Éxtasis.

Capítulo 8.

Si Taemin pensó que la única vez que iba a ir a la casa de los padres de Min Ho fue cuando éste lo llevó, se había equivocado porque fue él quien luego lo estaba haciendo porque quería, estaba preocupado por la salud de la señora Choi o así se justificó él cada vez que iba. El que fuera a la casa de los padres de su ex novio no significaba que ellos estaban retomando la relación de años atrás, las cosas seguían igual entre él y Min Ho, lo que tenían no iba más allá de sexo, porque así lo decidieron ellos, o eso era lo que Taemin quería creer porque a pesar de todo sabía que él en cada encuentro con el arquitecto estaba incluyendo sentimientos y eso le asustaba, demasiado, no quería volver a caer por él a pesar de saber que las cosas estaban tomando ese camino ya que él nunca lo olvidó, no pudo dejar de amarlo por más que intentó, sin embargo quería alejarse de él porque lo estaba lastimando.

De todas las veces que visitó la casa de los Choi, muy pocas veces había coincido con Min Ho pero gracias a los padres de éste tenía una idea de cómo fue su vida durante esos cuatro años después de que su relación terminó y parecía que a él no le afecto en lo absoluto la ruptura, y eso a Taemin le decía que el único que amó de verdad fue él, que para el castaño nunca significó nada, que por eso él mismo había buscado terminar lo que tenían, que incluso nunca conoció de verdad a Min Ho, que por eso ahora al arquitecto no le importaba tener una relación basada en sexo con él. El ilustrador tenía muchas justificaciones para la forma como terminó su relación en el pasado y quería convencerse de ellas pero muy en el fondo de sí mismo no quería creer en nada, sino continuar pensando que su ex novio lo amó y que por eso ahora estaba a su alrededor. Taemin tenía todo un dilema dentro de sí mismo con respecto al castaño.

Centró su atención en lo que le decía la mamá de Min Ho aunque ahora no podía entender mucho de lo que ella estaba hablando, porque estaba mencionando nombre tras nombre que él no podía recordar, lo poco que podía entender era que cuando el arquitecto se graduó organizaron una gran fiesta para celebrar aquello a diferencia de él que sólo tuvo a sus amigos y felicitaciones telefónica por parte de sus padres, haciéndole darse cuenta que la vida de su ex novio y la de él siempre fueron tan diferentes, porque antes Min Ho siempre fue apoyado por sus padres mientras que Taemin casi había tenido que suplicar para que sus padres le dejasen estudiar lo que él quería.

Quizás nunca fuimos compatibles, como el agua y el aceite, tú tenías todo y yo no encajaba en tu mundo, era una mancha en él y por eso lo mejor fue terminar.

Sonrió algo incómodo por la ilusión con la que hablaba la señora Choi acerca de su hijo y aquel recuerdo, él prefería no saber más del pasado de Min Ho mientras él salió de su vida, tenía temor de que el nombre de alguien más saliera en algún momento de la boca de la madre de su ex novio, no creía que pudiera soportarlo, porque el corazón y mente de Taemin se mantenían en una constante disputa desde que el arquitecto apareció otra vez en su vida.

—Debo retirarme ahora —dijo, colocándose de pie cuando no se sintió capaz de escuchar más acerca de Min Ho, al menos por ese día, ya que no importaba cuantas veces se había dicho que era la última vez que visitaba a los señores Choi, siempre estaba volviendo.

—Oh, no, quédate —la señora Choi se colocó de pie igual que él.

—Yo... señora Choi, de verdad debo irme.

—En algún momento antes llegaste a llamarme madre —la mujer hablaba como si recordar le causara tristeza —sé que mi hijo a cometido mucho errores, pero eso no tiene que afectarnos a nosotros, Taemin puedes seguir llamándome madre.

El ilustrador sonrió, la idea le gustaba pero no podía hacerlo ya que su cerebro le decía que no era correcto, así como no lo era estar ahí, el dejar que Min Ho estuviera en su vida y que le afectara, que se quedara cada noche después del sexo, pero él no sólo podía tomar lo que le parecía correcto o menos complicado porque él decía que quería alejarse de Choi cuando en realidad no quería hacerlo, no podía hacerlo sin que le afectara.