La siguiente historia que voy a contar va más allá de la verdad y la sinceridad, ojala que al terminar de leerla puedan entender mi situación y puedan darme la razón, trataré de explicarla lo mejor que la recuerdo, sé muy bien que en este mundo hay gente como yo y el único consejo que sólo puedo darles es que nunca pierdan la fe ni el motivo por el cual nos hacemos llamar hijos únicos, luchen por lo que son y nunca permitan que otros ocupen su lugar.
Mi historia será reconocida por muchos pero recordada por pocos, no importa el lugar en donde estoy hoy ni siquiera importa la forma como fue escrita, sólo quiero que comprendan y contradecir lo que mucho dijeron e inventaron, ojalá cuando salga de este lugar pueda contarla personalmente a mis padres y así poder sacarles ese odio que sienten hacia mí hoy en día.
Mi familia estaba conformada por tan solo tres personas mamá, papá y yo, más perfecto no podía ser. Heredé los rasgos más bellos de mi madre sus ojos de color celeste cielo, la nariz y la boca perfecta de mi padre y algunos detalles de mis abuelos que no son importante de remarcar, el ser la persona con el mayor centro de atención de la casa, era sensacional no se puede explicar la felicidad que sentía al tener visitas, los regalos y las sorpresas no daban abasto, el dinero que recibía era imposible de contar y mucho menos los paseos de sorpresa que organizaba mi padre, con decir que los 365 días del año no bastaban para mí lo explica todo.
Al ir creciendo la discriminación de mis cosas aumentaba. Hubo un tiempo en donde no quise que vengan nunca más mis primos y amigos y como siempre, lo había logrado, pero al mismo tiempo fui perdiendo amistades, la rabia con la que me miraban se notaba cada vez más, pero nada importaba no necesitaba la amistad de nadie, para poder ser feliz todo lo que quería estaba dentro de mi casa. Cada capricho, cada idea que pasara por mi cabeza, mis padres hacían lo imposible para complacerme. Muchos piensan que la forma de malcriar a un único hijo es difícil de llevar y que mucha veces trae complicaciones, pero yo creo que todo lo que hicieron mis padres a lo largo de mi niñez fue hermoso, jamás pero jamás me sentí tan cómodo en un lugar como me sentía en casa y tal vez dar más de lo que uno puede dar a un ser querido, es mostrar lo mucho que lo ama y eso con el tiempo es valorado, lo que quiero decir con éstos, es que gracias a mis padres hoy soy, que lo que soy y estoy en el lugar donde estoy es por ellos, me siento la persona más feliz del mundo al haber hecho lo que hice y ojalá entiendan que ustedes mismos fueron los que me enseñaron que luchara por mis propios deseos y defendiera siempre mi postura y mi lugar.
Tal vez me di cuenta en quién me había convertido cuando cumplí diez años, donde ninguno de mis amigos se presentó a aquella fiesta, fue ahí cuando me senté y pensé que tenía que cambiar de persona o tal vez si intentaba ser una persona más buena que de esa forma hoy no me sentirá tan solo, pero al ver llegar todos eso enormes regalos que me habían traído mis abuelos junto con mis padres comprendí que lo que había pensado estaba mal y no necesitaba de nadie para ser feliz, sólo la sorpresas y tratar de entender de una vez por todas lo hermoso que me estaba dando la vida y que solo debía compartirlo conmigo mismo. El egoísmo aumentaba cada vez más, el interés por mí mismo llevo a hacerme una persona asquerosa y completamente sincera, pero el amor y el respeto por mis padres nunca cambiaba, era egoísta y no tonto sabía que eran las únicas personas a quienes tenía que tener respeto y a mi lado o si no nada de esto estaría contando.
Luego de seis meses regresando a casa junto con mi padre, presentía una mala noticia, tal vez si lo explico de esta manera me entenderían, la felicidad con la que me recibió mi padre al salir del colegio y la fuerza con la que apretaba mi mano, era para que una persona inteligente como yo empiece a dudar, intenté descifrar su estúpida felicidad y muchas veces lo quise amargar insistiendo con cosas que pasé por mi mente, pero nada sirvió, la única y última opción era dejar que me gane por cansancio, al llegar a nuestra casa, globos y guirnaldas habían por todas partes, el cartel de bienvenido ocupada la pared completa del comedor y en el centro de mesa la torta más grande que había visto en mi vida, con una sonrisa les dije.
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HIJO UNICO
Gizem / GerilimNo importa quien seas, ni de donde vengas. No entrarás en nuestras vidas ¡Así tenga que matarte!