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trece, ( stiles )
Hoy era tu primer día de clases en Beacon Hills. Tu papá había muerto y como sólo eran tu hermano Isaac y vos, decidieron que lo mejor sería ir al mismo colegio juntos. Estaban a mitad de año, pero no suponias que fuera a resultar un problema para vos.
—¿Lista? —preguntó Isaac con la mochila ya colgada.
Negaste mientras te colgabas tu propia mochila.
—No.
—Bien, vamos
Ambos salieron del loft de Derek con Erika y Boyd. Después de que tu padre murió, Isaac te contó que era un hombre lobo y Derek, su alfa, les dijo que podían quedarse con él.
Llegaron al colegio y muchas miradas cayeron en ellos, pero ahí estabas vos, agarrada del brazo de tu hermano mayor, y sólo te miraban con curiosidad o las chicas con celos. No era para nada extraño, de repente el nuevo chico deseado, Isaac, venía con una chica, que nunca habían visto antes, agarrada del brazo.
Entraron a la escuela y mientras Erika y Boyd siguieron de largo, ustedes pararon donde había un grupo de chicos. Hubo uno que te pareció extremadamente lindo, con sus ojos mieles, pestañas largas, nariz respingada y labios marcados.
—Chicos —habló Isaac llamando su atención y todos se giraron a mirarlos—. Ella es ____. No la metan en el medio, ¿de acuerdo? Quiero mantenerla alejada.
Luego de la advertencia de tu hermano, todos se presentaron. Estaba Scott y era un hombre lobo, Allison que era una cazadora, Lydia que era Banshee, y el chico lindo se llamaba Stiles.
—Perdón que pregunte —dijo Stiles luciendo algo estresado—, ¿pero que son ustedes?
—¿Acaso no se nota? —preguntó Isaac en modo sarcástico rodando los ojos.
Isaac y vos, por más que eran hermanos, parecían gemelos. Ambos tenían pelo castaño y ondulado, ojos celestes, linda sonrisa y nariz recta. La diferencia era que te sacaba 2 cabezas y que eras mucho más chiquita de cuerpo.
—Claro —murmuró Stiles asintiendo—, es obvio que son novios.
Miraste a tu hermano, quien te miró a vos y ambos hicieron una mueca de asco.
—Oh por dios no —negaste sacudiendo tu cuerpo como si un escalofrio hubiera recorrido tu columna—. Es mi hermano.
—Ah claro. —Movió la mano de arriba a abajo, restandole importancia—. Pff, era obvio.
Nunca en mi vida voy a dejar de amar a este hombre lpm
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