Capítulo 15.

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Harry seguía sin poder creerlo, su última esperanza de que Claire fuera su amiga, voló muy lejos hace unos minutos.

Regresó con sus amigos mordiéndose el labio nerviosamente, sus padres lo asesinarían cuando se enteraran que había apostado el auto que le habían confiado. Será un gran escándalo, su madre lo regañará mientras que su padre comenzará con las amenazas de mandarlo a un internado en Tombuctú. Ese día no podía estar peor para ambos chicos.

Se sentó lentamente a un lado de Niall y ya podía sentir la sangre saliendo de sus labios debido a que no estaba midiendo con qué fuerza los mordía.

Los chicos no dijeron ni una palabra a Harry, se arrepintieron totalmente de haber apostado tal cosa como ésa, Claire podría haber sido la peor elección y él estaba muy nervioso ya que su padre sería el más furioso en toda la situación.

Estaban a punto de decirle a Harry que lo olvidara y que se quedara con su auto cuando llegó Liam por detrás y le jaló la chamarra a Harry.

—Idiota, ¿dónde está Claire?

—Suéltame —dijo dándole un golpe a su mano —. ¿Y yo que voy a saber dónde está esa loca?

—Vuelves a decirle loca en mi presencia y te tumbo los dientes.

Harry resopló. No tenía nada de ganas de escuchar las amenazas y preguntas de Liam. Esperó que se cansara y se fuera pero Liam seguía ahí.

—¿Qué quieres?

—¿Dónde está Claire?

—¡Te he dicho que no sé!

—Tú estabas con ella, retrasado.

—¡Pues se fue! ¡¿Te parece lógico?! ¡Se alejó y no la seguí!

Liam puso sus manos como puños, primero llega el idiota de Harry a quitársela, para luego no saber ni dónde se encuentra.

Antes de que se le fuera su mano directo a la cara de Harry, se alejó. Comenzó a buscar a Claire pero tan sólo no estaba. Pensó que tal vez estaría en el baño de chicas, pero él no puede entrar ahí. La llamó.

Uno… dos… tres… nada.

“Vamos, contesta, Claire” pensó Liam.

Se comenzó a hartar y se metió al baño de chicas. Afortunadamente, no había ni una chica que pudiera reprocharle que fuera un idiota o un pervertido.

Pero, exactamente, no había ni una chica, Claire ya no estaba ahí.

Salió del baño y se dirigió hacia el campo de football americano, era la última opción y esperaba encontrarla ahí. Se frotó los dedos en el pantalón, estaba algo nervioso ya que Claire no acostumbraba hacer eso. Alejarse sin que ni siquiera él lo supiera.

Cuando llegó, suspiró; ahí estaba la chica. Pero totalmente destrozada, estaba sentada en la penúltima grada con las manos cubriéndole la cara mientras que en su espalda se notaba la respiración entrecortada.

Se sentó a un lado de ella y la abrazó.

Ella giró un poco y al ver que se trataba de Liam, se giró totalmente para abrazarlo. Él quería preguntarle por qué lloraba pero sabía que sería totalmente estúpido de su parte si quería que Claire cesara el llanto. Así que se limitó a sólo abrazarla mientras ella se desahogaba.

Después de unos minutos, Claire ya no lloraba y seguían abrazados.

—¿Quieres un macarrón? —habló por fin Liam deshaciendo el abrazo.

—Claro.

—Está bien, iré a Francia por ellos.

—Liam —dijo ella sonriendo.

—Te traeré todos los macarrones del mundo con tal de que sigas sonriendo.

Claire se dio cuenta de lo siguiente: ¿Para qué tener tantos amigos falsos cuando puedes tener uno totalmente verdadero y que valga más la pena que tener cien falsos?

“Todos deberían tener un Liam” pensó ella.

—Te quiero mucho, Liam —dijo ella mientras lo abrazaba de nuevo.

—Yo también, Claire —dijo él —. En la salida vamos por macarrones.

Ella asintió. Sonó la campana, así que deshicieron el abrazo de nuevo y se fueron a sus perspectivas clases.

Claire se dirigió a su clase de Historia con una sonrisa muy grande, Liam sabe cómo hacerla sentir mejor y ésa es una de las razones por las que son mejores amigos.

Mientras que el idiota de Harry sólo la hace sentirse mal consigo misma, Liam hace que se sienta mejor. Ella querría decírselo a Harry pero en esos momentos no quería ni verlo.

Se sentó en la última silla disponible en la fila penúltima—ya que la última estaba completa—y sacó su cuaderno para hojearlo por si la maestra venía con ganas de hacer examen.

Se arrepintió de no haber visto quién se encontraba detrás ya que el chico comenzó a hacerle “pssst” en el oído.

—Apártate, Harry —gruño ella mientras le daba un codazo en la boca.

—Agh, qué ruda eres —dijo él después de gemir.

Ella rodó los ojos y siguió estudiando fechas.

Harry comenzó a hacer ruiditos para desesperarla. Lo sé, Harry no es muy cuerdo, primero la hace enojar hasta que la pobre llora y luego decide hacerle ruiditos mientras estudia, qué tonto.

Louis reía imparablemente mientras Harry seguía haciendo chasquear su lengua, pero Claire no perdió la concentración ningún momento ya que traía audífonos. Bajó el volumen discretamente y oyó los ruidos de Harry.

“Pobre tonto” pensó ella mientras le subía de nuevo a su música.

Cuando vio que la chica ni se inmutaba, se paró de su asiento y se puso frente a ella.

Vio el cable de los audífonos y sintió una furia enorme, trataba de llamar su atención y ella ni lo escuchaba.

Se agachó hasta estar a la estatura de ella y le cerró el cuaderno.

—¿Cuál es tu maldito problema? —bramó ella viendo el cuaderno cerrado.

—¡Trato de que me hagas caso! —espetó él —. Lo siento, ¿okay? No debí mentirte tantas veces, pero, por favor, por favor, dame otra oportunidad.

Ella se recargó en el respaldo y se quedó viendo a Harry. En verdad no podía creer que el chico siguiera molestándola, ¿Cuándo pararía?

—¿Por qué me sigues molestando? —preguntó ella—. ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!

Él se hizo un poco hacia atrás cuando ella gritó los últimos por qué.

—Porque te quiero —dijo él sin pensar—… como amiga.

—Pero yo no te quiero como amigo.

Él suspiró de frustración, sabía que la única frustrada debería ser Claire, pero a él también le frustraba él mismo, esa tonta apuesta estaba pasando los límites y Harry no se daba cuenta.

—Si soy franco, te entiendo.

Ella volteó confundida, si la entendía, ¿por qué seguía molestando?

Él alzó un dedo sabiendo que ella lo interrumpiría.

—Te entiendo, sé cuándo una persona quiere e insiste en pedirte algo que tú no quieres. Y tú tienes la autonomía suficiente para decirme que no, pero, por favor, y te lo digo, yo ya hice un error así, creía que estaba satisfecho de decir que no, pero tan sólo lo arruiné todo. Tú crees que no arruinarás nada con decirme que no pero sí lo harás, me arruinarás a mí, Claire.

Ella en verdad seguía sin entender pero sentía que si le decía eso, Harry pensaría que es una idiota.

—Vaya, no sé qué decir —dijo ella finalmente.

—No digas nada, todo está bien, te dejaré de molestar.

Ella quería decirle “pero te arruinaré” en forma de burla pero sabía que Harry no lo tomaría como una broma así que mejor se quedó callada.

Y efectivamente pensó en eso toda la clase.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2014 ⏰

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