Lo Que Tus Ojos Esconden

capitulo 5

Lucy

Ellos me miraron asombrados y yo a ellos.

–¿Que estáis haciendo?-dije fria, mis ojos todavía no volvieron a la normalidad.

–Lo que a ti no te importe rubia teñida-dijo la canosa para que entre cerrara mis ojos.

–Canosa quiero que te alejes de el, no es humano-dije para andar hacia ella.

–¿Que dices rubia teñida?-dijo histerica-no le hagas nada-dijo advirtiendo me.

–Lo siento-dije para poner mi mano en su frente y hacerla dormir con un poder sin importar.

Mire al chico y sus ojos se volvieron rojos, yo solo le Sonreí cínica y el lo capto.

–Lo siento tu no perteneces a este mundo, tienes que volver al tuyo-dije sin moverme.

–Maldita, nadie me moverá de aqui-dijo furioso.

–O si, yo si-dije para decir las palabras para transformarme- De caelo sonus,
Pandite,
Omnes stallae in mundo,
Et ostendit mihi tota nitore.
Oh! Tetrabiblos. Siderum regina ego.
Complete vultu tuo.
Aperis malignis.
LXXXVIII stallae carli.
ABRETE!!!!
URANUS METRIA!!!-dije para que mi pelo de un momento a otro fuese platino, mis ojos dorados, las marcas apareciesen y mi espada estuviera en mis manos.

El me miro con terror yo no quite mi sonrisa cínica, me estaba acercando hacia él, me miraba aterrado, caminaba hacia atrás hasta que tropezó y cayo.

–Tendras que volver, tu sitio no es aquí, espiritu-dije para que el, se levantase y con su fuerza de viento me echara hacia atrás haciendo que chocase contra la pared.

El fue acercándose hacia mi con una cara de psicópata.

–Parece que tu eres la que volveras-dijo para que con su mano levantase mi mentón-y ¿Que clase de especie eres?-dijo para mirarme de arriba abajo.

–Soy la especie que te llevara de vuelta a tu mundo-dije para que mi espada se clavara en su abdomen.

–Ma...l..di..t..a-dijo para que de su boca saliesen hilos de sangre y así haciendo que una luz blanca se lo llevase.

Cuando desapareció, llame a Gildarts para que viniese y borrase la memoria de la canosa, esto no puede recordarlo jamas.

Miro hacia el suelo y un circulo con una estrella de cinco puntas estaba pintada con una tiza.

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Al rato Gildarts apareció sigilosamente, ya que nadie de la universidad podía verle la cara, ya que el Dragneel se la vio.

–¿Que narices a pasado?-dijo asombrado.

–Un espíritu nada mas-dije para sentarme.

De la nada aparece el maldito de Dragneel, sudoroso y con la respiración agitada.

–¿Que haces tu aquí?-dije y el me miro, un pequeño sonrojo se asomo por sus mejillas

–Nada oí un golpe tremendo y vine corriendo, y ¿habeis visto a una rubia, con ojos marrones?-dijo para que abriera los ojos, ¿me estaba buscando?

–No no la hemos visto-dije yo antes de que Gildarts abriese la boca.

–Vale gracias-dijo para mirar hacia abajo y sorprenderse-¿le pasa algo a Lissana?-dijo para acercarse a ella.

–Nada solo se desmayo-dijo Gildarts para acercarle su dedo a su frente y de un milisegundo borrase su memoria de hace una hora.

–¿Puedes llevarla a la enfermería?-dije y el asintió.

Cuando se fue y no había moros por la costa dije la frase para que mi forma humana volviese.

– Non est ad astra mollis e terris via-dije y mi pelo y ojos volviesen a ser los de siempre y mis marcas y mi espada desapareciesen, mire a Gildarts-Gracias Gildarts por venir, no se que haría si la canosa supiese mi secreto-dije y el me sonrió, como un padre sonriese a su hija.

–No te preocupes Lucy para eso estoy yo aquí, para salvarte de cualquier apuro-dijo para venir y darme un rápido y cálido abrazo-y ahora para clases-dijo para separarse e irse de aquí con su magia.

–Ya voy-dije rondando los ojos.

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Llegue a clases y como si no ocurriese nada, fui a mi sitio y me senté.

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Terminaron las clases y fui directa hacia mi coche, abrí la puerta del coche y monte para poder irme a mi casa.

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Abrí la puerta de mi casa y vices se oyeron en la salita de espera, fui hacia ahí y mis ojos se abrieron como platos.

–Mira Lucy quien a venido-dijo mi madre de lo mas feliz.

–¿Que hace ella aquí?-dije con mi sangre hirviendo.

–Hola Lucy, cuanto tiempo sin vernos-dijo con una sonrisa.

Continuara.....