Capitulo 32// Bruja parte 2

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Mi alcoba, mi cama... Antes sin interpretación determinada, ahora mis inesperados refugios a la realidad. Es extraño ese momento en que un objeto sin valor alguno ante nuestro ojos, pasa a ser indispensable para nuestra estabilidad actual... Aun si es por un periodo breve, pues solamente la Diosa conoce cuanto daría por hacer infinito éste lapso de estabilidad y refugio contra la verdad, pero eso no ocurrirá, los problemas y las verdades hay que enfrentarlas... 

Abrí mis ojos hace poco, despertando en mi alcoba. Con la mirada recorrí todo el lugar, en busca de la presencia de alguien a parte de la mía, pero no. Sin ver a alguien, me quise auto convencer de que todo fue una siniestra pesadilla, a causa de eso, no me he movido de mi posición sobre la cama. 

Pasando una cantidad de minutos decentes, para confirmar la nula presencia de otra persona en la alcoba, me acomodo en la cama, todo con una lentitud desesperante. Mi ruido al mover es por poco insonoro, por lo mismo salgo de la cama en dirección de la ventana. Corriendo una esquina de la suave tela de cortina y abriendo unos centímetros la ventana, logro observar el cielo atardeciendo. El silencio abarca todo el lugar, llegando a parecer un cuadro por tan poca movilidad en el bosque. Las ultimas faces del sol antes de marcharse, hacen reflejo en las oscuras hojas de árbol, no así en el río, que se deja ver como si litros de oro derretido corrieran por el canal, en un movimiento tan rápido, pareciendo estar en quietud.

Quizás y si fue una pesadilla... 

- Hasta que te has decidido mover.- manifiestan. La voz a mi espalda es con facilidad reconocida por aquella de la mujer en el bosque.- ¿Me has escuchado?- consulta. Mi nula respuesta la hace encetar una lenta marcha a mi ubicación, haciendo real la situación.

De un momento a otro, las imágenes de todo lo visto en la mañana vuelve a mí. Después de haber presenciado el asesinato de la prima de aquella extraña mujer, ademas de tiritar y estar en estado de shock al volver a la realidad, fui guiada por la ahora reconocida a Elizabhet, en un recorrido por esos lugares del bosque, encontrando por cada paso un nuevo cuerpo, una nueva historia... Otro nombre para la lista de asesinados por Dane. Fue tanto para mis sentidos, que colapse.

Sintiendo las tibias manos de Elizabhet, desvío la mirada del hermoso y lento atardecer, hacia la persona en actual frente a mí. Por extraño que ha de sonar, no me produce desconfianza; su persona es ahora una fuente parecida a la tenida con Cata, siendo Elizabhet una persona con presencia de verano, calurosa y tranquila. El sabor de su persona, aun sin probar, pero notable a nuestra distancia, lo puedo identificar a... No lo se, en mi corta vida he olido algo igual, si se pidiera definir su sabor, diría que es saborear los rayos del sol, después de una lluvia, siendo estos apresados, cálidos e iluminadores.

- Es todo verdad.- afirmo en un tono por poco audible. Decir esas palabras en otro lugar aparte de mi cabeza, lo hace real.- ¿Por que me lo has mostrado?- consulto. Mis ganas no son atacarla, pero aun con la mente llena de nueva información, me doy cuenta de la extraña situación ocurrida.

- Lo lamento.- la sinceridad es completa. Disculpando a su persona, me toma de la mano y guía fuera del cuarto.- Antes de poder responder a alguna de tus dudas, te debo de mostrar aun más.- su información a lo planeado, me hace detener la marcha; arrugando el ceño, la miro con desconcierto.

No quiero seguir presenciando muertes a manos de Dane.

- No.- las palabras salen solas, siendo únicas. Pensar en ver más atrocidades cometidas por Dane, me revuelve el estomago, al punto de sentir en venida un nuevo desmayo.

- Por favor, sigueme, te prometo no es sobre el hombre anterior.- sin comprender a lo que se refiere en su totalidad, pero con su promesa de que no se trata de Dane, la sigo.

Desde Siempre MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora