¡Curate!

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De todos los regalos,  el único que no solté fue el de Erik,  siento en mi algo extraño,  como una energía que me recorre,  lo contemplo varias veces,  lo abro y vuele ¡increíble!  Comienzo a ojear lo y me encuentro con una nota en una hoja:
"Curate,  nadie más podrá hacerlo,  sólo tú "
Repaso esas palabras en mi mente una y otra vez,  y automáticamente tomo una pluma de un cajón,  no tengo idea de qué escribir y empiezo por lo que más me  lastima,  no llevo un orden,  no pienso las palabras ni las acomodo,  es como si mis sentimientos cobraran vida y los plasmo todos todos.
Pasan cuatros horas, he escrito cincuenta páginas,  no me detengo, lágrimas empiezan a correr,  pero no me detengo,  pasan las horas y yo no acabo. 
Ya es de madrugada,  ciento veinte páginas,  suelto la pluma y mi mano duele,  mis dedos,  siento calambres y al instante alivio,  me siento un poco más ligera,  me siento en calma.
Me hecho a dormir y siento que en mis labios una forzada y apenas notable media sonrisa aparece.  Bien

"Entre Memorias"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora