Odio.

922 115 14
                                    

Después del amor, lo más dulce es el odio.

Henry Wadsworth Longfellow.

"Se escucha el sonido de dos disparos seguidos de un agudo dolor punzante en mi vientre, bajo mi mirada para ver los dos orificios de bala en mi vestido, tiñéndolo de rojo. De lo único que soy consiente después de ello es sentir mi cuerpo desvanecerse contra barandilla del yate y caer al agua antes de perder la conciencia."

Cuando estoy consiente nuevamente me encuentro en una camilla de hospital, mi cuerpo se siente completamente adolorido pero aun así trato de sentarme pero me es imposible debido a los ajustados vendajes en mi abdomen.

El sonido de la máquina midiendo los latidos de mi corazón aumenta considerablemente, llenando la habitación con el irritante pitido lo cual hace que llegue una enfermera y cambie el medicamento de la IV, haciendo que el dolor baje un poco y también puedo ver cómo me coloca otra aguja que está conectada a una bolsa de sangre.

Ella se capta de mi mirada confundida y dice.

—Perdió mucha sangre debido a sus heridas al igual que el momento de la operación Señorita Everdeen—. Dice mientras continua con su trabajo.

No puedo abrir los ojos como platos cuando la escucho llamarme por mi nombre, mi verdadero nombre, ese que no he usado en muchos años.

— ¿Cómo supo...?— pregunto confundida pero soy interrumpida por la puerta abriéndose de golpe.

Son Finnick y Annie, el primero dice.

— ¿Qué mejor manera de pasar tu primer día de casada, no?— pregunta burlón.

Le muestro el dedo corazón a modo de respuesta y la enfermera a mi lado dice.

—Señor no puede estar aquí si no es familiar directo de la paciente—. Dice molesta.

—Por supuesto, la señorita Everdeen es mi media hermana y la señorita de aquí es mi esposa—. Miente señalando a Annie, quien se sonroja al escucharlo.

La enfermera solo asiente molesta antes de salir de la habitación.

— ¿Cómo llegué aquí? Y ¿Cómo es que la enfermera sabe mi nombre?—. Pregunto una vez que se cierra la puerta.

―Mira antes que nada no puedes alterarte mucho porque si no te nos vas a terminar desangrándote en este momento. Y respondiendo a tus preguntas.

Lo que ocurrió es que recibiste dos balazos en tu vientre durante el viaje que hacías junto a los Mellark y terminaste cayendo al mar en donde estuviste moribunda al menos media hora en lo que lográbamos encontrarte en medio de la noche e inmediatamente te trajimos aquí en donde te registramos bajo el nombre de Katniss Everdeen para que nadie pueda dar con tu paradero—. Explica Finnick.

― ¿Cómo te enteraste para que pudieras encontrarme?

―Fui yo quien le llamó. Luego de que se escuchara el sonido de los disparos fui la primera en salir a la cubierta en donde solo se encontraba Peeta asomado por la barandilla con la vista fija al mar, diciendo algo sobre que solo lo habías utilizado y que eras una caza-recompensas por lo cual sospechamos que fue él quien te disparó―. Explica Annie confundida.

―Encontrarte en la oscuridad no fue fácil pero gracias a que llevabas el collar que te dejó tu padre pudimos hacerlo puesto que antes de dártelo le instalé un dispositivo de rastreo, así he podido rastrearte en todo momento. Además ¿Qué fue lo que ocurrió para que terminaras metiéndote en tremendo lío?— Pregunta Finnick curioso.

―Luego de haber firmado el acta de matrimonio con Peeta decidí salir un rato a la cubierta para estar a solas por unos momentos, Coin llegó poco después y me contó que ella ya sabía de la amistad que llevo con Katherine, también me reclamó por la antigua relación que tenía con Gale, me preguntó por qué a pesar de todo eso quería casarme con Peeta, yo de estúpida le dije que por el dinero. Peeta nos escuchó y comenzó a reclamarme por todo ello y yo trate de decirle la verdad pero las cosas no salieron tan bien porque lo último que recuerdo es ver los dos orificios de bala en mi vestido y luego nada. Sinceramente no sé si fue él quien me disparó, de hecho ni siquiera recuerdo si había alguien más en la cubierta no lo sé—. Les explico.

—Pues como ya te dije Peeta estaba muy molesto, pero también quería ir a buscarte para que no terminaras acusándolo por intento de homicidio pero ya sabes que el plan de sus padres era otro ya que lo convencieron de no hacerlo puesto que no podrías haber sobrevivido y sin ello no habría acusación alguna y así aprovecharían la oportunidad para deshacerse de ti.

Nunca debí haberme confiado de ninguno de ellos, ni siquiera de Peeta, porque como dicen las costumbres las heredamos de nuestros padres y la costumbre de los Mellark es buscar una manera fácil de deshacerse de los que se interponen en su camino.

Pero no que no saben es con quién se han metido, gracias a todo lo que he sufrido en mi vida no he aprendido a crecer más que con Odio hacía quienes me han hecho daño y ellos son los primeros en la lista.



Venganza De Una Everdeen. (1ª Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora