Capítulo 36

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Louis lo aferró a su cuerpo, apretándolo por la espalda. El beso empezó a intensificarse. Oh, cuanto extrañaban esto. Chocó su lengua contra la del rizado. Saboreándolo. Harry se estremeció. Enrredó aún más sus brazos por el cuello de Louis. Ahora, Louis empezó a dar pasos hacia el frente, empujándolo hacia la cama. Llegó al borde y lo fue recostando poco a poco. Terminó sobre Harry y éste amarró sus piernas a sus caderas. Louis bajó de su boca a su cuello, el cual besó y lamió con sus expertos labios. Harry empezó a acariciarle el cabello con ternura. Louis se movió repentinamente sobre él, lento y... jodidamente caliente. Pudieron sentir sus erecciones. Eso solo los excitaron más de la cuenta. Tomó a Louis del rostro y lo apartó de su cuello, para volver a besarlo. Exigente, apasionado. Se necesitaban tanto. Se extrañaban tanto. Justo cuando Louis empezó a meter una mano bajo la camisa de Harry, tocándole la piel con suavidad, la puerta sonó. Si, dos toques a la puerta, hicieron que se separaran de golpe. Sus respiraciones estaban demasiado agitadas. Sus mejillas ruborizadas. Mierda.

—¿Harry?— Preguntó su padre desde el otro lado de la puerta. Louis abrió los ojos a tope. Se levantó de la cama a la velocidad de la luz.

—Mier...— Harry se levantó y le tapó la boca, para que no hablara. Louis se quedó quieto. Ahora, Harry lo empujó hasta su armario. —Da— Finalizó Louis, mientras Harry lo hacía que se escondiera detrás de su ropa. Corrió por la pintura que estaba tirada en el tapete y se la dio a Louis.

—¿Hijo? Escuché ruidos— Insistió su padre. —¿Puedo pasar?— Preguntó.

—Mierda, mierda, mierda, soy hombre muerto— Susurró Louis, mientras Harry se encargaba de cubrirlo bien para que no se viera absolutamente nada. Lo hizo que se hincara en el suelo.

—Eso no ayuda, cállate— Pidió, actuando rápidamente. Los latidos de su corazón seguían muy fuertes. Sus hormonas no se calmaban. Santo Dios. Estaba despeinado y excitado. Corrió al baño para peinarse rápidamente.

—¿Harry, estás ahí?— Preguntó de nuevo su padre.

—Si, ya voy, estoy cambiándome— Mintió. Louis sonrió maliciosamente y negó con la cabeza. Harry volvió al armario, Louis ya no se veía detrás de la ropa. —No digas ni una palabra— Le advirtió. Se dio la vuelta, pero Louis lo jaló del brazo y lo acercó tentativamente a su boca. Lo observó fijamente, con la mirada encendida, llena de lujuria aún. Oh, ahí estaba de nuevo, ¡Maldito, estúpido y sensual Louis Tomlinson!

—Vamos a continuar esto después, Harry— Le susurró al oído, prosiguiendo a depositar un ardiente beso en su cuello. Con eso solo provocó enviar una corriente eléctrica de miles de sensaciones por todo su cuerpo. Harry volvió a unir sorpresivamente sus labios a los de Louis. Le regaló un profundo beso. Se apartó lentamente y le mordió el labio inferior. —Hey— Se quejó. Harry sonrió.

—Quédate callado— Pidió y sin más, se soltó de Louis y cerró las puertas del armario. Intentó controlar su respiración. Se acercó la puerta y la abrió lentamente. Des lo observó y le sonrió.

—¿Todo bien, hijo? Escuché ruidos afuera. Vengo llegando de la oficina, estaba cenando— Le informó. Harry asintió.

—Si papá. Todo perfecto— Exclamó. Si, claro, más que perfecto por el sensual de su novio, escondido en el armario, ja. —¿Cómo te ha ido hoy?— Preguntó, tratando de sacar a Louis de su mente.

—Muy bien. ¿Puedo pasar? Quiero hablar contigo hijo— Pidió. Harry abrió por completo la puerta, para que entrara.

—Claro, pasa— Sugirió. —¿Hablar conmigo? ¿Sobre qué?— Preguntó algo confundido. Cerró la puerta detrás de él. Des se sentó en la orilla de la cama.

—Sobre ti— Habló observándolo fijamente. Harry se quedó perplejo.

—¿Yo?— Preguntó, ligeramente asustado.

—Louis y tú— Avisó él. Harry sintió un mini paro cardíaco en su corazón. Oh, mierda. Louis que estaba escuchando todo con claridad, también sintió como su corazón por poco se detenía.

—¿Qué cosa, papá?— Preguntó, fingiendo demencia. Des soltó una risa sarcástica.

—Louis, puedes salir del armario— Habló con voz fuerte. Oh... maldición. Harry sintió como los nervios terminaban por ahorcarlo en un puente. Si, pues claro, su papá había escuchado todo. Mierda y mas mierda. No pronunció ni una palabra. A los pocos segundos, las puertas del armario se abrieron y Louis salió. Tenía la mirada agachada y casi estaba temblando. Demonios. Se quedó parado ahí, esperando a que Des lo matara. Literal.

—Yo... lo lamento señor...— Susurró Louis, más apenado que nunca en su vida. Quiso que la tierra lo tragara. Harry sintió más fuertes los latidos de su corazón, mientras esperaba el enorme regaño de su padre.

—Papá, nosotros no queríamos...— Des lo interrumpió.

—Lo sé— Dijo él rápidamente. Ambos permanecieron quietos. De pronto, Des comenzó a reírse. Si, exactamente. Empezó a reírse, y no era una risa malvada o algo así, al contrario, una risa de satisfacción y alivio. Louis y Harry alzaron su mirada para verlo, sin poder creer su reacción. ¿Qué clase de broma era esta? ¿Por qué se reía? Se pusieron más nerviosos de lo que ya estaban. —Hice exactamente lo mismo con tu madre, hijo— Confesó. Y ahí estaba el motivo de su risa. —Lo recuerdo. Fue en nuestra tercera cita. Estaba loco por ella. Me escondí en el armario y su padre por poco nos descubre, pero no fue así. No hasta que cuando él se fue de la habitación de Anne, yo salí disparado por el balcón, y fue entonces cuando me enrredé en la rama de un árbol— Su risa se hizo mas fuerte. Entonces, Harry y Louis se sintieron aliviados. Aliviados pero al mismo tiempo... tristes. Des estaba recordando a su esposa, que había perdido hacía una semana atrás. El corazón de Harry se estrujó, pero fingió una sonrisa mientras escuchaba atento. —Caí al patio, sobre los botes de basura. Recuerdo que su padre salió y por poco me fusila. Nunca ví a Anne tan asustada. Fue gracioso...— Finalizó, parando de reírse. Volteó a ver a Louis. Él lo observaba con cierto miedo aún. No sabía lo que podría esperarle. —Espero no te pase lo mismo a ti— Dijo, dirigiéndose a Lous. Harry no pudo evitar sonreír, pero Louis prefirió contenerse esa sonrisa. No quería molestarlo.

—No sé que decir, señor— Habló Louis. —Lamento haber entrado, pero tenía que hablar con su hijo. Prometo no volver a entrar sin antes haber...— Des lo interrumpió.

—No prometas, hijo— Pidió Des. —Eres un adolescente enamorado. Ellos nunca cumplen sus promesas— Volvió a reírse. Louis no pudo evitar sonreír un poco. —Yo era igual. Está bien. No estoy molesto ni contigo ni con Harry— Confesó. Louis sintió como si le quitaran un enorme peso de encima. Joder. Gracias al cielo. Soltó un corto suspiro, al igual que Harry. —Pero no por eso significa que la plática termina aquí— Advirtió.

—¿A qué te refieres, papá?— Preguntó Harry, desconcertado.

—La policía está buscándote, muchacho— Dijo Des, volteando a verlo nuevamente. —Tú secuestraste a mi hijo. Y ya sé todo lo demás, sé los motivos que tuvo Harry para defenderte. Y lo apruebo, porque viviste prácticamente esclavizado. Lo que no apruebo es que Harry siga contigo, mientras yo no sepa lo que realmente está sucediendo y ustedes me ocultan— Se lamentó. Louis soltó un suspiro. Harry volteó a verlo. Se miraron, tratando de hallar salida en sus miradas. No, no la había. Era momento... debían contárselo.

—Señor, ¿Quiere saber todo?— Preguntó entrecortadamente Louis.

—Todo— Respondió. —¿Quiénes más están tras de esto? ¿Quién mató a mi esposa? ¿Qué ha pasado desde el inicio que conociste a mi hijo, hasta hoy? Y cuando digo todo, es todo— Ordenó.

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Tocaron en repetidas ocasiones la puerta.

—Ya voy— Gritó Zayn suponiendo que era Louis. Algo fastidiado, se levantó y se dirigió a la puerta.

—Ya voy, cuanta prisa Tomlinson— Exclamó. Le dio vuelta a la chapa y abrió lentamente la puerta. Pero lo que sus ojos vieron, lo dejó helado, pasmado, congelado. Definitivamente, no era Louis. De manera fugaz, quiso cerrar la puerta de nuevo, pero uno de los hombres puso su brazo al frente, impidiéndoselo. Zayn tragó saliva.

—Zayn Malik, queda usted bajo arresto— Pronunció el detective Gates, mientras lo obligaba a darse la vuelta para colocarle las esposas.

Detrás De Los Styles - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora