side kaisoo: soy invencible (2/2)

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—No creo que sea buena idea. Mañana hay entrenamiento, y te recuerdo que tú también tienes que ir.

—¡Precisamente por eso es una buena idea! Y tú ya tienes la bolsa, así podemos ir juntos directamente desde aquí —insistió Jongin, tratando de disimular su entusiasmo.

Que Kyungsoo hubiera perdido el último metro y hubiera vuelto a casa de Jongin porque no tenía dinero para un taxi no era motivo para entusiasmarse. Tampoco lo era mentir como un bellaco, diciéndole que él tampoco tenía nada de dinero. La perspectiva de que el cátcher pasara la noche en su casa, de verlo recién levantado, con el pelo alborotado y los ojos apenas entreabiertos, sin embargo... Además, Kyungsoo parecía estar casi convencido, era como si estuviera forzándose a encontrar motivos para negarse.

Kyungsoo se miró el reloj y apretó los labios.

—Ni siquiera tengo pijama —murmuró—. Y... ¿mañana voy al entrenamiento con la misma ropa?

—¿Acaso tienes otra opción? Puedo intentar pedirle dinero a Joonmyun-hyung... —dijo Jongin, a sabiendas de que Kyungsoo se negaría en redondo. Efectivamente, Kyungsoo negó con la cabeza de inmediato—. Yo te dejaré algo, hyung.

Con un suspiro derrotado, Kyungsoo se quitó los zapatos y entró en el salón.

—Bueno, supongo que podemos terminar de ver el anime. Así confirmaré mis peores sospechas sobre cómo acaba esa carrera interminable y estaré cabreado hasta mañana —dijo, y se volvió a sentar en el sofá.

—Puedes desahogarte conmigo —dijo Jongin con calma, aunque sus entrañas habían empezado a bailar una conga—. Así no asustas todavía más al resto del equipo mañana.

Kyungsoo le dirigió una mirada amenazadora ante la que el Jongin de dos meses antes se habría encogido, pero el Jongin actual solo soltó una carcajada y cogió su portátil para continuar por donde lo habían dejado. Media hora después, Kyungsoo estaba tan indignado que Jongin casi podía ver un aura oscura a su alrededor.

—Dime qué sentido tiene, porque yo no se lo encuentro —gruñó—. Lo único que hacía era ir con su bici que no tenía ni marchas hasta Akihabara, ¿y solo con eso ya puede ganar a la primera al resto de institutos, que llevaban entrenando y preparándose no sé cuánto tiempo? Venga ya.

—Hyung, es el poder del compañerismo —explicó Jongin, divertido—. ¡Todos los animes de deportes son así! Se hacen más fuertes porque tienen amigos. —Kyungsoo bufó, y Jongin se echó a reír—. A lo mejor ahora que nosotros jugamos juntos nos pasa lo mismo. A lo mejor jugando contigo me vuelvo invencible... ¡Aunque de momento lo único que he sacado ha sido una lesión!

Lo había dicho sin pensar demasiado, con tono divertido y sin ninguna intención de hacer sentir mal a Kyungsoo, pero al instante vio que el rostro del cátcher se ensombrecía todavía más si cabía. ¿Cómo podía haber sido tan tonto?

—Voy al baño. Deberíamos ir a dormir ya, Jongin —dijo, poniéndose de pie de repente.

—Hyung...

—¿Podrías dejarme algo que pueda usar como pijama, por favor? —Parecía decidido a no hablar de lo que había dicho Jongin, así que el chico se levantó y fue a buscarle una camiseta y los pantalones más cómodos que encontró.

Cuando Kyungsoo salió del baño, Jongin ya se había acomodado en el sofá y estaba revisando Twitter y martirizándose por lo bocazas que era. Kyungsoo no tenía la culpa de lo que le había pasado a Jongin, aunque era evidente que el cátcher no opinaba lo mismo, y él no había contribuido a hacerle pensar lo contrario con su broma.

—¿Qué haces? —La voz de Kyungsoo sonaba suave, contenida, seria. Jongin sintió un escalofrío. A lo mejor Joonmyun tenía razón y Jongin abusaba del aire acondicionado.

te tengo y no [suchen/fake dating!au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora