Capítulo 7

1.6K 104 2
                                    


Una extraña sensación lo invadió, fue como si una fuerza se pusiera frente a el y le impidiera moverse. Louis lo miraba intensamente, no le apartaba la vista.

-No... no me iré- Susurro Harry. Louis abrió más los ojos.

-¿Qué? ¡Claro que te irás!- Ordenó Louis. Lo empujó por la espalda pero Harry se resistió. -Muévete, ¡Tú querías esto! ¿Qué demonios estás pensando? ¡Vete antes de que Liam despierte!- La voz de Louis se entrecortó. Harry pudo notarlo. Estaba doliéndole cada palabra que decía.

-No me iré sin ti- Habló Harry. La valentía se apoderó de el nuevamente. Louis se quedó pasmado. ¿Había escuchado bien?

-¿Es una jodida broma? ¡Sal de aquí ahora mismo!- Gritó. Su mandíbula, ahí estaba, apretándose de nuevo. Harry negó con la cabeza. Louis empezó a empujarlo de nuevo, pero Harry seguía resistiéndose.

-Ven conmigo, ¡Por favor!- Pidió Harry. -Tal como lo dijiste, no necesito escuchar más para darme cuenta de que no eres feliz aquí, Louis. Estás encerrado en esta vida que tu padre te ha obligado a vivir. Veo...- Pausó un momento, para verlo fijamente. Sus miradas se encontraron. -Veo en tus ojos que estás sufriendo... sé que tú no eres como ellos- Finalizó Harry. Louis agachó la mirada. Suspiró profundamente en repetidas ocasiones. Esto era tan difícil para él. Un nudo repentino en su garganta apareció de nuevo. Esto estaba hartándolo.

-No me conoces. No entiendo porqué haces esto, porqué me dices estas cosas, después de todas las amenazas que te he dicho. Te dije que te mataría y mírate, estás tratando de ayudarme en algo que simplemente es imposible- Dijo Louis.

-¿Imposible? ¡No lo es! Solo vamos, acompáñame... vamos a testificar contra ellos, no irás a la cárcel, mi padre pagará la fianza...- Louis lo interrumpió.

-¿Tu padre pagará la fianza?- Rió sarcásticamente. -¿Después de los 10 millones que le robamos? Estás diciendo maravillas. Solo... vete ¿Si?- Se dio la vuelta, dándole la espalda. Suspiró de nuevo. Harry puso una mano sobre su espalda, acariciándolo. Louis se giró velozmente y lo sujetó con fuerza del brazo. Harry se sorprendió. -No hagas eso- Pidió Louis.

-No hice nada- Dijo Harry. Sus miradas se encontraron de nuevo. -Suelta mi brazo- Susurró. Los ojos azules de Louis se clavaron intensos en Harry. Tragó saliva.

-Soltaré tu brazo si me prometes que cuando lo haga, te darás la vuelta y te irás a tu casa. ¿Por qué? Por el simple hecho de que no me conoces. Esto no es correcto. Debes irte, este es mi trabajo. No me iré de aquí. Ya hago bastante con dejarte ir, no sabes en el lío que me meteré. Pero ya tomé la decisión, así que te irás sin mí. Sin más discusiones, ¿De acuerdo?- Pidió Louis.

-Si, lo prometo- Dijo Harry en tono bajo. Louis asintió con la cabeza. Dejó de ejercer fuerza en su brazo y se lo soltó. Pero apenas lo hizo, Harry se acercó rápidamente a él. Sus rostros quedaron juntos. Louis tragó saliva. Oh, Dios... ¿Qué estaba haciendo? Sin pensárselo dos veces, enredó sus brazos en el cuello de Louis y chocó sus labios contra los de él. Si, exacto. Harry Styles acababa de hacer lo que jamás había hecho con ningún chico... robarle un beso. Louis se quedó quieto, con el cuerpo duro. Cerró sus ojos. Oh, demonios. Le correspondió el beso. Empezaron a llenarse de calidez nuevamente. Sus labios sintiéndose otra vez. Su sabor y su lengua chocando. ¡Bienvenidos al cielo! Y ahora, el cuerpo de Louis se relajó, al sentir como el le acariciaba la espalda. Fue entonces, que Louis no pudo más. Lo apretó con ambas manos de la cintura, lo empujó hacia atrás, hasta que ambos chocaron contra la pared. Sus respiraciones se agitaron. Sus cuerpos estaban pegados, sintiéndose. Las manos de ambos, viajando por cada rincón de si mismos. Explorándose sobre la ropa. Louis empezó a succionarlo, a meterse hasta su garganta, a darle un beso tan profundo y apasionado. Si... apasionado y caliente. Esto no era normal, esto no era común... esto era, ardiente. Era impredecible, imparable. Louis lo sujetó de la nuca, para profundizar más el beso. De pronto, lo tomó con fuerza de la cintura y de un brinco, lo subió a su cadera. Seguía sujetándolo contra la pared. No despegaron sus labios, seguían unidos, disfrutando ese pedazo de cielo que comenzaban a construir. Esto ya no podía controlarse, estaba fuera de su alcance. Sus sentidos estaban encendidos, sus hormonas saltando, sus respiraciones incrementándose. Louis lo sujetó del trasero y se lo apretó contra su miembro. Ambos pudieron sentir sus enormes erecciones, sobre sus pantalones. Gimieron en voz baja. Louis lo hizo de nuevo, lo volvió a apretar. Separaron sus bocas, para gemir. Otra vez... fuerte,  chocar sobre la ropa. Sus estómagos con millones de mariposas juguetonas volando en esos momentos. Harry apretó a Louis de la espalda. Sabía lo que quería... un movimiento más. Louis lo hizo, pudieron sentir como esa oleada de placer y lujuria los llenaba poco a poco. Más con cada roce. Necesitaban sentirse ahora mismo. Louis empezó a besarle el cuello, salvaje, apasionado, suave. Una perfecta combinación. Harry cerró sus ojos... esto era tan caliente.

-Mhm... - Gimió Harry, en voz baja. Louis siguió besándole el cuello. Ahora subió a sus labios, para besarlo con pasión, de nuevo. -Louis... - Susurró, casi inaudible. -Espera... detente- Pidió. Louis no se detuvo, volvió a comerle la boca. Harry lo tomó de ambos costados del rostro, lo hizo que se separara. Sus miradas encendidas, llenas de lujuria, se miraron. Sus pechos subían y bajaban velozmente. Necesitaban controlarse. -Ven conmigo, salgamos de aquí- Rogó Harry.

-No lo arruines...- Respondió Louis. Volvió a acercarse a sus labios. Lo besó de nuevo. Oh, era tan dulce, tan adictivo. Pero Harry quería que lo escuchara. Se bajó de su cadera, se puso de pié. Se separó de sus labios.

-Tú no lo arruines y larguémonos- Susurró. Louis intentó controlar su respiración, o más bien, sus impulsos por besarlo de nuevo. Lo observó fijamente.

-No puedo- Habló. Dio pasos hacia atrás. Harry se acercó, pero Louis seguía alejándose. -No te acerques o volveré a besarte, y esta vez, no me detendré- Amenazó. Su actitud imponente de nuevo... imponente pero, jodidamente sensual.

-Respóndeme una cosa- Pidió Harry -¿Eres feliz?- Preguntó. Louis se quedó callado unos segundos. Volteo a todos lados.

-¿Qué clase de pregunta es esa? No la responderé- Se defendió.

-¿Te gustaría acabar con esto? ¿Salir de esta vida?- Preguntó.

-No voy a responder a ninguna- Susurró.

-¿Te gustaría ser una persona normal? ¿Te gustaría dejar de robar por obligación? ¿Te gustaría...- Iba a continuar, pero Louis le tapó la boca y se acercó a su rostro. Lo miró, amenazante.

-Cariño, me gustaría que dejaras de preguntarme cosas, y que te vayas antes de que alguno de mis colegas vuelva. Me gustaría que hagas como si esto nunca hubiera pasado- Dijo Louis. Le destapó la boca. Harry intentó besarlo, pero Louis se hizo hacia atrás. Harry sintió un nudo en su garganta.

-¿Por qué?- Pregunto triste.

-Por que solo así estarás a salvo. ¿No lo entiendes? Ahora vete, anda. Lamento todo lo que pasó, lamento hacerte pasar por esto... pero nada, nada puede cambiar para mí. No hay más que decir. Adiós, Harry- Logró empujarlo lo suficiente como para sacarlo de la casa. Ahora, Harry estaba parado frente a la puerta. Observó a Louis.

-¿Cómo si nunca hubiera pasado? ¿Quieres que me olvide de ti, así tan fácilmente?- Preguntó Harry, sus ojos se cristalizaron poco a poco. Louis negó con la cabeza, esquivó su mirada.

-Si. Ni tú ni yo nos conocimos jamás. Te deseo lo mejor... ahora, vuelve- Iba cerrando la puerta poco a poco, pero Harry habló.

-Pero... creo que siento algo por ti, Louis- Confesó. Louis se quedó quieto, una corriente de frío lo invadió. Sus ojos se acuaron de nuevo.

-Algo similar dijo George Shelley antes de morir. No puedo permitir que pase lo mismo contigo- Y sin más que decir, con lágrimas en los ojos, cerró la puerta con fuerza. Harry se quedó ahí, parado, sin siquiera moverse. Louis le había cerrado la puerta en la cara, lo había dejado solo, lo había rechazado. Pero... ¿Qué se esperaba de un delincuente? De alguien que ha vivido toda su vida a base de robos, secuestros y asesinatos. Quizá él tenía razón... Harry estaba imaginándose maravillas. Sintió como si le apuñalaran el corazón. Un enorme nudo en su garganta lo asfixió. Una lágrima tras otra rodaron por su mejilla. Se dio la vuelta, caminó lo suficiente hasta salir de aquel terreno. Ahora, empezó a caminar por una carretera, a unos metros de ahí. Pensando, pensando y mientras más pensaba, más lloraba. Harry solo quería ayudarlo, quería sacarlo de ese infierno, y él lo había rechazado. Quiso odiarlo, pero no podía. Y era cierto, él solo hacía esto para mantenerlo a salvo... Y Harry se preguntaba, ¿Cómo demonios olvidaría ahora sus ojos? ¿Sus labios? ¿Sus besos? No, no se podría. Estaba sintiendo algo tan inexplicable dentro de Harry, algo tan fuerte, que ni se podía explicar. No lo entendía, desearía tanto que él estuviera cerca de el de nuevo. Sabía perfectamente lo que era, un delincuente. Pero no le importaba, el había escuchado todo, él hacía esto por su padre, no por gusto. Entonces pensó y analizó las cosas. Si Harry no hacía algo al respecto, ¿Quién lo haría? ¿Quién ayudaría a Louis? Nadie, solo el podría hacerlo. Y no, no lo conocía, no tenía idea de quien era Louis. Pero no le importaba en esos momentos. Harry solo haría lo que su corazón le diría. Lo que creía correcto. Así que sin asimilarlo más, se decidió. Harry sería la persona que ayudaría a Louis Tomlinson, no luego, no después, no mañana... lo haría, justo ahora.

Detrás De Los Styles - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora