en el mismo tono- pero no sé si voy a ir.

-¿Cómo qué no? -dijo alzando mucho la voz. Al darse cuenta de que todos la miraban se disculpó y volvió a hablar en el mismo tono bajo de antes- tienes que ir, oportunidad de rollete asegurada.

En eso último volvió a alzar la voz, pero esta vez creo que lo hizo de manera completamente consciente. Ella secunda la idea de que a Harry le gusto, cosa imposible en mi mundo pero perfectamente posible en el suyo. Creo que quiere ponerlo celoso, pero lo único que va a conseguir va a ser liar las cosas aún más. En su dura cabeza no cabe la idea de que a Harry no le intereso.

En ese instante, Alex, el organizador de la fiesta de la que hablábamos, se acercó a nosotras, seguramente incitado por los gritos de Verónica.

-Hola chicas -dijo tomando asiento- he oído que hablábais de mi fiesta, ¿vais a venir verdad? -dijo mirándome sin ningún pudor.

Íbamos a responder cuando una figura mucho más alta y corpulenta que él lo levantó por el cuello de la camisa.

-Oye pijo, me parece que se te ha perdido nuestra invitación -le dijo Harry.

-Suél-suéltame -fue lo único que logró decir, le estaba ahogando.

-¡Harry! -gritó Vero- ¡no eres quién para meterte con él! ¿me oyes? ¡suéltale!

En ese instante de confusión, Alex aprovechó para soltarse y salir corriendo de allí. Harry y Zayn tomaron asientos en las dos sillas que quedaban libres en nuestra mesa y comenzaron a mirarnos descaradamente. Hasta el punto de que se nos quedara esa sonrisilla tonta que se te queda cuando un chico guapo se queda mirándote.

-Rubita -habló el moreno dirigiéndose a mí- tienes que controlar a tu amiguita, no me gusta como le grita a Harry.

¿Qué le pasa? Nos trata como si fuéramos idiotas.

-Déjame en paz -le dije de mala manera y a la vez un poco desilusionada de que fuera él quien me hablara en vez de Harry.

-La buenecita se rebela -bromeó el del cabello rizado- ¿qué era eso de la fiesta?

-Sí, a nosotros no nos habéis dicho nada ¿eh? -negó con la cabeza Zayn- y eso está muy mal.

-No tenemos porque hablar con vosotros de nada -les retó Verónica. Me agarró del brazo y me sacó de allí hacia la próxima clase.

-¡La que has liado! -protesté mientras recorríamos el pasillo.

-Esto demuestra que Harry está loco por ti, sino no hubiera agarrado así a Alex -dijo dándose por satisfecha.

-¡Pobrecito, qué le iba a ahogar! -le di un pequeño empujón- y no, Harry no está loco por mí, que se vaya metiendo en esa cabeza tan dura que tienes.

-La que tiene la cabeza dura eres tú -contraatacó- ¿no lo ves? No dice nada porque Zayn también está detrás de ti.

-Primero Harry y ahora Zayn, ¿qué es, una manía que tienes? Habrán hecho una apuesta, querrán batir un record, liarse con todas las del insti, yo que sé -protesté-, lo único que quiero es olvidarme de Harry para no volver a sufrir, ni a llorar, ni a dejar de...

-No toques ese tema por favor -me amenazó, ella conoce los problemas que tuve con la comida respecto a este asunto- si lo que quieres es olvidarlo me parece bien -aclaró- y por eso una de las mejores maneras es tirarse a uno en la fiesta del viernes.

-Sabes que soy...

-Virgen, lo sé -terminó la frase por mí- pero con tirarse me refiero a liarse o emborracharse, lo que quieras, solo hazlo y vive un poco. No eres tan invisible como piensas, solo te digo eso.

-No te entiendo -dije desconcertada.

-No tienes porque hacerlo -me guiñó un ojo- y vamos, que llegamos tarde a matemáticas.

Entramos en el aula y nos sentamos en nuestros sitios de siempre. Minutos después entraron los cinco y Harry y Zayn se sentaron detrás nuestra. A mi espalda estaba Harry y a la de Vero, Zayn. Estuvieron toda la clase dando patadas a las sillas,echándonos hacia delante y hacía atrás, cogiéndonos las cosas, tirándonos bolitas de papel, etc., hasta que acabó la bendita hora.

-¡Ya te podrías haber ahorrado lo de la clase de hoy! -le grité a Harry cuando el profesot ya se había ido.

-¡No te quejes! Ha sido una clase muy divertida -se bufó.

-Para mí no -dije dándome la vuelta.

-¿Qué haces dándote la vuelta en mi cara eh? -protestó haciéndose el gracioso.

Me dio la vuelta y me levantó bruscamente, sentándome en su regado, ya que él se había sentado sobre su mesa. Juntó su frente con la mía y se mordió el labio, mirándome con sus preciosas esmeraldas. Se escuchó un "uh" por parte de toda la clase, pero me daba igual, estaba una nube con un ángel a mi lado.

-Déjame -susurré acercándome poco a poco a sus labios, quería tenerlo en mi poder, por una vez.

-¿Por qué? -dijo completamente hechizado, como yo quería.

-Porque tenemos que ir a gimnasia y sabes que yo nunca llego tarde -me zafe de su agarre, cogí la mochila con la ropa de deporte y salí de clase con una sonrisa tonta en el rostro.

Narra Harry:

Muy cerca. Nuestros labios estaban a milímetros de distancia pero no me ha dejado juntarlos. Y dicen que somos nosotros los que las hacemos sufrir.

-¿A qué ha venido eso Styles? -ironizó Zayn.

-Después de haber hablado tanto de ella, me ha entrado curiosidad -le di una palmada en la espalda- id yendo para allá, que me quedo esperando a Lou.

Esperé a que la clase estuviera completamente vacía para así empezar a hablar.

-¿Has visto eso? -le dije.

-Casi Hazza, pero esto significa que ya está interesada en ti -revolvió mis rizos, por tercera vez en el día- por cierto, ¿con qué te lavas esos rizos? Están muy suaves. Debes de tardar mucho, son muchos rizos -exageró la palabra "muchos".

Es increíble como cambia de tema en milésimas de segundo. Es toda una habilidad.

-Ya te diré el nombre del champoó -negué sonriendo- ahora centrémonos en (tn__).

-Lo siento -rió- como quería decirte antes de tocar tus rizos, la tienes en el bote.

Llegó a mi cabeza la idea de cualquier idiota intentando conquistarla. Chicos como ella. Sin un pasado lleno de sufrimiento. Chicos que ella merece.

Golpeé una mesa fuertemente. Con frustración.

-Tranquilo -me calmó- la clave está en esa fiesta, tenemos que colarnos cueste lo que cueste.

-¿Tú crees?

-Por supuesto -afirmó- ¿cuándo te ha fallado tu Boo Bear?

-Recuerdas lo de...

-¡Cállate! -protestó- ¡no fue culpa mía que tu perro muriese, vale!

-Te creo, te creo -solté una sonora carcajada. Verdaderamente no sé que haría sin Louis. Es como mi hermano.

-¿Entonces...? -me incitó.

-Ya tenemos plan para el viernes por la noche -dije sonriente.