capitulo 2

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Pov Lucy

Estábamos cerca del objetivo, pero vemos que una luz destellante enorme y larga que llega hasta el cielo, nos sorprende. Miro a Gildarts, un hombre de unos 40 y tantos, mira al frente.

–Es uno de rango A-dijo para que mi boca hiciera una "O".

–Podrias habérmelo dicho antes-dije cruzándome de brazos.

–Ya ya, pero Lucy tu eres muy poderosa-dijo para animarme.

–Eso lo dices tu, pero cuando estoy en la universidad sólo puedo mostrarme como una persona no como soy en verdad-dije soltando todo.

–Hay Lucy todavía te queda mucho por aprender, todavía eres joven, aprovecha-dijo para soltar una mano del volante, acercarla a mi cara y acariciarla.

Le sonrió y veo como el también sonríe. Gildarts es como un padre para mi, siempre mira por mi, aunque tenga a su hija Cana de 15 años.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.

Llegamos al sitio, bajamos del coche y nos adentramos en el bosque para enfrentarme a "ellos".

Miramos la luz y cada vez estamos mas cerca del el, oímos un grito desgarrador y corremos hacia allí.

Y ahí esta un monstruo de 10 metros, escamas por todo su cuerpo, dientes gigantescos, sus patas como un camión de grandes.

Lo miro y le hablo a Gildarts.

–Gildarts de aquí te tienes que alejar, este es peligroso-dije el se negó al principio pero al final lo convencí, salio de vuelta al coche y yo empecé a recitar.

De caelo sonus,
Pandite,
Omnes stallae in mundo,
Et ostendit mihi tota nitore.
Oh! Tetrabiblos. Siderum regina ego.
Complete vultu tuo.
Aperis malignis.
LXXXVIII stallae carli.
ABRETE!!!!
URANUS METRIA!!!-recite para que en mi rostro apareciese lineas rojas como la sangre mis ojos se volvieran del color del oro y mis cabellos de un color platino y suelto. En mis manos apareció una espada dorada y en las esquinas un diamante de color azul cielo.

Mire al monstruo y una sonrisa sádica apareció en mi rostro. Fui hacia el con una velocidad sobrehumana, y mi espada fue clavada en su estomago, soltó un rugido desgarrador y con dolor. Pero eso no le hizo casi nada, así que con mi velocidad subí hasta su cabeza pero el la zalandeo para que no pudiera, y caí al suelo, fue un golpe seco.

Me limpie el hilo de sangre de mis labios y volví hacia el para poder atacar de nuevo, subí a mi velocidad sobrehumana de nuevo y esta vez no se lo espero, llegue al centro de su cabeza y allí clave mi espada para acabar con su vida, pero otro grito se oyó, mire hacia abajo y era un humano siendo atacado por otra bestia.

–Es que no se pueden estar quietos-dije fastidiada. Saque la espada de la cabeza de este y fui cayendo al suelo, pero con mi velocidad sobre humana llegue a donde estaba el.

Lo agarro para sostenerlo y alejarlo de aquí.

Nos alejamos y veo que ninguna bestia nos sigue. Lo suelto y se deja caer al suelo y mis ojos se abren ante tal persona.

Continuara...

Continuara

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