P.O.V Scarlett Johnson.
El mensaje del número desconocido decía que esta noche había una fiesta en la casa de Taylor. Sus fiestas siempre son geniales, nunca escuché un mal comentario acerca de ellas, lo único malo para mi de todo eso es que es amigo de Zack, pero no dejaría que eso me afectara, iré a esa fiesta y la pasaré genial, no me importa el no tener amigas ni novio, no necesito de ellos para pasarla bien.
En este momento me encontraba haciendo compras en el supermercado. Debía vivir tres meses sin mis padres, ya que ese era el tiempo que le llevaba su viaje de negocios.
No estaba molesta, ni triste, dejó de importarme hace mucho tiempo, tal vez al mismo tiempo que dejé de importarles a ellos.No me di cuenta que había chocado con el carrito de compras a un muchacho.
-Lo siento.- Sentía como se me subía la sangre a las mejillas.
-No te preocupes.- Respondió levantando su celular que supongo se le cayó cuando lo choque.
-¿Estas bien? ¿Le pasó algo a tu celular?- Yo no podía ser más estúpida por falta de tiempo.
-Tranquila, no pasó nada.- Su voz era muy grave y algo sensual.
Se puso de pie y pude observar sus ojos marrones, su cabello era castaño oscuro, y como ya dije, su voz era muy grave.
Puedo jurar que lo conozco.-Hola.- Dijo sonriendo.
-Disculpa, ¿nos conocemos de algún lado?-
-Creo que no, te recordaría.- El sonrió.
-Claro.- Dije. -Yo... Debo irme.-
-Una pregunta, ¿que tan extremo debe ser un caso para que le digas tu nombre a un extraño?- Cuestionó.
-Pues, no lo se.- Era una extraña pregunta.
-Si conoces a alguien en un supermercado y ese alguien comienza a gritar cosas absurdas como que lo has estado acosando durante meses, ¿le dirías tu nombre?-
Este chico era raro. Y lindo. -Lo golpearia en lugar de decirle mi nombre.- Contesté sonriendo.
-Claro.- Parecía entrar en razón. -Yo sólo...-
-Debo irme.- Dije mientras me alejaba lentamente.
-Si, entiendo.- Respondió mirando su celular. -Creo que yo también... Yo también debería...-
-Scarlett.- Dije.
El parecía sorprendido.
-Scarlett Johnson.-
Sonrió. -Dylan Anderson.-
-Un placer.- Si que me gustaba escuchar su voz.
-Lo mismo digo.- Respondió.
Me despedí mientras me retiraba lentamente con mi carro de compras.
-Wow.- Era la primera vez que concordaba con mi subconsciente.
Al terminar de hacer las compras fui a casa, me despedí de mis padres y cuando me asegure de que ya se habían ido comencé a prepararme para la fiesta de esta noche.
Estaba tratando de convencerme de mi anterior deducción, cuando no estaba tan nerviosa.-No necesito de nadie para pasarla bien.-
Repetí eso incontables veces en mi cabeza mientras me colocaba una blusa negra y una falda del mismo color. Decidí llevar mi cabello al natural que era ondulado, y me aplique pocas capas de maquillaje. Tome un bolso de mi armario y las llaves de mi auto.