Cristian

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Los días se me pasan tan deprisa,  tan rápido como lo que dura un día,  ya es mediados de agosto,  las tardes refrescan mucho.
Augusto me consiguió trabajo en un taller mecánico, soy auxiliar nada más y descubrí que esto se me da muy bien como si ya lo supiera y sigo repasando. No gano mucho,  pero si lo suficiente para ya no ser atenido.
No me relaciono con ninguno de mis compañeros a nos ser por trabajo con excepción de Augusto,  él es mi amigo.
Cualquiera que nos viera pensaría que somos hermanos,  por alguna que desconozco me recuerda a alguien,  pero no sé a quién.
Algunos gestos,  su manera de enseñar,  un que otro movimiento. Es de espalda ancha,  hombros fuertes,  cabello lacio,  corto y negro,  en alguna parte he visto a alguien como él,  lo sé.
Llego a casa y en el buzón hay un sobre pequeño,  lo tomo y entro.
-Nora, ¿Nora?  -
Parece no haber nadie,  abro el sobre y hay una nota pequeña

"Mi querido Cristian,  salí de imprevisto.  Volveré por la mañana,  toma lo que quieras...
Con amor: Nora"

Vaya, no tengo nada pendiente,  caliento lo que sea que encuentro en el refrigerador,  lavo los trastos,  voy a ducharme.  Tomo de mi buro el libro que me regaló Angélica,  traego las llaves cierro y subo al auto,  fui a llenar el combustible.
Manejé hasta el "Iguazú " parque turístico de Argentina,  después tengo que caminar,  ya que es imposible subir el auto. 
Subo cautelosamente hasta arriba,  son 80m de altura,  cuando llego doy un vistazo,  contemplo cada detalle,  aquí se siente una paz que no consigo en ningún lado.
El agua caer, su roce contra las rocas, y después seguir su camino. Está algo húmedo,  así se siente porque es selva,  pero eso no le quita su encanto y belleza.
Me siento,  saco mi libro y comienzo a leer,  no lo había abierto desde que llegué.

"Entre Memorias"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora