Mi Dorito Volador [Mabill ]

Eres Mia

ADVERTENCIA ⚠

Este capitulo contiene escenas obsenas.

Si no te gusta esta clase de cosas mejor espera el otro capitulo :v

Y otra cosilla, Sandia no es muy buena escribiendo estas cosas...  :v  xD

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2 semanas Después

 Bill

He estado muy unido con Mabel, hemos estado haciendo diversas actividades, que día, fuimos al cine, ataque el dispensador de gaseosa porque no sabia como rayos se utilizaba.

Como vimos una película de terror, grite como chica unas cuantas veces, luego fuimos a una tienda de Perfumes que olía muy bien, no se que olores usan los hombres, muchas chicas se burlaron de mi porque me aplique un perfume que olía a bebé y otro que olía a rosas.

Me subí en la cosa que se supone que era para cargar a los niños pequeños, Primero metí mis piernas, como soy grande mi trasero se quedo atorado, salte para poder meterme, pero fue un error ya que me golpe en la entre Pierna por la varilla que esta en en centro.

Al intentar salirme no pude, el carrito se voltio y me quede atorado, y para más cuando caí, hice caer la pila de cajas que había, luego me saco seguridad y allí estaba, tirado en el anden esperando a Mabel que estaba en el baño. Creó que estoy en problemas ya que antes de irse me dijo "Hablaremos cuando vuelva".

Creó que el centro comercial me odia, nada bueno pasa cuando estoy aquí.

Bueno es hora de olvidarnos de estos momentos no muy buenos y concentremos en comer.

La comida favorita de Mabel es la Pizza de chocolate, así que se ocurrió que mientras ella esta en el centro comercial con sus amigas y a mi no me dejan entrar, ¿Por que no intento hacer una pizza para ella y obvio para mi?.

Busque en Internet como carajos se hace una pizza, luego fui a la tienda a comprar los ingredientes y manos a la obra.

Primero mezclar los ingredientes y bla bla bla cosas.

3 horas Después

No me fue muy bien, la masa me toco hacerla como 3 veces y cuando me queda bien la maldita masa se quedo en el techo, la salsa exploto en la cocina y me resbale con un tomate tirando el queso y el chocolate caliente encima mío.

Yo parezco la pizza, y ahora la masa que estaba en el techo se cae encima mío ¡QUE MAS ME PUEDE PASAR!.

Creó que esto fue una mala idea, creo que solo debí chasquear los dedos y hacer que aparezca la pizza.

Ahora me toca limpiar todo esto,  lo bueno es que con mis poderes todo es mejor, aunque a veces olvido que tengo poderes cuando pienso en Mabel.

Ese cuerpo tan perfecto, esos ojos marrones que hacen ver el cielo, ese cabello como una hermosa cascada, y esos pechos, trasero y curvas como una modelo y esos labios tan dulces y adictivos.

No entiendo por que rayos cuando estoy con ella no puedo ser cursi y cuando estoy con una maldita pizza si lo soy.

Mabel entro, estaba de noche, le dije que subiera a bañarse para que se relajara un poco, mientras ella se baña yo arreglo todo para la cena.

Ya al tener todo listo, solo faltaba la sobremesa y boom se me ocurrió, una campaña rosada.

Mabel bajo, estaba muy hermosa, tenía un vestido algo corto, al verla me sentí algo raro pero mejor lo ignoro porque es hora de comer.

-¿La hiciste tu Bill?

-Esa era la idea pero no lo logre, así que solo Chasquee mis dedos y ya.
-Bueno lo que importa es la intención. 

-Si, eso creó. 

-Buen provecho.

-Igualmente - dije mientras chocamos copas.

La miraba comer, se veía tan tentador ver como se estira la pizza, ver como el chocolate se resbala por su labio, quiero besarlo y probar aquel chocolate, mordí mi labio con deseo.

-Mabel tienes algo aquí - dije mientras me acercaba a señalarle.

-¿mmm? - dijo mientras tomaba un largo sorbo de champaña fría. 

-Aquí linda - le dije mientras me acercaba cada vez más y más.

Y la bese, pase mi lengua en donde estaba el chocolate, se estremeció al sentir mi lengua, pero leí su mente y se imagino lo mismo que yo.

La empuje suave contra el sillón causando que yo cayera encima de ella.

Probar sus labios llenos de chocolate, aquel beso tierno pero de un momento a otro aquel beso empezó a ser más intenso, tal vez era por el simple hecho de que estaba encima mío y no podía evitar pensar cosas empezando porque uno sus pechos quedo en mi mano a cual ella al darse cuenta se sonrojo.

No pude evitar notar que mi miembro se levantó y creó que ella lo sintió y yo a ella.

No se que paso pero la tierna e indefensa Mabel se convirtió en una atrevida y llena de lujuria a lo cual le dije "Eres tan sana que no sabes lo que pensé" a lo cual no pensé que ella respondería "Seamos solo tu y yo Bill".

Y aquí empezó todo...

Me acerque a ella, la bese como si de eso dependieran nuestras vidas, como si nunca hubiera un final, como si fuera la última vez que la fuera a besar.

Empecé a bajar besando lentamente su cuello y dejando algunos chupetones, un pequeño jadeó salió de su boca haciendo desear hacerla mía y que fuéramos uno solo de una vez por todas.

Chasquee los dedos haciendo que apareciéramos en mi mansión, no podíamos arriesgarnos a que alguien nos viera, la lleve a mi cuarto y cerré la puerta de una patada, como pude la apegue a la pared, tenia a la chica con sus piernas a mi alrededor, la besaba descontroladamente, jadeos salían por parte de cada uno.

Como pude, quite su camiseta dejándola en brasier, valla que le crecieron los pechos, eran suaves, dulces y perfectos.

Mientras aún la tenía aprisionada, empecé a juguetear con uno de sus pechos, para luego morderlo y meter lo que más pude en mi boca.

En un movimiento rápido, me quito la camiseta y empezaba a rozar sus uñas lenta y seductoramente por mi espalda y luego bajar a rosar por encima de la tela del pantalón, lo cual causaba que me calentara más.

La recosté desesperadamente en la cama, me coloque encima de ella para luego quitar sus bragas lentamente contemplando su perfecto cuerpo.

Me empecé a quitar el pantalón y luego la única prenda que faltaba, ahora seguía lo más divertido.

Empecé a bajar besando todo su cuerpo llegando hasta su intimidad, se arqueo mientras lengüeteaba y saboreaba aquel liquido que salía de ella.

Gemía y gemía mi nombre sin control, a lo cual causaba gran placer oírla.

No aguante más, subí nuevamente para besarla y que probara a lo cual le susurre al oído "Sabes muy bien".

Empecé entrando lento y luego saliendo empezando así embestidas que cada vez iban más rápido.

Entrar y salir de ella se sentía muy bien, esa sensación de placer incontrolable, ambos gritando sin control en nombre de cada uno, gemidos y para finalizar un grito al momento de llegar a ese punto clímax, ese momento de orgasmo máximo avisando que todo termino por ahora.

Terminamos sudando, temblando y sonriendo, para que no pasaran más de diez minutos y quedar profundamente dormidos, a lo cual mis últimas palabras aquella agitada noche fueron "Eres Mia..."