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Confusión.

Aquellos mensajes le dejaron con incógnitas en toda su mente, Daichi siempre había hecho ese tipo de bromas, pero aquello no parecía lo común. No sabía que pensar. Suspiró y dejó de prestar atención a su celular el resto de camino a casa. Cuando llegó a casa lo revisó.

Nuevo mensaje.

[Asunto: ¿Eres Suga, verdad?
De: Desconocido.
¿Qué le haz hecho a Daichi?]

[Asunto: ¿Quién?
Para: Desconocido.
¿Perdona?]

[Asunto: ( - w - )
De: Desconocido.
Yo, es Kuroo. Me imagino que no responderás si no te digo, tiempo sin saber de ti. Sugawara.]

-¿Eeeh? -Se quedó en blanco al ver el mensaje. ¿Qué hacía...? ¿Por qué...? ¿Kurō? Las preguntas eran muchas. Suspiró nuevamente antes de dejar las cosas en la mesa de su sala, tomo asiento en el sofá y miró su teléfono.

Usuario Desconocido cambiado a Tetsurō.

[Asunto: Buenas tardes, Tetsurō.
Para: Tetsurō.
¿A qué te refieres con Daichi? ¿Y cómo tienes mi número? ]

[Asunto: ( w . <)
De: Tetsurō.
¿Siempre eres así? ¿Tan formal y nada amoroso? ¡Lo que dicen de ti es mentira!]

3:45 p.m

4:50 p.m

[Asunto: Lo siento.
De: Tetsurō.
Creo que me pasé de bromista, Daichi acababa de tirar su teléfono en el sofá cuando se fue gritando berrinches. Supuse que era tu culpa ya que me había contado que volvieron a comunicarse.]

[Asunto: Disculpado, Señor Gato.
Para: Tetsurō.
¿Está bien? ¿Por qué sería mi culpa? ¿Qué haces tu allí?]

[Asunto: Gracias mamá cuervo.
De: Tetsurō.
¡Muchas preguntas cuervo! Hehee.]

[Asunto: Ya qué.
Para: Tetsurō.
...]

[Asunto: ¿Es en serio?
De: Tetsurō.
¿Gasta solo un mensaje en eso? ¿Realmente?]

Suspiró por enésima vez ese día el cual pintaba ser el más raro del año. Él sabía que aquel gato egocéntrico le hablaba a su mejor amigo, pero nunca que fuesen más cercanos... Solo era así con él. Sacudió su cabeza. ¿Qué estaba pensando? Daichi era libre de tener más amigos... Y demás...

¿A qué se refería con 'demás'? ¿Alguna... Pareja? Eso explicaría muchas cosas. Su mente era un lío total.

[Asunto: Mama cuervooo.
De: Tetsurō.
¿Oye? ¿Todo bien?]

Decidió ignorarlo, sabía que iba en contra de su formalidad, pero estaba centrado en él en esos momentos. Con eso en mente decidió irse a la cama. A partir de mañana le quedaban seis días para su encuentro.