Parte 6

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Tirado en el sofá de Joonmyun con el portátil sobre su regazo, Jongin era la viva imagen de una escena de lo más cotidiana que, sin embargo, hacía tiempo que Joonmyun no presenciaba. Desde que Jongin había irrumpido en su casa cuando Jongdae estaba allí, Joonmyun había cenado con él en un par de ocasiones, pero había evitado cualquier conversación que pudiera darle a Jongin la idea de sacar el tema; es decir, había sacado sus DVDs de Mewtwo vs. Mew y El poder de uno, y el cerebro de Jongin había quedado inundado por sus profundos pensamientos sobre Pokémon al instante. Sin embargo, aunque había estado más ocupado esquivando el tema de Jongdae a toda costa, no era tan mal amigo como para no darse cuenta de que Jongin estaba más cabizbajo que de costumbre.

—¿Cómo has estado, Jongin? —preguntó—. Siento que no nos hayamos visto mucho. He estado muy, muy liado, yo...

—¡Eso es bueno, hyung! No te disculpes. Yo estoy bien —dijo—. Esta semana vuelvo a los entrenamientos. Definitivamente. Para lanzar.

—¡Por fin!

Por fin.

Jongin levantó el brazo, ya sin vendas, y lo estiró hacia el techo con mucho cuidado, como si tuviera miedo de que cualquier movimiento brusco pudiera devolverlo a las vendas, las escayolas y el dolor. Joonmyun conocía la sensación a la perfección. Lo miró flexionar y estirar el codo mientras silbaba alegremente la canción de Lugia, y le tiró una bolsa de Doritos encima antes de sentarse a su lado en el sofá.

—¿Y Kyungsoo? —preguntó, porque sabía que él no había pasado mucho tiempo en casa, pero dado que hacía apenas un mes Jongin y Kyungsoo parecían prácticamente siameses, su repetida ausencia ahora le sorprendía un poco. Joonmyun tampoco era tan inocente como para no pensar que el reciente humor de Jongin tenía algo que ver con la repentina falta de Kyungsoo.

Jongin dejó de silbar, pero abrió y cerró la mano que tenía en alto unas cuantas veces antes de contestar.

—Él también ha estado liado —musitó—. Tiene muchas cosas en las que pensar.

No dio más detalles. Se limitó a centrarse de nuevo en la pantalla y a reanudar la reproducción del vídeo que estaba viendo. Joonmyun frunció el ceño, pero dado que Jongin había asumido que no debía mencionar lo que había visto con Chen, él asumió por su parte que si Jongin no quería hablar más era porque no había nada más de lo que hablar.

—¿Qué es? —preguntó Joonmyun, hasta que oyó una risa muy familiar salir de los altavoces de su portátil.

—Chen estuvo en el programa de You Heeyeol esta semana, y quería ver su sección —explicó Jongin, rascándose la barriga con pereza, ahora que podía usar la mano derecha—. No sé qué le pasa últimamente con las tortugas. No para de mencionarlas.

A Joonmyun se le heló la sangre.

—¿Cómo?

—Sí, mira —dijo, y giró la pantalla para que Joonmyun también pudiera ver.

Era un programa muy reciente, y Jongdae llevaba un atuendo similar a los que llevaba sobre los escenarios, nada parecido a lo que se solía poner en su tiempo libre. Negro, cuero, tachuelas. Joonmyun tragó saliva. «Son animales pacientes, fuertes, muy resistentes, ¿y no os parecen adorables, con sus caras tan serias, y cómo abren la boca para comer? —decía, mirando a la cámara con su mejor sonrisa—. Ojalá pudiera tener mi propia tortuga.» You Heeyeol lo despidió entre risas, presentándolo como «Chen, el idol amante de los animales marinos».

—¿Lo ha mencionado en alguna otra ocasión? —preguntó Joonmyun, mordiéndose el labio inferior. Sabía que Baekhyun le habría recomendado hablar en clave en los programas, para que las fans sacaran sus propias conclusiones que las llevarían, desde luego, a Joonmyun.

te tengo y no [suchen/fake dating!au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora