Pov Lucy
Me desperté y me encontraba tumbada en mi cama, mientras que un peso se sentía en mi brazo, alce mi mirada y una cabellera rosada, su mano sujetaba la mía, su respiración era tranquila y de su boca salio un nombre.
-Luce...-dijo para que mis mejillas se calentaran.
La puerta se abrió dejando pasar a un mujer que era idéntica a mi. Mi madre entraba con una bandeja con comida y un cuenco con agua junto a un pañuelo.
Cuando me vio se sorprendió, corrió a mi escritorio y dejo ahí la bandeja para venir hacia mi y abrazarme, sus delgados brazos me hacían sentir protegida y eso me gustaba mucho.
Se separo de mi dejandome llena de besos por la frente como muestra de cariño. Un gruñido salio de los labios de Natsu, giramos a verle, su pelo esta revuelto, un rastro de baba salia de la comisura de sus labios, y con una mano ya que la otra la tenia sujeta a la mía resfregaba su ojo, para poder despertar bien.
Me miro y no se asombro, pero en unos segundos, abrió tanto sus ojos y se abalanzo a mi para darme un fuerte y cálido abrazo.
Su cabeza esta metida entre mi cuello y mi hombro, su respiración, tan agitada y a la vez tan tranquila que hace que mi piel se erice. Se separa y sus ojos se encuentran con los mios, es una sensación tan agradable, que ni yo misma se lo que digo.
Una tos fingida de parte de mi madre, hace que rompamos nuestra conexión y nuestras mejillas estuviera sonrojadas y acaloradas.
–Y dime Luce ¿como te hicistes esta herida?-dijo Natsu serio e curioso.
–Ah..pues...-empecé a balbucear para poder pensar en una buena excusa-estaba en una cafetería para poder tomar un café para relajarme, cuando de repente entranron tres tipos vestidos de negro, con navajas ya que con pistolas llamarian mas la atención. Pidieron el dinero de la caja, pero una niña fue directa hacia la salida, pero no pudo llegar ya que uno de los hombres la agarro del hombro y la amenazó con su cuchillo en el cuello. Yo fui a salvarla, le di una patada en sus partes y la dejo ir, pero no me di cuenta de que otro estaba detrás de mi, le di un codazo en el costillar, pero con su navaja me hirió la pierna, después llamaron a la policía y los arrestaron, dos personas me llevaron al hospital y ya esta-dije y mire sus caras, parecen que se lo creyeron. Miró a Natsu que no esta muy buen convencido.
–Pero ese día estabas en el parque, estuve hablando contigo-dijo y abrí mis ojos de la sorpresa, es verdad mierda que digo.
–Eh...ah..pues-digo, piensa Lucy, no es tan difícil-te acuerdas que me fui, es porque me dolía la cabeza, y para relajarme fui a tomar un cafe-dije y creo que le convencí.
–Ya veo hija, pero ahora tienes que guardar reposo, el doctor nos mando pastillas para el dolor-dijo mi madre ofreciendome la comida y una pastillas blanca redonda acompañada de un vaso de agua.
–Jeje, gracias mama-dije y una sonrisa de alivio salio de la comisura de sus labios.
Mama salio de la habitación, dejando me sola con Natsu, quien se fue después de unos minutos, ahora dejandome sola.
Mire por la ventana y contemplaba el cielo azulado oscuro a causa de que iba anocheciendo. Las estrellas iban apareciendo poco a poco, vaciando una decoración perfecta en el oscuro cielo.
Dirigí mi mano hacia mi herida de la pierna, estaba vendada y cada vez que tocaba la herida por la fina tela sentía con la punta de mis dedos fríos la herida cosida.
Calculo que dentro de dos días ya habrá cicatrizado, es lo bueno de ser un dragón puro. Que las heridas cicatrizan demasiado bien.
Pero un pitido hace que mis pensamientos se vayan y el pitido sea lo único que escuche. Esto no puede estar pasando ahora, mierda ahí uno de "ellos" cerca y demasiado diría yo.
Tendré que ir, soy la única que los puede volver a su sitio. Quito las sábanas que cubren la mitad de mi cuerpo y poco a poco me pongo de pie. La herida me duele demasiado, joder, muerdo mi labio inferior, al menos me distraeré con otro dolor.
Me pongo las zapatillas de antes y tendré que salir por la ventana, pero tendre que salir transformada, al menos soportarse mucho mas el dolor.
– De caelo sonus,
Pandite,
Omnes stallae in mundo,
Et ostendit mihi tota nitore.
Oh! Tetrabiblos. Siderum regina ego.
Complete vultu tuo.
Aperis malignis.
LXXXVIII stallae carli.
ABRETE!!!!
URANUS METRIA!!!-recite para que mi cabello cambiara a platino, mis ojos a dorado, mis marcas resaltasen mi piel y mi querida espada este entre mis manos.Mire la herida y ya podía soportar mas el dolor, abrí la ventana y el viento fresco me golpeo directamente a mi cara. Mire hacia abajo y había demasiadas personas caminando, tendré que ir con mi velocidad sobre humana. Suspiro y salto la ventana para cuando mis pies tocan suelo, corro a velocidad sobrehumana.
Llegue al lugar que el pitido me decía, era un gran edificio, mire arriba y estaba todo destruido. Mi boca esta semiabierta, todo lo que había provocado uno de "esos".
Suspire y me encamine para entrar en el edificio, la gente salia corriendo por sus vidas, no miraban a nadie si caía o no, solo corrían y corrían sin parar, gritando horrorizados. Algún que otro echaba la mirada hacia atrás y se quedaba mirando que iba a hacer.
Llegue al ascensor y estaba en muy bien estado y para subir hasta la ultima planta, porque no iba a subir por las escaleras infernales.
El ascensor iba subiendo, pero de pronto se paro y la puerta se abre abriendome camino. Salgo y camino hasta la bestia que rugió un buen rugido.
Lo miro y suspiro, un clase dragón se ha pasado de los limites. Lo miro, sus cuernos que sobresalen de su cabeza, sus ojos del color del fuego, su boca que se iluminaba a causa del fuego que había escupido hace un momento, la neblina de humo que cubría casi todo su cuerpo gigantesco, sus alas acompañadas por sus dos enormes patas y sus garras que de un zarpazo estas muerto.
–Bien dragoncito, has echo mucho daño y te tengo que mandar a tu sitio-dije acercándome hacia el, que de su boca salia un leve humo y gruñía por cada paso que daba. Mientras yo arrastraba mi espada para que sintiera miedo-Que empiece la acción.
Continuara......
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Lo Que Tus Ojos Esconden
Fanfiction-Es hora de que vengas conmigo y sepas la verdad-dijo con una mirada fría. -¿Ir?¿Adónde?¿Y que verdad me estas hablando?-pregunte seguidamente sin darme cuenta de lo que decia. -Hazme caso, ven y lo sabrás -dijo para extenderme la mano para agarrarl...