Capítulo 5 - "¿Por qué a mi?"

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Por la noche unos constantes sonidos me evitaban dormir, Rubén no se encontraba al lado mío así que opté por salir a buscarlo... pasando por el pasillo antes de la escalera escuchaba murmullos, más me acercaba más aumentaban de tono, me asomé por el barandal; creo que se me haría costumbre
—¡Pero ella no!—gritaba Rubén
—Tú ya tienes a tu esposa, Jannie es MI novia—respondía Daniel
—Por favor, Daniel, tú nunca te enamorarías y menos para traer a alguien a la casa, es algún plan tuyo
—Eso a ti no te importa. Y si no te parece bien, ahí está la puerta—Rubén bufó enojado
—¡Me tienes cansado!
—¿Y tú crees que a mí no?
—Nunca debí traer a ______ a la casa, solo debí confiar en Jonathan y mamá
—Pero lo hiciste
—Solo contéstame una cosa; ¿Acaso te sigue gustando ______?
— ¡Mierda, si! ¿Qué quieres que te diga? —pausó— Si, fantaseo con tu esposa, sueño con ella; pienso que es mía y no tuya, siento que cada noche dormimos juntos, que yo soy su esposo, no tu; que yo soy su vida, que hacemos el amor hasta quedar exhaustos...
—Rubén no soportó una palabra más, le repugnaba la idea de que su esposa estuviese con otro que no fuera él, le soltó un fuerte golpe en la cara, esto se había salido completamente de control. Bajé corriendo las escaleras mientras los dos ya estaban golpeándose, Rubén desquitaba aquella furia que nunca pudo sacar

Flashback
—Ya basta… déjense de tonterías… Josh vete por favor…— le insistí, pero lejos de hacerme caso, me tomó de la cintura, para levantarme en el aire y hacerme a un lado. — ¡Josh!— grité cuando vi como le tiraba un golpe a Rubén, este pasó el dorso de su mano por debajo de su labio inferior, para limpiar la gota de sangre que había brotado. — ¡Basta!—volví a gritar solo que ahora Rubén le devolvió el golpe. Todo pasaba tan rápido y a pesar de mis seguidos intentos de separarlos, si no era Josh, era Rubén el que me hacía a un lado. — ¡Joshua! ¡Uno más y no te vuelvo a hablar en mi vida!— le grité haciendo que volteara a verme, su ceja y labio sangraban al igual que Rubén.
—No puedo dejar que este tipo se aproveche…— me dijo molesto
— ¡Pero entiéndeme no me hizo nada! — me puse nuevamente en medio. —Por favor vete…— le volví a pedir. Tomó el cuello de su camisa y limpió sus labios.
—Sabes que te quiero…— me dijo resignado, se acerco a mí y besó mi mejilla. Miró fulminantemente a Rubén una vez más y salió de la casa, escuché el golpe de la puerta e inmediatamente llevé mis manos hacia mi rosto para ocultarlo. Me sentía terrible.
Fin del Flashback

Agarré a Rubén por la espalda colocando mi torso en ella formando un abrazo, él se detuvo; miró amenazante a su hermano y se limpio un poco de sangre de sus labios
—¡Eres un asco!—le reprochó y se volteó a verme, posó sus manos en mi cintura y pego nuestras frentes—Perdón—se disculpó
—No tienes porqué, lo escuché todo—miré molesta a Daniel quien salió a pasos pesados del lugar
—Si no llegas, juro haberlo matado—después de que él dijo eso tomé su rostro entre mis manos y lo acerqué a mi dejando nuestros labios a una corta distancia
—No, Rubén —susurré— no digas eso; es tu hermano
—Y lo sé—pausó—pero no me gusta que se meta con mi esposa y futura madre de mis hijos...—llevábamos una semana y varios días, no me había hecho la prueba de embarazo aunque yo me sentía en perfecto estado
—Pero él es tu hermano, lleva tu sangre—rocé mis labios con los de él, él paso sus brazos por completo de mi cintura apegándome más a él, tanto que ninguna corriente de aire pudiese pasar entre nosotros, nos besamos... lento y tierno, fuimos a la habitación, y después de un día muy pesado pude conciliar el sueño.

Pasamos un mes y medio, aguantando las peleas, cada día aumentaban más de tono, eran más agresivas; y yo la causante de todo, Pathy no tenía porque soportar semejantes peleas... y para terminar yo no quedaba embarazada, cada día que pasaba el miedo me consumía y Rubén se daba cuenta, me abrazaba y me decía que "todo estará bien", pero algo estaba mal... hace una semana fui a realizarme unos análisis para checar que ocurría conmigo, timbro mi celular
Mensaje: "Fui al trabajo, a las 6:00pm recogemos tus resultados, atte.: Rubén"

De alguna manera me sentía mal, ¿Que pasaba si yo era estéril?, no quiero ni imaginarlo, ¿Cómo decírselo a Rubén?, ¿Me dejaría? Él me había contado que toda su vida ha soñado con tener una familia, y no le quitaría el derecho. Aunque yo lo amo, lo amo.

Dieron las 6:30 y Rubén no se dignaba en aparecer, tomé  un taxi y me dirigí a la clínica... entré y fui al aparador, una señora de edad avanzada está revisando un par de hojas
—Buenas noches—saludé cortésmente
—Buenas noches, jovencita—dijo acomodándose los grandes lentes que llevaba
—Vengo a recoger unos análisis
—Si, dígame su nombre
—_______ Smith—de inmediato abrió unos gabinetes y revisó los documentos —Amanda, Sandra, Arlin... ¡_____!—exclamó—Tome—me entregó un sobre enorme color blanco
—Gracias—respondí con una sonrisa en el rostro
—De nada, cuídese, señorita
—Igual—sujeté el sobre con ambas manos y me dirigí a un parque cercano de lugar, me senté en unas bancas color verde obscuro, respiré hondo y cerré los ojos, abrí lentamente el sobre y saqué la hoja, abrí los ojos, leí cuidadosamente... ¡No!, no, no. ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo?; lágrimas brotaron de mis ojos, imposible que esto me sucediera a mí. De la furia mezclada con la tristeza arrugué el papel y lo metí en mi bolso, tapé mi rostro y me puse a llorar. ¿Que decía el papel? Lo explicare en cristiano. Padecía de un síntoma que era casi imposible que quedara embarazada, era teóricamente estéril; era una persona que nunca traería vida consigo al mundo, solo un milagro me daría mi anhelo y la alegría de Rubén. Rubén. Al enterarse me dejará, se pondrá furioso o muy triste, me verá como segundo plato. Él es un hombre muy atractivo, con un chasquido de dedos tiene ya cinco chicas formadas para él, cabe aclarar que estas no serán como yo, inútiles... Sí, todo me sale mal, siempre me sentí diferente, cuando creí tenerlo todo; no fue así. Nadie lo tendrá todo. Tengo que aprender a vivir con la idea de que jamás daré vida, jamás. Mi celular no paraba de sonar, pero si escuchaba la voz de Rubén me armaría en un mar de llanto. Simplemente no podría escucharlo y menos verlo a los ojos, él lo tenía que saber para que así el buscara a otra mujer, otra que le de lo que busca. No una que tenga como perchero. Me arme de valor, tomé oxígeno y contesté el teléfono.

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Hasta aquí el capítulo de la semana. Espero que les guste ^^

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¿Felices Por Siempre? (2da. Temp. "El Niñero《Rubius Y Tú》) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora