Untitled part

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Espabiló a los segundos, miró su reloj de muñeca y la hora daba justo las 4:25. Cinco minutos adelantado, no es como si le fueran a reñir por eso. Sonrió amablemente al chofer y le pagó la tarifa antes de tomar sus cosas y poder bajar pero justo cuando lo hacía una figura realmente conocida por su forma nerviosa de estar, estaba parada en la entrada de la casa. Se quedó atontado unos segundos, lucía notablemente diferente.

No hablaba de su personalidad, lo que pudo notar a la primera: como cerraba sus ojos mientras movía sus manos nerviosamente encima de su ropa. Por cierto vestía un atuendo a su parecer tierno, pantalón braga que llegaba hasta sus pantorrillas con una camisa de algodón verde claro y zapatos de vestir del mismo color. Estaba un poco más crecido, pero mantenía el mismo charco de pecas en su rostro sonrosado. ¿Qué demonios le había hecho Tsukki a esa ternura? Ahora estaba más decidido en usar su puño de la derecha.

—¡S-Sugawara! Buenas tardes, c-como siempre a tiempo.

—Sí, buenas tardes, luces más confiado en mensajes. Además, puedes llamarme solo Suga.

—N-No diga eso, me avergüenza. Solo te llamaré Sugawara... Mejor...

—Bueno, como gustes.

Finalmente pudimos relajarnos ambos, después de tanto tiempo el silencio no era una opción para viejos compañeros. Decidieron optar por usar el mismo taxi ya que aún no se había ido por diversas razones (nunca salió de él). Yagamuchi tenía tan solo unos pequeños recuerdos para él, Daichi y Asahi; pequeños colgantes para celulares. Tomó el suyo que de inmediato colgó en su teléfono.

—Entonces, tenemos toda una hora para llegar al punto. ¿Me cuentas, o mamá cuervo tiene que sacar la información?

—¿E-Eh? ¡Sugaaa!

—D i m e l o. ¿Quisieras saber por qué ninguno puede ocultarme nada?

—¡E-Esta bien! Solo pare de sonreír así, ¡me asusta!

—¡HAHAHA!

—Uhm, bueno... ¿Cómo decirle? Tsukki, él y yo... Bueno... Nos peleamos.

—¿Por qué?

—Por qué él dice que... E-Él dice que...

No pudo continuar la frase ya que empezó a sollozar, esto se estaba volviendo problemático. Como siempre se envolvía en problemas que no le conciernen, ¿pero que hacía si le preocupaban sus bebés? Lo acercó lo bastante para poder rodearlo con sus brazos en un intento de consolarlo.

—Calmate, pequeño... Sht.

—Suga, estoy feliz... Pensé que habías cambiado, ya que estás más hermoso y maduro. Pero eres el mismo chico gentil y amable de siempre... Uhg...

—P-Pero qué dices...

—Yo... Tsukki peleó conmigo y me dijo que prefería tener a alguien más como amigo y... ¡Se enojó porque yo comencé a ignorarlo! Realmente pensé que saldría ganando pero... ¡Me ignoró! ¡Y aun no me habla!

Se quedó atónito. ¿Qué? ¿Ese era todo el problema? Suspiró, realmente no fue bueno dejar a estos pequeños solos.

—Yamaguchi, cálmate. ¿Sí? Estoy seguro que todo fue un malentendido entre ambos, creo que ambos estuvieron mal. Son amigos desde antes así que no creo que vayan a terminar solo por esto.

—¿T-TERMINAR?

No supo cómo pero esa palabra fue la que lo afectó más y comenzó a llorar descontroladamente sobre él. Mientras tanto que la ruta seguía el decidió mirar por la ventana opuesta a la de él ya que estaba de espaldas a la suya. Observó cómo su pequeño cuervo comenzaba a reponerse con el pasar de los minutos. 


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