Capítulo 19 - "... estaba sufriendo por mí"

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Y la chica se separó de él. Mientras que éste aún mantenía sus brazos firmes y sin la intención de soltarla. Estaba consciente de que tenía un esposo y también estaba consciente de que lo amaba, aunque no fuera un sentimiento mutuo— según ella— negó levemente con la cabeza apretando los labios
— No, Charlie. Aún no—negó
— Pero ¿Por qué? Creo que ambos deberíamos de estar juntos; con él no tendrás el mismo cariño que conmigo— dijo como casi adivinando en quién pensaba la chica; y no es que estuviera en una equivocación
— Pero necesito un tiempo para recapacitar y pensar claramente las cosas. No es fácil— dijo insistente
— ¿Pensar qué? ¿Eso?— señaló su mejilla. Ella asintió
— Creo que tú lo sabes... amo a Rubén. Lo amo— dijo mientras que una vaga lágrima recorrió su mejilla mientras otras más aparecían
— Pero él no te ama a ti— dijo persistente. Su plan era más pensado de lo que pueden creer. Incluso hasta el final. Cada palabra que decía era fríamente calculada. Está limitado y tiene un estricto régimen que debe seguir para que todo resulte a la perfección. No fue pensado solo por él. Sus cómplices son personas muy cercanas a Rubén, demasiado se podría decir. La chica estaba herida y preferiría irse con sus padres pero ellos no estaban en la ciudad. Por ahora solo le quedaba este supuesto amigo que estaba destruyendo su vida...

Mientras fueron pasando unos días, ella se estaba estabilizando en la casa con Charles. Aunque éste pasara más tiempo fuera que dentro de esta. Viviendo con un traidor sin saberlo. Pasó una semana que sintió como un mes. Estaba más confundida que cuando llegó, y Finkers cada vez más mutua le repetía aquellas palabras que se le clavaban en el corazón; con voz fría y determinante le decía "Él no te ama a ti"; era como si la patearan por haberse caído. Por un momento pensó en huir de aquella ciudad donde todo comenzó y crear una vida en otra. ¿Pero que haría? Trabajar, llegar a casa y dormir. Tal vez, solo tal vez... eso era lo que el destino quería para ella. Tal vez, solo tal vez... el estar con Rubén nunca perteneció a su futuro. Tal vez y solo tal vez; en una pequeña y remota probabilidad, podía ser luchar por Rubén y buscar ambos el futuro que construirían juntos.

Caminaba por el angosto y rocoso pasillo del parque que al final del recorrido daba hacia un pequeño y antiguo quiosco. Siguió caminando hasta que llegó. Pudo observar como la pintura de sus columnas que en su originalidad eran color blanco, había opacado y se había transformado en un color beige, o simplemente se había caído dejando a la vista el óxido del metal. El viento otoñal rozó su rostro. Pudo pensar. ¿Qué es lo que inició con los problemas? ¿Su esterilidad? ¿El supuesto amante? ¿La amante de Rubén? La verdad era la culpa de ambos por creer esa clase de mitos, pero a veces la acción domina la razón; como era su caso. Se sintió nuevamente mareada por lo que decidió salir de ahí e ir a sentarse en un banco. Se encontraba ahora peor de lo que se había sentido en semanas anteriores, en definitiva esto no era normal en su organismo. Algo estaba mal. Eso pensaba ella. Era un dolor ahora insoportable en la cabeza. Comenzó a caminar como si así se le fuese a quitar y como por arte de magia lo dejó de sentir pero no porque caminara, sino por lo que sus ojos ahora miraban. Imposible. Si; era Rubén, ese no era todo el problema; el problema era que él no iba solo. ¡Y quién era su acompañante!
¿Acaso iban solos? Claro, pues no miraba a alguien a su alrededor. Aquel cabello rubio como el sol, sus ojos azules dominantes y su risilla chillona e insoportable. Jannies ¿Qué hacia ella con él? ¿Y Daniel? No quería respuestas, ahora sus emociones se habían mezclado formando una montaña rusa de estas. Si en un principio estaba confundida ahora lo estaba el doble. ¿Qué debía hacer? ¿Huir? Por ahora eso pensó que era lo correcto. Se encaminó hacia ellos, iba literalmente corriendo pero no iba a hablarles solo iba a hacer que Rubén notara su presencia. Hacia una semana que no lo miraba o eso pensó ya que hacia un mes que ella huyó. En su versión ella fue la única que sufrió, cuando realmente no... no fue así

Narra Rubén  

Flashback

Necesitaba disculparme con ella lo más pronto que me fuese posible. Fui el más hijo de p*ta que nunca conocí. Nunca me perdonaría haber golpeado a mi niña. Fui todas las groserías más insultantes que se me ocurrieran en ese momento. Estaba enfadado y era conmigo. La busqué por la casa y no la encontré. Me eché a llorar de nuevo; no tenía más que hacer. ¿Cómo recuperarla? ¿Se habrá ido con Charles?

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2017 ⏰

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¿Felices Por Siempre? (2da. Temp. "El Niñero《Rubius Y Tú》) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora