fueron enviados mensajes en señales de humo,
donde un día yacía una hoguera, ahora el humo se encuentra disperso
y quedaron las cenizas escarlatas,
en medio de una helada, eternamente fría, un día hubo una mínima señal de calor,
traigo la neblina y el tiempo de mi mundo en el que se derrite mi cristalizado corazón,
me encuentro envuelta por una avalancha de hielo afilado que clava dagas de adentro hacia afuera en lo profundo de mi pecho,
La falta de calor solar me consume, me hiere
mi suelo se aturde, se mese, no es estable,
no hay presencia de vida alguna,
es un bosque frió, atrapado por las tinieblas, envuelto en las sombras
las luces se han esfumado,no existe el día ni la noche,
todo sabe a agonía
el caudal que fluye por las grietas arraigadas en mi mente,
las moléculas comprimidas, han logrado escapar,
ser evaporadas,
es el ultimo destello del hielo cristalizado que choca con el sol, opaca el frió
se pego una estampilla radiante que trasciende mediante rayos y ráfagas de luz cortante
Hay luz,
Hay calor,
Hay vida,
todo cambio...El frió que un día existió, se ha esfumado, ese almíbar dulce de las nubes
que crea formas en mi aturdido cielo, que esta aprendiendo a ser un lienzo,
El aire se ha purificado,
el embrujo que empezó en aquel lago de miel,
fue desecho en un sueño de papel.
-Maria Paula Libreros S.
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Espacios en el corazón.
PoesíaLa vida se ha encargado de matar ilusiones, de cegar miradas y destruir corazones.