No puedo remediarlo, lo he dicho, y ahora estoy un poco avergonzada por ello. No obstante, creo que al bochorno pueden darle por el culo.
Se ríe, y de ante mano sé que recuerda aquella noche de fiesta en la que le dije esa misma palabra.
Y así, sonriendo lo beso nuevamente.
Carajo.
Todo esto está tomando un rumbo diferente, un rumbo que jamás imaginé y del que no estoy completamente segura pero al que vale la pena arriesgarse ¿No?
Los carnosos labios de Jayson aferrandose a los míos y sus manos acariando cintura me hacen salir de mi ensoñación, después de esta confesión todo será diferente, o eso es lo que espero.
Acaricio su pecho sintiendo todo eso que sólo él puede provocarme en el cuerpo: aquella electricidad que asciende por mi columna vertebral junto con el calor que emana de su piel.
Retocedo cuando Jayson da algunos pasos hasta que siento el borde de la cama en la parte trasera de mis rodillas, Jayson posa una de sus manos en mi espalda y con lentitud hace que me apoye en ella hasta sentir la suave sábana del cómodo colchón en mi espalda.
—No quiero dejar correr ni un segundo de esto —susurra a escasos centímetros de mi boca cuando lo tengo sobre mí. —, no puedo.
—Jayson —pronuncié.
—Lo sé, sé que dije que no lo haría pero no puedo soportarlo Alex, y sé que tu también lo quieres... —antes de que pudiera asentir con efusividad —por que vaya que estaba en lo cierto—, sentí sus labios suaves y cálidos sobre los míos, moviéndose con lentitud y calidez.
Era lo que más quería, estar con él y que me demuestre que no estoy sola con el bebé, que me demuestre lo que siente y lo que sintió por mi.
Su lengua se abrió paso entre mis labios hasta encontrar la mía, tenía la piel caliente cuando mis manos recorrieron sus bíceps, su omoplatos y su abdomen.
—Mierda. —susurro cuando siento su erección golpear me abdomen. El calor se centra en mis mejillas pero me importa una mierda.
Ahora, con la luz apagada le pueden dar quien sea por el culo ¡Por que sí! ¡Maldita sea!, El idiota más grande del mundo me hace sonrojar con tan sólo rozar sus labios con los míos. Por que cada vez que habla lo único que puedo mirar son sus labios gruesos y rosados en movimiento ¡Joder!
Tengo problemas.
Tengo unos putos problemas con Jayson y muy en el fondo estoy molesta por ellos, pero como es claro no voy a expresar mi malestar ahora mismo así que ¡Que le den!
Sin dejar caer su peso sobre mi siento como Jayson se frota contra mi cuerpo, como su abultado pantalón golpea mis muslos y con las manos ardiendo, con el tacto más abrazador que me hace suspirar mientras que sus labios devoran los míos con posesión acaricia cada rincón de mi. Deslizo mis manos por enmedio de nuestros cuerpos hasta encontrar el botón de sus jeans, junto con la cremallera, Jayson no me detiene, y siento como sus besos aumentan y bajan por mi cuello deteniendose en éste. Con rapidez bajo la cremallera e intento bajarle los ajustados jeans negros por las trabajadas piernas que tiene.
Jayson, un manjar a toda regla se la pasa metido en el gym, trabajando su cuerpo por él mismo y por que su trabajo lo requiere ¡Diablos! Nevaeh alardeaba constantemente sobre éso y fantaseaba con follarselo en el gimnasio algo que me parecía asqueroso —Aún —, me resulta espeluznante imaginarios juntos y es por ello que decido sacarlo de mi cabeza. Pero termino reconsiderando aquella idea loca que de pronto no me parece taaaaan asquerosa.
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Wonderful
Teen FictionUna noche de fiesta en la casa de una de las chicas que es conocida por toda la Universidad por su actitud y sus amigas a su alrededor. El chico de las chaquetas negras, con el cabello castaño y unos encatadores ojos azules y sobre todo con un físic...