X.

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Luego de lo dicho, en el chico-luz podía notarse un entusiasmo al igual que una sonrisa que hacía presencia.

– ¿A dónde?.–preguntó Baekhyun.

– Realmente no tengo idea dónde llevarte.–se llevó la mano izquierda a la nuca.

– ¿Hablas enserio?.–Baekhyun río llevándose una mano al pecho.

– Nada más que la verdad.

Se ríen juntos por el inconveniente que tiene el alto.

Tragame tierra.

– Iremos donde nuestros pies nos lleven.–dio una idea el castaño– ¿Te parece?.

Con tal de que estemos los dos, por normal.

No está mal.–dijo mientras terminaba de ponerse las zapatillas– Te espero afue–.

– ¿Puedo ir contigo?.–interrumpió jugango con sus manos– Quisiera conocer tu hogar.

La anterior vez, Baekhyun había salido por la ventana mientras que Chanyeol salió sigilosamente por la puerta principal.
El alto sonrió colocándose detrás al castaño, poniendo sus manos en los hombros del otro y empujándolo para que avanzará, ya fuera de la habitación se colocó a su costado.

– Espera aquí.–declaró el pelinegro mientras avanzaba unos seis pasos para poder ver si es que en la habitación de sus padres se encontraba aún dormidos, la puerta semiabierta se encontraba y los padres efectivamente estaban durmiendo mientras que la televisión se encontraba prendida. Chanyeol ingresó con sigilo para poder apagar el plasma clavado en la pared.
Con la meta lograda, salió de esa habitación dejando así como estaba la puerta para evitar ruido alguno, para el alto le era imposible poder tener una visión perfecta ya que ni una sola luz había en el camino, no hasta que Baekhyun hizo presencia, este tenía sus manos entrelazadas mientras observaba lo que hacía Chanyeol– Ven.–dijo apenas  mientras logró divisar al bajito– Con cuidado, por favor.–susurró para luego avanzar hasta las escaleras.

Siguió las indicaciones dichas.

– Ch-chanyeol.–el alto volteó para ver a Baekhyun que para ese entonces detiene su caminar– No camines tan rápido.–ordenó con timidez.

– Baekhyun. –nombró– Mis padres se enterarán de que estoy, que estamos–corrigió– escapan–

– No avances rápido. –interrumpió para decir lo de antes– T-tengo miedo.

Aunque Baekhyun no podía ver perfectamente el rostro de Chanyeol, este sonreía de lado. El alto retrocede unos dos pasos para llegar al chico-luz que para eso tenía la mirada perdida. Chanyeol podía ver su rostro por la luz que irradiaba y por un momento quiso ponerse en los zapatos de él para poder sentir lo que se sentía.

– ¿Puedo tomar tu mano?.–preguntó el bajito inocentemente sacando a Chanyeol de su burbuja de pensamientos.

Baekhyun siente una electricidad por todo su cuerpo al sentir el roce de la mano de Chanyeol junto a la suya. Es cálida, es tibia y muy grande a comparación a la del bajito.

– No tienes porqué sentir miedo, Baekhyun.–dijo mientras sostenía la mano del contrario– Estoy aquí.–y con eso dicho, Chanyeol entrelazo sus dedos con lo de Baekhyun causando en el mayor un cosquilleo que no logró deducir el por qué.

Juntos bajaron con sumo silencio y se dirigieron al primer piso, Chanyeol fue hasta la pared donde se encontraba el interruptor para encender la luz, notó que sus manos seguían entrelazada ya que ni uno la había soltado. No hasta que el primero en soltarlo fue Baekhyun al quedarse boquiabierto por el bonito color de las paredes y los cuadros clavados ahí.

Luciérnaga Humana||Chanbaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora