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Primer Entrenamiento

El sonido del timbre anunció el regreso a las clases después del receso.
Cuarto día en el internado para el chico nuevo, y hasta ahora todo iba bien para él.
Se reunía con sus nuevos amigos siempre que se le era posible entre clases, o cuando sus clases coincidían.
También se quedaban después de clases para hablar de la banda, aunque siempre terminaban haciendo cualquier cosa que hablar de la banda.
El compañero rubio se integró muy bien al grupo, para que decir que recibió muchos halagos de parte de Chica, y también uno que otro grito fangirl.
Bonnie estaba contento al tener a alguien en el grupo con quien hablar de música.
Mientras que Foxy, bueno... A él parece no agradarle mucho la presencia de The Golden Boy en el grupo.
En cambio al castaño, lo hacia feliz tener personas con quien hablar libremente, a los que en verdad podía llamar amigos, ¿tal vez?
Los pocos días que llevaba en el internado habían sido geniales.
Sin embargo, rezaba porque no llegara la clase que ahora debía tomar...

Se dirigió lo más tranquilo que podía a guardar sus cuadernos a su casillero, y luego caminó igualmente tranquilo hasta la "Cancha de Entrenamiento".

Trataba que sus guantes no se resbalaran de sus manos, puesto a que los nervios estaban tan apoderados de él, que sudaba como loco.

Hasta ahora todo iba bien con Fred, pero él no olvidaba lo único que quería lograr... Salir. Era justo lo que Freddy no quería que pasara.
Tenía miedo de usar sus poderes, era muy probable que sería un fiasco si él se quitaba los guantes.
Ni modo, tendría que soportar todos los intentos de Fred por salir.
Ahora, sabía que debía ir a la clase o esa ausencia podría significar la expulsión del internado... Sí, desperdició toda una tarde en leer todo el reglamento del internado, solo para saber que pasaba si faltaba a un entrenamiento.
Tal vez podía quedar presente y luego escabullirse fuera de la Cancha.

Cuando llegó al lugar dónde debía, estaba completamente fascinado en la enormidad del establecimiento.
Un cielo raso impresionante, unos 8 metros de alto mínimo, con unas paredes y pisos de un material que no sabía que es.
Habían distintos equipos de entrenamiento, incluyendo muchos que él nunca en su vida había visto.
Muchos alumnos siendo supervisados por algunos instructores, usando sus poderes libremente con algunos de los elementos de entrenamiento, o en entre ellos mismos.
Era un espectáculo único para los ojos azules del chico nuevo, quien no podía dejar de observar lo que ocurría frente a él.
Sintió una extraña mezcla de miedo y entusiasmo ante tal escena... Sin embargo, el miedo venció.
El castaño estuvo apunto de escabullirse lejos, cuando...

"¡Ajá! Tú debes de ser el nuevo, ¿no?"

El castaño se volteó lentamente al darse cuenta que ya lo habían pillado. No había forma de escapar ahora.
Se encontró con un chico un poco más alto que él. Tenía una gran melena pelinaranja, tés blanca y ojos anaranjados como su cabello.
Tenía una sonrisa optimista en su rostro, tan alegre que Freddy no pudo evitar sonreir algo nervioso.

"E-Eh... Sí, soy yo...", dijo él, frotando sus guantes, un tanto agitado.

"¡Genial!", exclamó el pelinaranja, "Me presento; soy TownTrap, mi poder es cambiar de forma a algunos aspectos de león, y yo seré tu Instructor de entrenamiento de poderes, un placer", acto seguido, ofreció su mano con una sonrisa.

"I-Igualmente", tartamudeó el castaño, aceptando el gesto del mayor y estrechando su mano, con cuidado por sus guantes, "Y-Yo soy Freddy, y c-controlo la nieve y el hielo"

"Bien, Freddy", sonrió el ojinaranja, "Por tus guantes, puedo deducir que no sabes nada sobre controlar tus poderes... ¿Desde cuándo los usas?"

"Emm... B-Bueno, desde que tengo memoria", se sonrojó el castaño al darse cuenta que desde tan pequeño empezó a usar sus tan preciados y a la vez odiados guantes.