11- Mas fuerte que nunca.

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Kim NamJoon

No sabía cómo definir el comportamiento de SeokJin durante los pocos días que pasé con mi hijo y él en la casa. Había sido una sensación tan familiar para mí que por un momento llegué a pensar que mis tontos errores habían sido sólo una broma. Una cruel pesadilla.

Me imaginé varias veces que una sincera y pequeña sonrisa se dibujaba en los labios de mi esposo, pero no me quise hacer a la idea de que era por mí, aunque así lo deseara con todas mis fuerzas.

Suspiré profundo, dando una vuelta sobre el colchón para retirar la sábana que me cubría, y de pronto abrí más los ojos, dibujando una gran sonrisa en mis labios cuando decidí levantarme para ir a la casa de mi esposo. TaeTae me había pedido que lo ayudara a organizar su fiesta y yo estaba encantado de la vida por las oportunidades que se me estaban presentando para pasar más tiempo con SeokJin.

Tenía que aprovechar todos los momentos que íbamos a compartir juntos. La fiesta de mi hijo ese domingo sería una buena forma de demostrarles a los dos, cuánto pensaba en ellos.

Al tomar mis pertenencias para salir de mi departamento, no pude evitar sonreír de nuevo, satisfecho, recordando el día en que SeokJin y yo habíamos dormido muy juntos en el sofá del hospital. En ese momento, minutos antes de que el mayor se despertara, había abierto mis ojos y lo había observado por largo rato, apreciando con detalle su semblante: Apacible, hermoso.

No pude resistir y recorrí con mi pulgar su labio inferior. Deseando por todos los medios robarle un tierno beso pero, si me descubría, estaba seguro que se enfadaría y ya no me iba a permitir acercármele.

Aunque no pude decir lo mismo cuando lo había sostenido entre mis brazos en el ascensor. Había deseado besarlo con pasión en ese instante, pero también me dolía mucho su rechazo y había aceptado no hacer nada que lo enfadara.

Suspiré con lentitud, y pisé un poco más el acelerador para llegar lo antes posible a la casa de SeokJin. Llevaba unos cuantos regalos y adornos para la fiesta. No podía esperar a ver la cara de mi hermoso y amado hijo cuando me viera.

Bajé del auto una vez que había llegado y me dirigí a la entrada. Mi corazón de pronto había comenzado a latir con rapidez, me sentía nervioso. La expectación por disfrutar una maravillosa tarde con mi familia me tenía vuelto loco de la ansiedad.

Sólo di un par de suaves golpes en la puerta antes de que ésta se abriera. Sentí mi corazón acelerar más sus latidos y, de pronto, sentí como bajaba su ritmo cuando mis ojos se cruzaron con los del hermano menor de SeokJin.

Sí, estaba un poco decepcionado.

—Hola, pasa por favor.

—Hola Jimin, gracias.

Después de cerrar la puerta me ayudó a cargar las cosas que traía en las manos. Le sonreí, y eché un vistazo algo disimulado por el interior de la vivienda.

—SeokJin no está, fue a comprar más dulces. Parece que Tae se excedió con las invitaciones.

Sonreí, enternecido, y luego escuché los pequeños y apresurados pasos de mi hijo acercarse.

—¡Appa!

—Hola, corazón.

Tae me sonrió y me extendió los brazos para que lo cargara. Lo apreté contra mi pecho y le di un beso en la mejilla.

—¿Estás contento?

—¡Sí, mucho! Todos mis compañeros de clase vendrán a mi fiesta.

Dijo, con una enorme sonrisa, y yo abrí un poco más los ojos.

FootLoose (NamJin) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora