1.Sombras.

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 No sé por qué, pero hay cosas que veo desde que tengo memoria que no son normales y desearía no verlas, yo ni nadie. Nunca me han echo daño, sin embargo, siento su mirada cada noche y cuando despierto por las mañanas.

 El más vivo recuerdo que tengo de ellos fue a los siete años en noviembre de 2005 una noche de invierno a las 2 de la madrugada algo me despertó de improviso, abrí los ojos y me encontré sudada y creí ver algo moverse en el extremo de mi habitación, como siempre cegada por la inocencia pensé que sería producto de tantos dulces de ese día, me dispuse a levantarme e ir al baño como de costumbre, bajé lentamente de mi cama y me dirigí al baño, al llegar a la puerta de mi habitación sentí como un viento frío rozó mi cabello al darme vuelta lo único que pude percibir fue una densa nube negra alzarse y desaparecer de repente justo frente a mí. No recuerdo mucho lo que pasó después pero a la mañana siguiente desperté en mi casa como si nada hubiera pasado. 

 Siempre han sido sigilosos, delicados y sutiles a la hora de hacer notar su precencia pero desde aquella noche decidieron presentarse con más frecuencia.

 Recuerdo que dos meses más tarde en una reunión familiar que se extendió unos cuantos minutos pasadas las 11 de la noche me dirigí a la cocina a sevirme un vaso de agua, cuando sentía esa pesada presencia tan fría como siempre con la esperanza de que no se manifestase de nuevo aquella sombra espeluznante seguí mi camino, luego de haber disfrutado mi vaso de agua continué mi camino hacia la sala cuando escuché un ruido proveniente de mi habitación ya que vivo en una casa de planta baja no tardé mucho en llegar a ella cuando me dispuse a abrir la puerta algo me tomó de la mano y la apretó violentamente  para que evitase abrirla, dejándome adolorida y con feroces marcas corrí hacia mi madre para que viera aquellas marcas tan espantosas, al llegar con mi madre sorpresa no tenía ni el más mínimo rasguño.

 hasta el día de hoy esperaba que nada de esto fuera cierto, sin embargo, en el fondo sabía que esto era algo real que me mantenía vigilada por alguna razón y nunca me puede explicar. Siempre deseando que esas cosas no volvieran a pasar. Mi familia no solía asistir mucho a la iglesia pero yo como sufría por aquellas extrañas sensaciones me dispuse a rezar cada noche. Fue allí cuando me di cuenta que eso solo lo empeoró.

Ellos me observanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora