46. Liam

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Pedido por SharmanGirl14

Siempre fui una fan del terror, por lo que cuando mi amiga me reto a entrar al bosque de noche en luna llena, acepté. Era una cálida noche de primavera, el cielo estaba totalmente despejado y corría una suave brisa. Se escuchaban búhos, grillos y algún que otro animal moviéndose entre los árboles. El ruido de una rama rompiéndose se escuchó atrás mío y giré velozmente.

-Bueno -reí-, eso es original. Si fuera Halloween sería mejor, aunque creo que te falta un poco de pelo en la cara.

Había alguien disfrazado de hombre lobo, aunque era realmente alto. Suponía que mi amiga le había pagado a alguien para que me asuste y empiece a tenerle miedo a las películas de terror y así no tener que obligarla más a mirarlas conmigo.

-No se cuanto te habrá pagado Cat, pero no me asusté. Es todo bastante trucho.

Rugió y empezó a respirar más pesadamente, como si estuviera enojado. Sus ojos rojos parecían tan reales e igual sus uñas, debía haberle costado bastante.

-En serio, desperdicias el tiempo -suspiré-, no vas a lograr asustarme, aunque se nota que estuviste trabajando en ese rugido, fue bastante real -volví a suspirar-. Yo me voy, no se vos.

En cuanto me di vuelta dispuesta a irme un dolor espantoso me recorrió la espalda, me había rasguñado con sus uñas. Me agarré del árbol más cercano para no caerme por la rudeza con la que lo había echo, podía sentir la sangre comenzando a escurrir por mi espalda. Me di vuelta y miré a la criatura, definitivamente no era una persona, era algo más.

-No me lastimes -pedí mientras el miedo se apoderaba de mí-, por favor.

Levantó las garras preparado para volver a golpearme pero me apuré a correr lejos de allí. Con mi herida tal vez no llegaría muy lejos, ardía demasiado y la sangre seguía escurriéndose, cada vez me sentía más débil y el cuerpo me pesaba más. La bestia me dio una patada en la espalda y caí al piso rodando, clavándome ramas y piedras. Si me querría matar ya lo hubiera echo, parecía como que jugaba conmigo. Con esfuerzo me di vuelta quedando boca arriba, había terminado por agotarme.

-Por favor -rogué con la voz quebrada, comenzando a llorar, era mi fin-, no me mates. Por favor, mi hermano me necesita, no puedo dejarlo, sólo tiene 9 años y a mi papá.

Volvió a alzar las garras y antes de que pudiera aunque sea cubrirme salieron otras dos bestias de entre los árboles y se abalanzaron contra él. Sabía que me estaban protegiendo y todo mi cuerpo se relajó por el alivio. La bestia que me quería atacar y los que me salvaron se perdieron estre la espesura. La espalda me estaba matando y de a poco me fui parando, no había forma de explicar lo que me había pasado sin que me trataran de loca.

-Ey.

Me di vuelta de un salto, aún con la sensación de peligro, pero por suerte sólo era un chico. Él era un poco más alto que yo, rubio de hermoso ojos celestes.

-Tenemos que salir de acá -dije rápidamente acercándome a él-, es peligroso, hay criaturas de la noche, vámonos.

Cuando me puse en frente suyo apoyó con suavidad sus manos en mis hombros y me miró transmitiendo tranquilidad.

-Tranquila, ya pasó todo, vamos a que te curen eso.

Me ayudó a salir del bosque y me llevó en su auto al hospital, a cada rato me repetía que no cerrara los ojos ni me durmiera, pero simplemente estaba muy cansada y no pude evitarlo.

***

A la mañana siguiente cuando me desperté lo hice sola en una habitación de hospital. La espalda no me dolía ya y sentía que había dormido dos días seguidos. Al rato la puerta se abrió y entro un chico morenito y el de ojos celestes, que me había ayudado a salir del bosque, con una enfermera.

-Me alegra verte bien -sonrió el rubio y yo igual.

-¿Cómo te sentís? -preguntó la enfermera.

-Increíblemente bien, no se como es eso posible considerando que me rasguñaron y revolearon por eso piso.

-Veamos tu espalda.

Me eché para adelante, subió la bata de hospital que tenía puesta y sentí sus dedos fríos tocar mi piel. No dijo absolutamente nada y la miré, los miraba y les decía algo con la mirada.

-Todo está bien, pero ustedes necesitan hablar.

Salió de la habitación dejándome confundida, el día anterior había sido la primera vez que había visto al rubio.

-¿Qué está pasando? -pregunté con intriga y confusión-. Exijo saber que es lo que está pasando.

-Yo soy Scott -se presentó el morenito- y él Liam -apuntó al rubio-. Tenemos que hablar sobre lo que pasó ayer en el bosque.

-¿Ustedes estuvieron ahí? -miré a Scott- A vos no te vi, ¿de dónde saliste?

-¿Quiénes crees que fueron los que te salvaron?

-Fueron dos bestias -fruncí el ceño-, no se que eran, pero no eran humanos y claramente no podían ser ustedes.

-Eran hombres lobos y éramos nosotros.

Apreté los labios y pase mi mirada de uno al otro.

-Supongan que les creo, cosa que no hago, ¿por qué me lo cuentan? ¿No tendría que ser como un secreto?

Scott se sumergió en una explicación de que eran hombres lobos y de que me había atacado un alfa y al rasguñarme me transformo y por eso mi espalda ya había curado.

-Tocate la espalda si no nos crees -Liam se cruzó de brazos-, vas a ver que no hay nada ahí.

Hice lo que él dijo y de hecho no había ninguna lastimadura ahí. No me quedaba otra más que creerles, era bastante grande y ni siquiera con la tecnología del hospital hubieran podido duraría tan rápido.

-¿Y ahora que? -fruncí la nariz- ¿Voy a querer matar a todos? ¿Voy a ser una espantosa mujer peluda?

-Sólo en luna llena -contestó Liam con una sonrisa ladeada-, pero nosotros vamos a ayudarte.

El rubio se acercó hasta mi lado y tomó mi mano entre las suyas.

-Prometo que voy a ayudarte, nada malo va a pasar desde ahora.

Y por alguna razón le creí, ciega y completamente.

Se que tendría que haber subido ayer pero colgué, sorry 😅

Las amo 💝

teen wolf imaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora