2-Precio de un error.

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(NamJoon)

No soy feliz… 

Pero nadie tenía la culpa de mi desdicha más que yo mismo. Porque me había encargado de acabar con toda la felicidad que había existido en mi vida con un simple, insignificante… y estúpido error.

Un error que me había costado perder a los dos seres que más amaba, y ahora parecía que nunca iba a poder recuperarlos.

Y yo quería recobrarlos, porque estaba completamente seguro que mi vida ya no tenía ningún sentido sin ellos a mi lado. Tenía que enmendar mi equivocación y hacer hasta lo imposible para pedir perdón… suplicar por otra oportunidad.

Porque sabía que era muy difícil que se me diera… pero también sabía que no era imposible…

Desde hace un año despierto en la soledad de mi habitación, entre la frialdad de mi cama y lo aterido de mis sábanas.

Una sensación de vacío se hace presente cada vez que abro mis ojos y me doy cuenta de que mi vida es un verdadero desastre. De que por más que trato de vivir y encontrarle un sentido a ésta para levantarme día tras día, parece que en verdad no existe.

Pero no puedo rendirme, no puedo acobardarme y dejar de luchar para recuperar lo que perdí, yo mismo me lo digo a cada instante, que tengo que hacer hasta lo imposible para recuperar el amor de SeokJin, y con ese sólo pensamiento soy capaz de empezar otro día.

Suspiré profundamente y miré de reojo el reloj en la pared frente a mi cama, eran las siete de la mañana y tenía planeado levantarme temprano ese día para ver a mi hijo. 

Sabía que Jin aún estaba muy molesto conmigo y que no me dejaría acompañarlo a su primer día de clases en la escuela, me lo había advertido el fin de semana pasado que había ido a su casa a recoger a TaeTae para llevarlo al cine, y había sido lo suficientemente claro como para repetírmelo sólo una vez.

No quería discutir con él. Era lo último que deseaba que pasara entre nosotros cada vez que nos veíamos, no quería que su enojo siguiera creciendo y trataba de nunca llevarle la contraria, porque era demasiado doloroso para mí que insinuara que no me dejaría ver a TaeHyung.

Y eso no podría soportarlo.

Me levanté del colchón con suficientes ánimos para salir de la casa y ver, aunque fuera de lejos, a mi amado hijo. Ese pedacito de cielo que tres años atrás, SeokJin y yo habíamos adoptado.

Ha sido el segundo recuerdo más feliz de toda mi vida, porque el primero había sido, sin duda alguna, cuando SeokJin y yo nos casamos.

Y aún no lograba entender cómo es que había arruinado esa feliz y perfecta vida que llevaba a su lado.

Simplemente, había sido un completo estúpido…







Un año antes…

–¡Ya levántate!

–No quiero.

–¡Yah!

–¿Por qué? ¡Quiero estar así todo el día!

–Yo también, pero tenemos que ir al restaurante y además TaeHyung ya debe estar despierto.

Me negaba a abrir los ojos, pero tenía que acatar las peticiones de mi amado esposo, y cuando fui levantando mis párpados poco a poco, pude observarlo ahí, acurrucado entre mis brazos y con la más hermosa sonrisa del mundo en su rostro.

El amor de mi vida, la más maravillosa persona con quien había elegido pasar el resto de mis días… Kim SeokJin.

Estaba por demás mencionar que mi vida era perfecta. Nos habíamos casado al terminar la universidad, y con el regalo de bodas de nuestros padres habíamos comprado una bonita casa, y meses después, habíamos abierto un restaurante familiar.

FootLoose (NamJin) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora