Capítulo 1.

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—Vamos, Styles, ¿Acaso eres gallina? —preguntó burlón su mejor amigo, Louis.

—No, pero no me gustan las apuestas, y tú lo sabes.

—Oh, pero eres fácil de convencer —susurró el chico esperando que Harry no lo haya escuchado, pero sí lo escuchó y tan sólo fingió no haberlo hecho.

—¿De qué trata la apuesta? —preguntó ya fastidiado mientras se frotaba las sienes.

—Simple, tienes que enamorar a una personita que tú odias —contestó pasando su brazo por los hombros de Harry.

—Imagínalo, Harry. Poder vengarte de Claire, aquella chica que te puso en ridículo la otra vez —añadió Louis, recordando el momento.

—Hola, linda. —Llegó Harry a la mesa de Claire.

—¿Qué quieres? —contestó ella de inmediato.

—Tan sólo quería saludarte —dijo él cruzando los dedos por detrás. Él quería hacerle una pequeña broma. No parecía nada estúpida en el momento, pero al pensarlo es muy estúpida.

—¿Ah, sí? No me digas, ¿Quién eres?

—Soy Styles, Harry Styles —contestó guiñándole un ojo.

—Mmm… ¿Y luego?

—Ah, pues mira, acompáñame, tengo un amigo llamado Jesse que en verdad le gustas y… —Él paró de hablar al ver que Claire no se movió ni un centímetro.

—¿Qué? ¿No lo quieres conocer? —contestó él preparando la salsa que planeaba tirarle en el cabello.

—Pues, veamos Harry, si yo me parara y fuera contigo —dijo ella y se paró—. Sería terriblemente idiota, ya que, ¿No es eso salsa lo que traes detrás?

—¿Qué? ¡Claro que no! —contestó riendo nerviosamente. ¿Cómo había visto la salsa? Nunca fallaba.

—Ash, ya vete —le dijo y le dio un pequeño empujón, él pisó una tarta que estaba tirada y cayó al suelo, y al caer la salsa cayó encima de él.

Vio como todos comenzaban a reír, incluso ella. Desde ese momento la odio como nunca había odiado a nadie.

—Oh, yo sé que lo has recordado, por eso, acepta la apuesta, quedará destrozada, como la quisiste ver desde ese pequeño empujón —dijo Lou sacando a Harry de sus pensamientos.

—No lo sé…

—Oh, Harry todos sabemos que lo deseas —dijo Jesse.

—¿Y todo esto a qué se viene? —preguntó el chico.

—A qué queremos tu coche, chico —contestó Niall riendo y Jesse le dio un zape.

—Ah, la apuesta será “si no le rompes el corazón a Claire, danos tu coche” —dijo él un poco enfadado.

—Oh, pero si tú ganas, te daremos nuestro auto —contestó Louis.

—¿Cambio de coches?

—No, idiota, alguien se quedará los dos —contestó Niall con obviedad.

—Bueno, pero…

—Mira, tomaré esta hoja y te pondré las reglas —le interrumpió Louis.

—¡Regla número uno! —gritó y espero a que alguien la dijera, sin embargo, nadie habló.

—No involucrarse con ella sentimentalmente —dijo Jesse después de un momento pero sonó más como pregunta.

—Claro, claro… —comenzó a escribir Louis.

Luego Louis comenzó a escribir y escribir sin mencionar una palabra. Después de cinco minutos aburridos, él anunció que había terminado.

—¡Listo! ¡Pero qué hermosa lista! —gritó Lou y se la entregó a Harry.

Él comenzó a leer las reglas mientras hacía muecas. Y al último vio un pequeño dibujito de un monito en una patineta.

—¿Y? —preguntó Louis impaciente.

—Oye, sólo son nueve, normalmente son cinco o diez…

—Se me ocurrieron nueve —le interrumpió.

—No me gusta que sea número non.

—Cinco es un número non —comentó Niall.

—Sí, pero siempre son 5, 10, 15, 12, pero no 9.

—Harry, te sales del tema —le reprochó Jesse.

Harry soltó un gran suspiro. Y volteó a ver a sus tres amigos.

—Está bien, acepto.

Las Reglas De Mi Juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora