Lo que una flor causa

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Disclaimer: Los personajes de Cómo entrenar a tu dragón no me pertenecen, derechos a Dean DeBloisa, Cressida Crowell y DreamWorks.

Reto del día 4: One- shot donde los personajes viajen a otro lugar.

•Situada a principios de Race to the edge•
...

-¿Están todos listos?- preguntó Hipo terminando de acomodar las cosas necesarias para el viaje en su bolso.
-¡Sí!- gritaron todos de vuelta
-Entonces, ¡andando!-

Emprendieron vuelo hacia el norte, esperando con ansias poder encontrar el lugar, poder encontrar la nueva especie del dragón.
-¿Cuánto falta?- preguntó Brutacio
-Brutacio, acabamos de salir- dijo Astrid
-Pero es que tengo que hacer pipi-
-¡Qué asco hermano!- dijo Brutilda
-Dijimos que hicieran antes de salir- dijo Patán asqueado
-Está bien, me aguantaré-
-Tendrás que hacerlo, porque no pararemos- dijo Astrid con un tono de enojo, nada sutil.
-Calma chicos, no peleen- intentó razonar Patapez
-No te metas en esto cara pez- le dijo Patán
-Déjalo en paz, Patán- lo regañó Astrid

Mientras que Hipo, el jefe del grupo, no decía ni una sola palabra. Al parecer estaba concentrado.
-¡Oye, sin pierna! ¿No digas nada?- preguntó Patán

Silencio absoluto.
-¡Hipo!- gritó Astrid muy cerca de su oreja
-¡Ah, ¿qué?!- gritó alarmado, saliendo del mundo de la imaginación
-¿No has estado escuchando nada?- preguntó Patapez
-¿Estaban hablando?-
-¡Qué atento estás hoy, querido Hipo, muy atento!- dijo Brutacio con un tono de sarcasmo
-Lo siento-
-Ya, calma- dijo Astrid- Dejemos el tema hasta aquí
-Bueno-

Y así, otro silencio se formó, aburriendo a la mayoría. Dos horas después, al fin alguien habló:
-¡Muy bien chicos! Según el ojo del dragón, la nueva especie debería estar aquí- dijo Hipo, cerrando su cuaderno
-Ah, Hipo, aquí no hay nada, sólo es mar- le dijo Astrid
-No lo entiendo, la isla debería estar aquí- dijo el castaño frunciendo el ceño
-Tal vez te equivocaste, sin pierna- dijo burlesco Patán
-No lo creo, Patán, nuestros cálculos fueron muy precisos- lo defendió Patapez
-Oigan, ¿y si pedimos ayuda?- sugirió Brutacio
-¿A quién, cabeza hueca?- le preguntó su hermana
-Al barco que está ahí, tarada- respondió Brutacio
-Buena idea, Brutacio- lo felicitó Hipo

Los jinetes junto con sus dragones fueron en dirección al barco, el cual no estaba muy lejos, esperaban que no fuera algún enemigo de dragones. Al estar más cerca del barco, se les hizo extrañamente familiar, era el barco de Johann.
-¡Señor Hipo!- gritó el dueño del barco, alzando los brazos
-¡Hola Johann!- dijo Hipo aterrizando en el barco, al igual que sus amigos.
-¿Qué están haciendo por aquí, joven Hipo?-
-Estábamos buscando una nueva especie de dragón- dijo Patapez con entusiasmo
-¡Qué maravilloso!- exclamó- ¿Han encontrado algo?
-Por desgracia, no- dijo Astrid
-Qué lamentable noticia. Bueno, si quieren, busquen algo de en este humilde barco, aprovechando que están aquí-
-¡Sí!- gritaron los gemelos, empezando a buscar

Los demás los imitaron, Astrid buscaba un tipo de arma nueva, Patán un espejo lo suficientemente grande para poder verse completo, Patapez unos mapas para su investigación, Hipo una nueva tinta, y los gemelos cualquier rareza que se encontrarán, de hecho, lograron encontrar algo.
-¡Wow! ¡Oigan miren esto!- gritaron
-¿Qué cosa?- preguntó Patán
-Esto- dijo Brutacio alzando una botella con una flor dentro, parecía una especie de florero
-¿En serio?- dijo Patán levantando una de sus cejas
-¡Oh! Encontraron la flor mística, no tiene un historia bien definida, pero había una advertencia sobre ella- dijo Johann
-¿Advertencia?- preguntó Astrid
-Sí, pero en modo de leyenda: se dice que si hueles esa flor quedarás fascinado con su aroma pero te dormirás durante 3 horas- contó Johann
-Qué leyenda más absurda, nosotros ya la olfateamos y no nos pasó nada- dijo Brutilda
-¿Olfatear? ¿Acaso son perros?- dijo Astrid burlesca
-Es lo mismo, pero huelan- dijo Brutilda estirando su brazo hacia los demás.
-¿Qué tan malo puede ser?- dijo Patán tomando la botella para oler la flor- Oiga, en verdad huele bien.
-¿De verdad?- preguntó Patapez
-Sí-
-A ver- dijo quitándole la flor, luego la olió- Tienes razón, huele muy bien. Miren chicos, intentenlo.

Que la imaginación fluya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora