ººConsejosºº

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Las propuestas se amontonaba sobre la mesa; las cartas llegaban cada día a su departamento llenas de mensajes subliminales de los fans; su celular no dejaba de sonar con las llamadas de sus amigos, familia y su manager... estaba al pie de un colapso causado por estrés. Mucho, mucho estrés.

Aun tenia cosas que pensar y la figura de cartón de tamaño real alado de su cama, los múltiples posters de sonrisas coquetas, poses atractivas, imágenes tiernas, y la contestadora con la voz de él, no ayudaban a que su mente razonara de verdad, puesto que cada esquina y decoración de su habitación solo le llevaba a la misma fuente de sus problemas.

Al final se había acobardado, no tenía cara para presentarse enfrente de él y hablarle como si el tiempo de verdad borrara las cosas del pasado, no era capaz de trabajar a su lado sin que su corazón latiera como un demente y absurdas ilusiones fueran formándose en segundos que corrían y traían a colación una vieja amistad.

Había decidido aplazar la hora con la intensión de acomodar sus ideas y centrarse en el contexto que vivía, pero ¡Joder! Todo le resultaba contraproducente.

-¿Hyuk?... ¡Ohh por Dios, y el santo de Siwon, ¿Qué es esto?! ¿Alguna clase de secta dedicada a Donghae?  ¿No era está tu habitación?

-¡No exageres las cosas Lee Sungmin!

-No amigo- bufo el antedicho –Tu eres el que debería no EXAGERAR algunas cosas.

-¿Qué quieres?

El mayor suspiro negando con la cabeza, aquello hacia doler los ojos. –Solo quería saber que esta marmota estaba bien.

-Pues esta marmota va a salir.- gruño Eunhyuk, sacando una chaqueta de su armario antes de colocársela velozmente.

-¿Y a dónde iras?

-Con Kyuhyun tal vez. Puede que solo a caminar. Quizás llame a Sook Yon.

-¿¡Que!?

El grito de su compañero le hizo retroceder de un salto. -¡Sungmin!- le riñó.

-No, no Lee HyukJae. Prefiero verte aquí en... este lugar lleno de Donghaes a en brazos de una modelo extravagante y hueca.

-Ella no es hueca.

-¡Lo sé, pero tengo que insultarla de algún modo! Hyuk, no hagas eso, has lo que sea menos eso.

Hyukjae de verdad quería preguntar porque él y su mejor amigo no podían tolerar la idea de que rehiciera su vida con la chica. Sook Yon había demostrado ser especial, cálida, comprensiva, amable, divertida... ¿Qué más podía pedir? Sin embargo se guardó sus comentarios, y salió del apartamento con dirección al de Kyuhyun.

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-¿Puedes creerlo? Ese mocoso trato de intimidarme, de opacarme, ¡A mí! ¡Cho Kyuhyun!

-Terrible.

-¡Lo sé! No se cómo Yesung hyung puede soportarlo. Tiene una voz irritante ¿sabes lo que me dijo?

-No tengo la menor de las ideas. No estuve ahí.

-Pues te diré- gruñó. –Acababa de salir del escenario, la gente gritaba y lloraba como siempre luego de escuchar mi armoniosa y bien entrenada voz.

-Que modesto.

-Entonces llega ese niño, ese...ese tal...¡Kim RyeKoow!

-Es RyeoWook, Kyu.

-¡Justamente! Y luego voltea a mirarme de pies a cabeza, torciendo la boca, antes de decirme descaradamente "¿El príncipe de las baladas? Hum, tal vez, siempre y cuando yo sea el rey"

Te conocí a través de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora