Remite: Anónima

Verdades (mentiras) a medias.

Hola:

Sólo quería decirte que hoy te vi por la calle (fui a buscarte a propósito), pero que estabas con una chica (chica a la que odie al instante) y me dio vergüenza acercarme porque, en realidad, hace mucho que no hablamos (a pesar de mis múltiples intentos) y no sabía cómo ibas a reaccionar (me daba pánico que me rechazaras), ni siquiera sabía si me reconocerías (más pánico me daba que me ignoraras) así que decidí seguir andando (y detrás dejé al hombre de mi vida), tenía prisa (quería alejarme de ti lo antes posible).

Pero no he podido evitar (cometer la estupidez de) llamarte (demostrando así que siempre soy yo la que vuelve a ti); por los viejos tiempos (cuándo yo era la única que te podía hacer sonreir en un mal día). Me ha saltado el contestador automático (has cambiado la frase, ya no aparezco yo) y he supuesto que estarías ocupado (seguramente con otra chica) así que he decidido retomar nuestra vieja costumbre de las cartas (por lo menos así no tendré que enfrentarme a tú voz).

No tengo demasiado que decir (sí lo tengo, pero no pienso hacerlo). Me duele pensar que ya ni siquiera nos saludamos cuándo nos vemos por la calle (es patético después de todo lo que pasamos juntos) y me duele más pensar que perdí a mi mejor amigo (aunque me prometiste que nada cambiaría) pero, sobre todo, me duele cómo acabaron las cosas (un mensaje de texto no fue la mejor manera de dejarlo).

No pienses que quiero (necesito) que me contestes, solo quería hacerte saber que todavía pienso en ti (que todavía caigo rendida a tus pies) y que nunca olvidaré el tiempo que pasamos juntos (sería totalmente imposible). (Nunca me atreveré a confesarte la otra mitad de nuestras verdades (mentiras) a medias, porque ni yo tengo el valor ni tú te lo mereces.)

Espero que seas feliz (aunque sea sin mí). 

Destinatario: El chico que me obligó a ocultar mis lágrimas entre verdades (mentiras) a medias.

Remite: Anónima.