Ultima pincelada de color.

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Siempre pensamos que el mundo era un lugar inmenso. Con tecnología infinita que facilitaba nuestras vidas. Jamás creímos que todo eso desaparecería no por obra de Dios, tampoco por tantas y tantas profecías acerca del fin del mundo.

Si no por nosotros mismos, con nuestro egoísmo, puesto que cada vez que escuchábamos en la noticias acerca de la hambruna en algún país extranjero, la destrucción de la naturaleza, la muerte de miles de animales, nos hacíamos de oídos sordos, diciendo: Con tantas personas en el mundo, alguien más ayudara ¿Por qué eh de ser yo?

Ahora, henos aquí matándonos unos a los otros por algo con que alimentarnos, agua que beber, peleando como podemos, con todas aquellas cosas que creímos jamás volverían a pasar.

Recuerdo perfectamente como todo esto comenzó, estaba sentada en el parque, intentando decidir cómo darle la sorpresa a mi esposo sobre mi embarazo. Un hombre a mi lado escuchaba la radio, la notica de los desastres naturales eran cada vez más frecuentes, una chica se desplomo justo frente a mí, me acuclille para socorrerla.

Al tocarla me di cuenta que estaba ardiendo en fiebre, la levante como pude para llevarla al hospital.

Los médicos me preguntaron: ¿cuánto tiempo estuve en contacto con ella? Intente preguntar que sucedía sin embargo nadie me decía nada. Me tomaron del brazo y me aislaron en un cuarto para observación, después de unos días me dejaron salir diciéndome que podía ir a casa puesto que no presente síntomas ¿síntomas? ¿Qué estaba pasando?

Me acerque a la recepción quería saber que había sido de la chica que días antes lleve allí.

-Disculpe señorita, quisiera saber el estado de la persona que ingreso junto conmigo al hospital.

-Si permítame- la encargada ingreso algunos datos en su computadora- lo siento. Me temo que la persona falleció el día de ayer ¿Familiar suyo?- Sentí un inmenso hoyo en mi corazón.

- ¿Qué fue lo que paso? Ella... ella solo tenía fiebre.

-Se lo diré por su seguridad, dado que usted fue quien la trajo al hospital. Esa persona murió por una mutación de la peste bubónica. Los epidemiólogos han estado entrando y saliendo desde que ustedes llegaron al hospital. Creame señorita tiene suerte de estar viva.

Días después los hospitales no se daban a vasto con la cantidad de personas infectadas. Las condiciones comenzaron a ser insalubres, dando pie a que todas las enfermedades bacterianas que creíamos erradicadas brotaron como el agua en una alcantarilla rota.

Mi esposo y yo hablamos con unos cuantos amigos y vecinos. Emprendimos la marcha para salir de Guadalajara ya nada podíamos hacer allí, lo que un día fue una majestuosa ciudad ahora era un lugar desolado, triste y olvidado.

-oli... Olimpia... levántate corre ahora. Apenas si percibía la voz de Abel, se oía tan distante, sentí como su mano se apretaba sobre mi antebrazo y de un tirón me levanto, mis pies se movían por pura inercia pues mi rostro no podía mirar hacia adelante mis ojos observaban solo el horror que las enfermedades y desastres habían dejado a su paso.

Mirar todo eso me hizo pensar que el fin estaba cerca, tire del brazo de Abel para que me prestase atención ya no podía ocultárselo más.

-Abel tengo que decirte algo importante.

- Guárdalo para otro momento ahora tenemos que huir.

- No espera. Estoy embarazada. Sus ojos se abrieron como platos y se le comenzaron a formar pequeñas lágrimas.

-¿Por qué no me lo habías dicho antes?

-Porque después de todo lo que paso no podía pensar en nada que no fuera nuestra supervivencia. Siento que esto es el fin y quería que lo supieras.

- Claro que no, ahora tenemos algo más por lo que luchar.

Asentí con la cabeza. Mis lágrimas habían comenzado a caer. Ahora mi hijo era lo único que me mantenía viva, lucharía con todas mis fuerzas para que no le pasara nada y llegara a este mundo con bien.

Tome a Abel y lo abrase. Nos fundimos en un único y maravilloso beso. Que pareciese cerrar un pacto de nosotros para con nuestro hijo.

Mi madre siempre decía que si tu futuro se pintaba obscuro siempre podías sacar un pincel y darle un poco de color. Este bebe es el color y la luz que necesitábamos.

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